sábado, 22 de diciembre de 2018

Carl Værnet


Carl Peter Værnet (AstrupÅrhusDinamarca28 de abril de 1893 – Buenos AiresArgentina25 de noviembre de 1965) fue un mayor de las SS y médico en el campo de concentración de Buchenwald. Experimentó extensamente con hormonas y otros posibles remedios para «curar» la homosexualidad, de cuyas consecuencias morirían por lo menos 13 presos en las semanas sucesivas al tratamiento. Sus investigaciones estaban bajo la autoridad del jefe de la GestapoHeinrich Himmler.
Carl Peter Værnet
Carl Peter Vaernet nació con el nombre de Carl Peder Jensen, en el seno de una rica familia danesa de comerciantes de caballos. En agosto de 1920 se casa con Edith Frida Hamershoj de la cual tuvo tres hijos, el primero de los cuales, Kjeld Vaernet, en noviembre del mismo año. En diciembre de 1921 cambia su apellido Jensen, muy común en Dinamarca, por el de Vaernet. En 1923 Vaernet se graduó en medicina junto con Fritz Clausen, más tarde un jefe del partido nacionalsocialista danés.
Tras licenciarse, Vaernet abandonó a su familia y se traslada a Alemania, donde se casa con Gurli Marie (1902-1955), de la que tiene otros tres hijos. En esta época se especializa en Endocrinología y conoce a Knud Sand, un defensor de la castración de los homosexuales en Dinamarca, antes de que el Estado danés lo legalizara en 1930. En 1932 Vaernet inició sus experimentos endocrinológicos utilizando gatos; su colega y rival Sand, a su vez, hace experimentos paralelos con gallinas, partiendo del presupuesto de que la homosexualidad pudiera ser «curada» con el trasplante de testículos sanos a sujetos «enfermos». Entre 1932 y 1934, Vaernet tras haber trabajado en dos hospitales de Copenhague, vuelve a Alemania y parte luego a París para seguir sus estudios y especializarse en el tratamiento con ultrasonidos.
En 1939, vuelve a Dinamarca y retoma los experimentos y estudios con testosterona: en 1941 un periódico danés afirma que las gallinas utilizadas en los experimentos cantan como gallos.
En los años inmediatamente precedentes a la Segunda Guerra Mundial la fama de Vaernet llega a su cima, convirtiéndolo en uno de los médicos más importantes del país. Después del estallido de la Guerra, su popularidad decayó drásticamente a causa de sus buenas relaciones con el simpatizante nazi Fritz Clausen y con el Reichsbevollmaechtige (plenipotenciario del ReichWerner Best, que recomendó cálidamente a Vaernet a las autoridades nazis del propio país. El hermano gemelo de Carl, Aage Vaernet entró a formar parte del partido nazi danés (DNSAP).
Los experimentos en el campo de Buchenwald
En diciembre de 1943, Vaernet es promovido a SS-Sturmbannführer (mayor) y es transferido a Praga el 26 de febrero de 1944, asentándose con su familia en un lujoso palacio perteneciente anteriormente a una familia judía. Entre junio y diciembre de 1944, Vaernet realizó diversas visitas a Buchenwald para seleccionar y efectuar sus experimentos con internos homosexuales. Colaboradores de Vaernet fueron el comandante médico del campo de Buchenwald SS-Hauptsturmführer (capitán) Gerhard Schiedlausky (ahorcado en 1947) y el médico Erwin Ding-Schuler (se suicidó en 1945, tras su captura), que en el extenso periodo en el que realizó sus «experimentos» sobre el tifus provocó la muerte de 200 presos.
Los experimentos, el inicio de los cuales estaba previsto para agosto de 1944, fueron atrasados algunas semanas a causa de un bombardeo aéreo que afectó el área del campo. Una primera serie fue efectuada el 13 de septiembre de 1944. La revista Studenternes efterretningstjeneste informa de que un total de 30 a 40 internos se vieron afectados por la «investigación»: no todos eran homosexuales, también se vieron afectados algunos criminales heterosexuales o bisexuales. Existen indicios seguros de 17 intervenciones que consistieron en el implante bajo la piel de una glándula artificial especial patentada por Vaernet, con diferencias en el dosado de la testosterona implantada en los diversos presos.
