domingo, 23 de marzo de 2014

Toyotomi Hideyoshi

Toyotomi Hideyoshi (豊臣秀吉? 2 de febrero de 1537 - 18 de septiembre de 1598), fue un daimyō del período Sengoku que unificó Japón. Es conocido por sus invasiones de Corea y por haber dado numerosos legados culturales, incluyendo la restricción de que sólo miembros de la clase samurái podían portar armas. De origen humilde, Hideyoshi se convirtió en uno de los hombres más importantes de la época, y sus reformas políticas efectivamente pacificaron el país y sentaron las bases del shogunato Tokugawa.
La tradición dice que nació en Nakamura-ku, Nagoya, en la Provincia de Owari, hogar del clan Oda. No tenía un linaje samurái evidente; su padre, llamado Yaemon,1 había servido como ashigaru en los ejércitos de Oda Nobuhide, padre de Oda Nobunaga, hasta que fue herido en batalla y tuvo que regresar a las labores de agricultura.
Cerca de 1557 regresó a Owari y se unió al clan Oda como un humilde sirviente. Se convirtió en uno de los portadores de sandalias de Nobunaga, y estuvo presente en la batalla de Okehazama de 1560, en la cual Nobunaga derrotó a Imagawa Yoshimoto y se convirtió en uno de los señores de la guerra más poderosos del período Sengoku
Toyotomi Hideyoshi
Hideyoshi fue muy exitoso como diplomático. En 1564 consiguió, en buena medida por medio de sobornos, que un grupo de samurái se separaran del clan Saitō, de la provincia de Mino; entre esos samurái se hallaba el gran estratega Takenaka Hanbei. La fácil victoria de Oda Nobunaga sobre los Saitō en 1567 se debió en gran parte a sus estratagemas.
Tenía un sentido innato para la manipulación y para ver las intenciones de los otros hombres, atributos que sin duda le ayudaron en su ascenso a través de los rangos del clan Oda.
En 1570 lideró las tropas de Nobunaga durante la Batalla de Anegawa, en la cual Oda Nobunaga se alió con Tokugawa Ieyasu para asediar dos fortalezas de los clanes Asai y Asakura. Tres años después, tras el éxito de las campañas contra los Asai y Asakura, Nobunaga nombró a Hideyoshi daimyō de tres distritos en la parte norte de la provincia de Ōmi
En reconocimiento a sus logros, la corte imperial le otorgó el título de naidaijin en abril, el mismo mes en que él atacó a los monjes guerreros de los complejos budistas Negoroji y Saiga de la provincia de Kii y los sometió. El complejo Negoroji fue destruido, mientras que el complejo Saiga fue salvado una vez que los monjes se rindieron. Hideyoshi entonces se dispuso a conquistar Shikoku. Chosokabe Motochika, para entonces amo de aquella isla, hace tiempo en teoría se había opuesto a Hideyoshi, aunque lo único que hizo fue derrotar a Sengoku Hidehisa, un guerrero de Shikoku aliado con Hideyoshi. De todos modos, Hideyoshi aun podía considerar aquello como pretexto, y demandó al clan Chosokabe que entregara las provincias de Iyo y Awa. Motochika solicitó que sólo Awa fuera entregada, un intento de negociación que incitó a Hideyoshi a ordenar una invasión.2
En la más grande operación efectuada durante el periodo Sengoku, un total de 90.000 guerreros desembarcó en Shikoku en junio, entre fuerzas de Hideyoshi y el clan Mōri. Tras poco más de un mes de vaga resistencia, Motochika se rindió.
Hideyoshi construyó un suntuoso palacio, el Jurakudai, en 1587 y expulsó de Kyūshū a los misioneros cristianos para obtener el apoyo de los budistas, impedir que los extranjeros intervinieran en la política interna de Japón al brindar su apoyo a quienes eran críticos de su gobierno y evitar que a través del comercio con los extranjeros los daimyō tuvieran la oportunidad de obtener recursos para resistirse a la autoridad central de su gobierno.
Toyotomi Hideyoshi condenó a muerte a veintiséis cristianos – cuatro misioneros europeos franciscanos, uno franciscano mexicano (San Felipe de Jesús), uno indio (San Gonzalo García), tres jesuitas japoneses y diecisiete laicos japoneses, incluidos tres niños - los cuales salieron de Kioto escoltados por soldados y fueron ejecutados en la colina Nishizaka, en las afueras de Nagasaki.2 Los individuos fueron alzados en cruces y entonces pinchados con lanzas ante más de 4000 personas. Los portugueses, españoles y los cristianos japoneses que contemplaban la escena, no pudieron resistir más y, rompiendo el cordón de soldados, corrieron hacia las cruces. Empapaban en la sangre trozos de paño, recogían la tierra santificada, se llevaban pedazos de los hábitos y kimonos de los mártires.
http://es.wikipedia.org/wiki/26_m%C3%A1rtires_de_Jap%C3%B3n
Crucifixion_Nagasaki_1597

