miércoles, 1 de junio de 2022

Masacre de el Mozote


 La masacre de El Mozote es el nombre que reciben un conjunto de masacres contra población civil cometidos por el batallón Atlácatl de la Fuerza Armada de El Salvador, durante un operativo de contrainsurgencia, realizado los días 91011 y 12 de diciembre de 1981, en los cantones (aldeas) de El Mozote, La Joya y Los Toriles, en el norte del departamento de Morazán, en El Salvador

Monumento a las víctimas de la masacre; elementos del BIRI Atlacatl masacran a 988 campesinos, concentrados previamente en el caserío y cantón El Mozote, Morazán. De ellos, 475 eran niños de 0 a 12 años de edad.

Según las investigaciones posteriores de la Comisión de la Verdad (organismo de la ONU creado para investigar los hechos de violencia cometidos durante la Guerra civil salvadoreña3 fueron 978 personas ejecutados, 553 eran menores de edad, fueron asesinados en El Mozote y los cantones aledaños. 4 El Estado salvadoreño hace oficial el número de víctimas 36 años después de la masacre y las eleva a 1,658 al tomar en cuenta a los familiares de los asesinados, a los sobrevivientes y a los desplazados. 4 Se la considera no solo el mayor acto de violencia contra población civil cometida por agentes gubernamentales, durante la Guerra Civil de El Salvador, sino también la peor masacre del Hemisferio Occidental en tiempos modernos. 

El gobierno militar salvadoreño realizó una acción antiguerrillera en el norte de El Salvador, denominada Operación Rescate. En ella participaron el batallón Atlácatl, participaron unidades de la Tercera Brigada de Infantería y del Centro de Instrucción de Comandos de San Francisco Gotera.5

En la tarde del 10 de diciembre de 1981, unidades del batallón Atlácatl del ejército salvadoreño llegaron al alejado cantón de El Mozote en busca de insurgentes del FMLN. El Mozote era una pequeña población rural con cerca de veinticinco casas situadas alrededor de una plaza, además de una iglesia católica y, detrás de ella, una casita conocida como el Convento, que usaba el sacerdote durante sus visitas a la población. Cerca de la aldea había una pequeña escuela. A su llegada, los soldados ordenaron a los pobladores que salieran de sus casas y se formaran en la plaza. Allí les pidieron información sobre las actividades de la guerrilla y luego les ordenaron que volvieran a sus casas y permanecieran encerrados hasta el día siguiente,6 advirtiendo que dispararían contra cualquier persona que saliera. Los soldados permanecieron en la aldea durante toda la noche.

A la madrugada del 11 de diciembre de 1981, los soldados volvieron a reunir a la población entera en la plaza. Separaron a los hombres y ancianos de las mujeres y de los niños, y los encerraron en grupos separados: en la iglesia al primer grupo y en una casa al segundo.7 Durante toda la mañana procedieron a interrogar mediante torturas a los pobladores. Cada hombre, mujer y niño, al terminar la sesión de tortura, era ejecutado.

El mismo 11 de diciembre de 1981, los soldados mataron a más de veinte personas en el cantón La Joya; el día 12, unas treinta personas en el caserío La Ranchería; el mismo día, por unidades del batallón Atlácatl, los moradores del caserío Los Toriles; y el día 13, a los pobladores del caserío Jocote Amarillo y del cantón Cerro Pando.2

En El Mozote y en los demás caseríos fueron asesinadas más de quinientas personas identificadas, y varios centenares de víctimas que no han podido ser identificadas.2

De estas masacres existe el relato de testigos que las presenciaron, así como de otros que posteriormente vieron los cadáveres, que fueron dejados insepultos. En el caso de El Mozote, fue plenamente comprobada, además, por los resultados de la exhumación de cadáveres practicada en 1992, realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

A pesar de las denuncias públicas del hecho, de las fotografías de Susan Meiselas y de un enorme cúmulo de pruebas, las autoridades salvadoreñas no ordenaron ninguna averiguación y negaron permanentemente la existencia de la masacre.2

El ministro de Defensa y el jefe del Estado mayor han negado a la Comisión de la Verdad tener información que permita identificar a las unidades y oficiales que participaron en la Operación Rescate. Han expresado que no existen archivos de la época. 2

El presidente de la Corte Suprema ha tenido una injerencia parcializada y política en el proceso judicial iniciado sobre la masacre en 1990.

El 16 de enero de 2012 en el marco del veinte aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec y en nombre del Estado y en su calidad de comandante general de la fuerza armada salvadoreña el presidente Mauricio Funes pidió perdón a los familiares de las víctimas por los hechos ocurridos durante la masacre, y mencionó como responsables de la matanza al teniente coronel Domingo Monterrosa Barrios, el lugarteniente José Azmitia y el teniente coronel Natividad de Jesús Cáceres, causando un cierto nivel de repudio dentro de la Fuerza Armada. Además anunció una serie de medidas para la reparación moral y económica en favor de los habitantes del asentamiento, y su reconocimiento como “Bien Cultural” del país. El 2 de junio de 2019 fue retirado el nombre del coronel Domingo Monterrosa del cuartel militar de San Miguel por orden directa del recién juramentado presidente Nayib Bukele.2

Posteriormente, en una cadena nacional, realizada el día 25 de septiembre de 2020, el presidente Bukele aclaró que los archivos se encuentran extraviados y pudieron haber sido destruidos por los gobiernos anteriores.

Fuente:Wikipedia

 

El subsecretario del Estado, Thomas Enders, de la Administración Reagan sobre la masacre de El Mozote, el 8 de febrero de 1982, señaló: "No hay ninguna evidencia que confirme que las fuerzas gubernamentales [de El Salvador apoyadas por EE.UU.] masacraron sistemáticamente a los civiles en la zona de operaciones".


Enders hizo esta declaración una semana después de que en los periódicos norteamericanos empezaran a aparecer los testimonios de la masacre de cerca de 800 aldeanos inocentes en una campaña de contrainsurgencia contra las guerrillas de izquierda efectuada por el Gobierno salvadoreño derechista.