Una larga carta enviada el 30 de octubre de 1944 por Vaernet al comandante del servicio médico de las SS Grawitz comenta, entre otras cosas:
[...] Las operaciones en Weimar-Buchenwald han sido efectuadas el 13 de septiembre de 1944 a cinco prisioneros homosexuales. De estos, dos han sido castrados, uno esterilizado y dos «tratados». A todos les ha sido implantada la «glándula sexual especial» masculina. [...]
La semana precedente, refiriéndose al prisionero Bernhard Steinhoff (número de interno 21.686), un teólogo homosexual de cincuenta y cinco años, Vaernet escribió:
La herida causada por la operación está curada y no ha habido reacción a la glándula implantada. La persona se siente bien y tiene sueños sobre mujeres [...]
De este primer grupo, dos internos murieron de complicaciones postoperatorias. Casi todos, por lo menos 13 y quizás 15, murieron en las semanas siguientes a la intervención.
El 8 de diciembre de 1944 siguieron otros experimentos sobre otros 13 presos; en los documentos aparece el nombre de 7 de ellos: Reinhold, Schmith, Ledetzky, Boeck, Henze (muerto), Köster y Parth. Esta vez, muchos morirían sucesivamente de complicaciones postoperatorias.
Carl Vaernet, en su informe final a Himmler del 10 de febrero de 1945 relativo a sus teorías hormonales, no hace la mínima mención a sus experimentos en Buchenwald. Este particular sugiere que los experimentos fueron considerados un fracaso o por lo menos no lo suficientemente creíbles para meritar mención.
Huida a Argentina
En marzo de 1945, Vaernet vuelve a Dinamarca. El 5 de mayo de 1945, tras la liberación del país por las fuerzas aliadas, es internado en el campo de prisioneros de Alsgade Skole en Copenhague. Diversos presos daneses, ex prisioneros de Buchenwald, lo reconocen y el jefe de la misión militar británica en el campo de Alsgade Skole, el mayor Hemingway, afirmó que «sin duda [Vaernet] será juzgado como criminal de guerra».
Sin embargo, durante su prisión, Vaernet consigue interesar a las autoridades danesas y británicas por sus teorías hormonales para la «cura» de la homosexualidad. Parece ser que durante esta época, a pesar de estar preso, entra en contacto con la compañía farmacéutica anglo-estadounidense Parke, Davis & Comp. Ltd., London & Detroit y con el coloso químico norteamericano DuPont, interesada en la adquisición de su patente.
En noviembre de 1945 es liberado del campo de prisioneros a causa de una presunta mala salud y obtiene de las autoridades danesas un salvoconducto para ir a curarse a Suecia, desde donde huye a Argentina. El 19 de noviembre de 1947 el periódico danés Berlingske Tidende reproduce una carta enviada por un emigrante danés que afirma que Vaernet trabajaba en Buenos Aires en el Ministerio de Salud.
En los años sucesivos, Vaernet — que había cambiado su nombre a Carlos — abrió en Buenos Aires, en la Calle Uriarte 2251, una consulta médica, continuando su colaboración con las autoridades argentinas en proyectos relativos a la «cura de la homosexualidad». El neurocirujano Kjeld Vaernet, hijo de Carl, colaboró en la década de 1950 con Walter Freeman en una serie de «curas hormonales» para la «cura» de la homosexualidad (con unos 4.000 pacientes tratados) y seguidamente estudió la posibilidad de lobotomización de los homosexuales.
Vaernet murió sin castigo el 25 de noviembre de 1965 a causa de una enfermedad febril desconocida, a pesar de que las autoridades danesas fueran conscientes tanto de sus experimentos criminales como de su residencia argentina.
Bibliografía
·        David A Hackett (1995). The Buchenwald reportISBN 0-8133-1777-0.
·        Hans Davidsen-Nielsen, Carl Vaernet-Der dänische SS-Arzt im KZ Buchenwald, Edition Regenbogen, Wien 2004, ISBN 3-9500507-2-8