En agosto de 1588, Hideyoshi impulsó una política controversial que prohibía a los campesinos portar armas. Su intención era prevenir las insurrecciones, y la defendió con mano dura. Después, en 1591, promulgó su edicto sobre el Cambio de Estatus. Este último documento declaraba tres puntos: En primer lugar, todos los guerreros que regresaran a la vida de campesinos perderían su condición de samurái. En segundo lugar, todos los campesinos tenían prohibido convertirse en mercaderes o involucrarse en cualquier forma de comercio. Por último, el edicto prohibía el empleo de guerreros que habían abandonado a sus antiguos señores.9 Con estas medidas claramente diferenció a los guerreros de los campesinos, efectivamente terminó con las revueltas campesinas y aseguró una mayor estabilidad en Japón, aunque sacrificó la libertad individual de sus ciudadanos.
A pesar de que su salud se deterioraba, Hideyoshi en verdad deseaba lograr alguna hazaña para engrandecer su legado, y en consecuencia adoptó el sueño de Oda Nobunaga de una conquista japonesa de China, llevando a cabo dos desafortunadas invasiones a Corea.
El 23 de mayo de 1592 las primeras tropas japonesas desembarcaron en suelo coreano. Era un enorme ejército de más de 200.000 hombres. Sin embargo, tres factores se combinaron para provocar el fracaso de la expedición: La intervención de la armada coreana, que bajo el mando del Almirante Yi Sun Sin pronto contraatacó a la flota naval japonesa, cortando la línea de suministros de los japoneses; las guerrillas coreanas y la llegada de tropas chinas a los alrededores de Pyongyang. Los chinos, enviados en 1593 por el emperador Wanli de la dinastía Ming, superaron en número a los japoneses, y obligaron a las tropas del general Yukinaga a retirarse de Pyongyang en febrero para no ser incomunicados. Kiyomasa también tuvo que retirarse, y en julio la operación militar japonesa se detuvo. Hideyoshi entonces consideró conveniente negociar, e hizo una audaz oferta: Haría un alto el fuego siempre y cuando, entre otras cosas, una hija del Emperador Ming le fuera entregada como concubina. Los chinos no aceptaron ninguna de sus peticiones, por lo que las hostilidades se reanudaron en 1597.
En 1593 nació su segundo hijo, Hideyori, razón por la cual a Hideyoshi se le creó un problema, pues ya había designado como heredero suyo a Hidetsugu. Para evitar una guerra por la sucesión Hideyoshi envió a Hidetsugu al exilio en el Monte Koya, y luego le ordenó suicidarse en agosto de 1595. Los miembros de la familia de Hidetsugu que no siguieron su ejemplo fueron asesinados en Kioto, entre ellos 31 mujeres y varios niños.
En septiembre de 1598, en medio de la segunda invasión a Corea, Toyotomi Hideyoshi falleció. La noticia de su muerte se mantuvo en secreto por el «Consejo de los Cinco Regentes» (cinco Tairō) para preservar la moral de las tropas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Toyotomi_Hideyoshi

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