Fuente:  Wikipedia
Mas información: Historias lado B

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Pogromo de Kielce



El pogromo de Kielce fue un brote de violencia contra los refugiados del centro comunitario judío en la ciudad de Kielce, Polonia, el 4 de julio de 1946 por soldados polacos, policías y civiles, que resultó en la muerte de 42 judíos y más de 40 fueron heridos.
Fue el peor pogromo contra los judíos polacos después de la Segunda Guerra Mundial, el incidente fue un punto significativo en la historia de la postguerra de los judíos en Polonia. Ocurrió sólo un año después del final de la guerra y el Holocausto. Se ha considerado decisivo para la huida de Polonia de la mayoría de los judíos polacos que habían sobrevivido al Holocausto.1
Durante la ocupación alemana de Polonia, los nazis llevaron a cabo en Kielce una limpieza étnica hacia su población judía de antes de la guerra. En el verano de 1946, unos 200 judíos, muchos de ellos antiguos residentes de la ciudad, habían regresado de los campos de concentración nazis, la Unión Soviética y otros lugares de refugio para vivir allí. Alrededor de 150-160 de ellos fueron acuartelados en un solo edificio administrado por el comité judío del Voivodato de Kielce en Planty, una pequeña calle en el centro de la ciudad.2
El 1 de julio de 1946, un niño polaco de ocho años, Henryk Błaszczyk, fue declarado desaparecido por su padre Walenty Błaszczyk. Según el padre, a su regreso dos días más tarde, el niño afirmó que había sido secuestrado por un desconocido, presuntamente judío o gitano. Dos días después, el muchacho, su padre y un vecino fueron a una comisaría local. Mientras pasaba por la "casa judía" en el nº 7 de la calle Planty, Henryk señaló a un hombre el cual, según dijo, lo había encarcelado en la bodega de la casa. En la comisaría, Henryk repitió su historia de que había sido secuestrado y especificó que los judíos estaban involucrados en su desaparición. Una patrulla policial de más de una docena de hombres fue despachada a pie por el comandante de la estación Edmund Zagórski para registrar la casa en la calle Planty, el lugar donde Henryk supuestamente había sido secuestrado.
Henryk Błaszczyk permaneció en silencio sobre los acontecimientos hasta 1998, cuando, en una entrevista a un periodista polaco, admitió que nunca fue secuestrado, pero que vivía con una "familia desconocida" en una aldea cercana y se le trataba bien. Describió su desaparición como sucedida con el conocimiento de su padre y concertada por el servicio de seguridad comunista. Después de regresar a casa, su padre le ordenó categóricamente que no mencionara nunca nada de lo ocurrido y que reafirmara la versión de "secuestro judío" si se le preguntaba. Se le obligó a guardar silencio durante mucho tiempo después de 1946, lo que hizo por temor hasta el final del régimen comunista en Polonia.3
La policía publicó los rumores sobre el secuestro y anunció además que estaban planeando buscar los cadáveres de niños polacos que supuestamente habrían sido víctimas de un crimen ritual y guardados en la casa. Se produjo una confrontación entre la policía y los oficiales del Ministerio de Seguridad Pública de Polonia (UBP), que habían sido llamados en la sospecha de que el incidente era una "provocación" judía para provocar disturbios.
Durante la mañana, el caso llegó a la atención de otros órganos estatales y militares locales, incluido el Ejército Popular de Polonia (LWP), el Cuerpo de Seguridad Interna (KBW) y la Dirección General de Información del Ejército de Polonia (GZI WP). Alrededor de 100 soldados y cinco oficiales fueron enviados a las 10 am aproximadamente. La gente de la calle comenzó a lanzar piedras al edificio.
La policía y los soldados entraron por la fuerza al edificio. Descubrieron que no contenía a niños secuestrados como se les había dicho. A los habitantes de la casa, que tenían permisos de las autoridades para portar armas para la autodefensa, se les ordenó entregar sus armas y entregar sus objetos de valor. Alguien (no está claro quién) comenzó a disparar, entonces la policía y el KBW abrieron fuego, matando e hiriendo a varias personas en el edificio. También hubo disparos desde el lado judío y al menos dos o tres polacos, incluido un oficial de policía, murieron mientras los judíos trataban de defenderse. El Dr. Seweryn Kahane, jefe del Comité Judío local, recibió un disparo en la espalda y fue asesinado por un oficial de GZI WP mientras llamaba a la oficina de Seguridad Pública de Kielce para pedir ayuda. Los sacerdotes de la iglesia local fueron al edificio para averiguar qué estaba pasando, pero fueron detenidos por agentes de la policía, quienes les aseguraron que todo estaba bajo control.
Entre los judíos asesinados, nueve habían sido muertos a tiros, dos con bayonetas y los demás golpeados y apedreados hasta la muerte. Las víctimas incluían mujeres y niños.4
Al menos 42 judíos murieron y más de 40 resultaron heridos en el peor ataque antisemita en Polonia de la posguerra.5
El pogrom terminó finalmente a las 3:00 p.m. con la llegada de una nueva unidad de fuerzas de seguridad de una cercana academia de Seguridad Pública, comandadas por el coronel Stanisław Kupsza, y tropas adicionales de Varsovia. Después de disparar unos cuantos disparos de advertencia en el aire por orden del mayor Kazimierz Konieczny, las tropas rápidamente restablecieron el orden, pusieron guardias y sacaron a todos los sobrevivientes y cuerpos judíos de la casa y sus alrededores.
La violencia en Kielce, sin embargo, no se detuvo inmediatamente. Los judíos heridos que eran transportados al hospital de la ciudad fueron golpeados y robados por soldados, y luego asaltados en el hospital por otros pacientes. Una multitud de civiles se acercó a uno de los hospitales y exigió que los judíos heridos fueran entregados, pero el personal del hospital se negó.4
La brutalidad del pogrom de Kielce puso fin a las esperanzas de muchos judíos que podrían reasentarse en Polonia después del final de la ocupación alemana y precipitaron un éxodo masivo de judíos polacos. Bożena Szaynok, un historiador de la Universidad de Breslavia, calculó que entre julio de 1945 y junio de 1946 unos cincuenta mil judíos cruzaron la frontera polaca ilegalmente. En julio de 1946, casi veinte mil decidieron comenzar una nueva vida en el extranjero. El ministro polaco Marian Spychalski (en), motivado por razones políticas y humanitarias, firmó un decreto que permitió a los judíos salir oficialmente sin visas o permisos de salida y la emigración judía de Polonia aumentó dramáticamente.6
En agosto de 1946 el número de emigrantes aumentó a treinta mil. En septiembre de 1946, doce mil judíos abandonaron Polonia. 


jueves, 8 de noviembre de 2018

ESPAÑA 2018



YO SOY ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL ESPAÑOL.
Así coreaban los hinchas de la selección española de futbol cuando ganó el mundial.
¿Pero realmente debemos sentirnos orgullosos de ser españoles?
Quizás de ser españoles sí,  pero no de nuestros gobernantes
Veamos Porqué:


España bate el récord en el ránking de corrupción
A la cola de Europa, detrás de Eslovenia y Lituania, según Transparencia Internacional

RTVE, excluida de las instituciones europeas por "manipular la información"

Según CCOO, la manipulación de la información ha sido el motivo por el que RTVE ha quedado sin representación.

Los medios españoles son los menos fiables, según la Universidad de Oxford

Un informe de la Universidad de Oxford concluye que los medios españoles son los menos creíbles de los once países consultados en Europa y los segundos menos creibles de los doce estudiados de todo el mundo.

España suspende el examen de Derechos Humanos de la ONU

Incumple pactos contra el racismo policial, 'expulsiones en caliente', desigualdad de género, CIE o discriminación en acceso a viviendas, educación o sanidad


El Tribunal de Estrasburgo condena de nuevo a España por no investigar torturas

 

Xabier Beortegui denunció torturas tras ser detenido por la Guardia Civil en enero de 2011 en el marco de una operación antiterrorista contra ETA
El Tribunal considera de forma unánime que la denuncia no fue suficientemente investigada
Es la sexta condena de este tipo contra España desde 2010 y la octava desde que firmó el Convenio Europeo de Dererechos Humanos


La ONU suspende a España en políticas de igualdad

España suspende en el cumplimiento de los objetivos de la agenda de la ONU contra la pobreza

 

El Índice anual de los Objetivos de Desarrollo Sostenible concluye que España no aprueba ninguna de las 17 metas marcadas en 2015 por Naciones Unidas y ocupa el puesto 25º en el ranking mundial
Especialmente bajas son las puntuaciones en los objetivos sobre innovación, consumo y producción, cambio climático y vida submarina


España es uno de los países europeos que menos invierte en I+D

Bruselas sitúa a España a la cabeza de la desigualdad por renta en la UE

"Las persistencia de desigualdades de ingresos genera preocupación por la inclusión social y crecimiento sostenible", apunta un informe de la Comisión

https://elpais.com/economia/2017/11/23/actualidad/1511465471_017133.html

 

Amnistía Internacional denuncia la restricción "desproporcionada" de la libertad de expresión en España

La ONG publica su informe anual en el que evalúa la situación de los derechos humanos en 159 países durante 2017, entre ellos España
"Alzar la voz se ha vuelto cada vez más peligroso en las redes: están siendo criminalizadas letras de canciones y bromas bajo categorías vagas"

https://www.eldiario.es/desalambre/oscuros-derechos-Espana-Amnistia-Internacional_0_742625885.html

 

La tasa de precariedad en España casi duplica la europea 20MINUTOS.ES 08.01.2018 - 10:59H Según CC OO, la tasa de precariedad en España se situó en 2016 en el 26,1%, casi el doble que en el conjunto de la UE (14,2%). Nueve de cada diez contratos firmados en 2017 fueron temporales.

https://www.20minutos.es/noticia/3228897/0/empleo-tasa-precariedad-espana-duplica-ue/

España, entre los países de la UE que aún no ha alcanzado su objetivo de renovables para 2020, con un 17,3%

https://www.europapress.es/economia/energia-00341/noticia-espana-paises-ue-aun-no-alcanzado-objetivo-renovables-2020-173-20180125161242.html

 

El ranking que muestra las vergüenzas del sistema educativo en España

La calidad del sistema educativo está por debajo de Indonesia o Brunei, según la comparativa del Foro Económico Mundial.

https://www.libremercado.com/2018-03-23/el-ranking-que-muestra-las-verguenzas-del-sistema-educativo-en-espana-1276615915/

 

 Sin contar alguna cosilla más que podemos ver en:


 








miércoles, 12 de septiembre de 2018

Campo de concentración de Argelès-sur-Mer

El campo de concentranción de Argelés sur Mer fue un campo de internamiento construido por el gobierno de Francia en una playa de la localidad de Argelès-sur-Mer, en la costa mediterránea del país, para albergar a parte de los 550.000 refugiados que traspasaron la frontera, huyendo de España tras el fin de la Guerra Civil Española, en 1939. Se calcula que unas 100.000 personas fueron recluidas en este recinto.
La localidad de Argelès-sur-Mer se encuentra en el departamento de Pirineos Orientales, perteneciente a la región de Languedoc-Rosellón. Gracias al turismo ha experimentado un notable auge. Está próxima a las ciudades de Colliure y Port-Vendres. El campo de refugiados se instaló en la Playa del Norte, en una amplia zona de costa.
La Guerra Civil Española se prolongó desde el 18 de julio de 1936, en que una parte del ejército se sublevó contra el gobierno legítimo de la II República, hasta el 1 de abril de 1939, en que el líder del bando sublevado, el general Franco, emitió el bando que ponía oficialmente fin a la contienda. Durante esos tres años de cruenta lucha, el ejército sublevado fue avanzando hacia el noreste del país, causando una terrible represión que originó la desbandada de los partidarios de la República de los territorios que iban perdiendo.
Con la caída de Barcelona, último reducto importante republicano en la zona norte de España, en enero de 1939, se produjo la mayor diáspora en la historia española, cuando medio millón de refugiados buscaron la huida a Francia como única salvación. Ante la presión de la opinión pública internacional, el jefe del gobierno francés, Édouard Daladier, autorizó el 5 de febrero el paso a territorio francés de los refugiados. La huida se realizó principalmente a través de los pasos fronterizos de La Junquera y Portbou, por donde salieron cientos de miles de refugiados, además de los restos del gobierno republicano y de la 130ª Brigada Mixta del Ejército Popular Español. Hasta el 15 de febrero de 1939 ingresaron oficialmente en el departamento francés de Pirineos Orientales (que entonces contaba con unos 230.000 habitantes), un total de 353.107 personas, sobre todo a pie: familias enteras con todas sus pertenencias que no habían tenido la posibilidad de escapar de otro modo, soldados que habían combatido en el Frente del Ebro y miembros de las Brigadas Internacionales que, por motivos políticos, no podían volver a su país de origen.1 Cuando las autoridades francesas comprobaron la magnitud del éxodo, la catástrofe humanitaria era ya inevitable; pocas semanas antes del fin de la guerra, el "informe Valière", realizado a petición del Gobierno francés, estimaba, a 9 de marzo de 1939, la presencia de unos 440.000 refugiados en Francia, de los cuales 170.000 eran mujeres, niños y ancianos, 220.000 soldados y milicianos, 40.000 inválidos y 10.000 heridos.2
El gobierno francés, impotente ante la situación, decidió conducir a los exiliados de la zona este hacia las playas de Argelès, a 35 km de la frontera.3 Fueron situados sobre la misma playa, y la zona se cercó con alambre de espino. Les custodiaban tropas coloniales, marroquíes y senegaleses, y algunos gendarmes. La situación se tornó caótica: no había campamentos de barracas, letrinas, cocina, enfermería ni siquiera electricidad, y comenzaron a multiplicarse los casos de disentería. Los enfermos y heridos colapsaron los hospitales de la región, y se establecieron dos campos próximos: Saint-Cyprien y Barcarès.
Las condiciones de vida de los refugiados en este campo fueron inhumanas. Fueron construidos barracones de madera y de lona por los propios reclusos, así como improvisadas cocinas y letrinas excavadas en la arena. La ayuda de organizaciones como Cruz Roja y los suministros humanitarios fueron insuficientes para tal cantidad de gente, y muchos perecieron víctimas del hambre, la humedad, el frío y enfermedades como la disentería y la sarna.4
La alimentación era muy escasa; algunos días llegaban camiones con pan y sacos de legumbre que tenían que cocinar con agua salada. Con la llegada del invierno los más débiles fueron los primeros en caer, además de muchos otros que murieron de tifus.5
En marzo de 1939, el fotógrafo Robert Capa visitó el enorme campo de la playa de Argelès, donde se encontraban en ese momento encerrados más de 80.000 republicanos españoles. La descripción que hizo del mismo fue:
"...un infierno sobre la arena: los hombres allí sobreviven bajo tiendas de fortuna y chozas de paja que ofrecen una miserable protección contra la arena y el viento. Para coronar todo ello, no hay agua potable, sino el agua salobre extraída de agujeros cavados en la arena".6
Entre las organizaciones que socorrieron a los refugiados, además de la Cruz Roja, cabe destacar la Maternidad de Elna, fundada por la joven enfermera suiza Elizabeth Eidenbenz, que logró salvar a unos 400 niños españoles al crear esta institución en un palacete abandonado en la cercana villa de Elna.
A pesar de las penurias, los refugiados se organizaron para realizar actividades culturales, llegando a construir los llamados "barracones de cultura", donde llevaban a cabo las actividades que las circunstancias les permitían. Básicamente, su objetivo era levantar el estado anímico del colectivo, llegando a editar una pequeña publicación, el Boletín de los Estudiantes.7
A los seis meses del establecimiento del campo estalló la Segunda Guerra Mundial. Cuando las tropas alemanas del III Reich invadieron Francia, en junio de 1940, los refugiados españoles abandonaron el campo de Argelès con diferentes destinos: muchos se quedaron a vivir y formaron familias en Francia, otros se alistaron en el Ejército de Francia para luchar contra los nazis (miles de los cuales tuvieron la desgracia de caer prisioneros y volver a campos de concentración, sobre todo en el Campo de concentración de Mauthausen-Gusen, donde hubo 7.300). También otros decidieron volver a España, ante la promesa de Franco de perdonar a quienes no hubiesen cometido delitos de sangre.
Tras el desalojo del campo, este fue utilizado durante la guerra como campo de concentración de prisioneros de guerra por el gobierno pro-nazi de la Francia de Vichy y desmantelado tras el fin de la guerra.3