domingo, 19 de junio de 2011

1527-1546. CAMPAÑAS DE CARLOS I DE ESPAÑA Y V DEL SACRO IMPERIO. EL SACO DE ROMA.


La Liga de Cognac o Clementina, contra España, se constituyó el 2 de mayo de 1526. Estaba integrada por Francia, Florencia, Venecia, Francisco Esforza y el Papa Clemente VII, además contaba con el apoyo de Enrique VIII, cuyas relaciones con Carlos se habían enfriado. Por toda Italia sonaban los gritos de "mueran los españoles". Hungría había caído en poder del turco y Luís II de Hungría, cuñado de Carlos, había perdido la vida en la batalla de Mohacs. Fernando, hermano de Carlos y rey de Austria, se veía amenazado y urgía ayuda del Emperador. Las tropas imperiales, formadas por 45.000 hombres furiosos que culpaban a Clemente VII de sus sufrimientos y miserias, fueron inducidos por Carlos de Borbón a saquear Roma, como recompensa de las pagas siempre pendientes. Carlos de Borbón murió en el asalto, como "pago" por la ofensa inferida al representante de Dios en la Tierra, y el 6 de mayo de 1527 se iniciaba el famoso Saco de Roma. Las tropas se dedicaron a un brutal saqueo, al pillaje y a la violación de las mujeres que encontraron en su camino. Un mes después el Papa, que se había refugiado en el Castillo de Sant Angelo, se convertía en prisionero del Emperador. Siete meses después se le concedió la libertad tras ceder algunas plazas italianas y realizar el pago de 300.000 ducados para soldada del ejército. El 5 de Junio de ese año murió Mercurino Grattinara. Carlos no nombró sustituto y asumió todo el poder ejecutivo y absoluto.
En 1528, Francisco I lleva a cabo una fuerte ofensiva sobre las posesiones españolas en Italia, hasta Nápoles se ve amenazada por la ambición del francés y la presión de un considerable ejército. Además, la relación de Carlos con Enrique VIII se había debilitado desde caída en desgracia de su tía Catalina, que era la mejor aliada del Emperador en Inglaterra. Para solucionar los problemas con Enrique, Carlos, por medio de su tía Margarita, entabló, con buenos resultados, una campaña de desprestigio del cardenal Wosley, dirigida desde los Países Bajos,  pues se le consideraba inductor del divorcio del rey y de las presiones diplomáticas que pesaban sobre sobre Carlos, como protesta por el saco de Roma, la cautividad de los hijos del rey francés  y por no haber asumido su compromiso con María Tudor. Pero el sitio francés de Nápoles era lo más grave, pues el ejército de tierra contaba con el apoyo de la escuadra de Andrea Doria en las costas. La situación española llegó a ser desesperada, pero la buena estrella de Carlos brilló de nuevo, pues Andrea Doria cambió de bando y el ejército francés, diezmado por la peste y alejado de sus bases, tuvo que rendirse. La decisión del marino Genovés y el apoyo de los banqueros italianos fue decisiva, desde entonces, para afianzar el poder español en Italia.
Carlos estaba harto de la actuación de Francisco I y le desafió a un duelo entre los dos para cortar las permanentes constantes luchas con Francia, pero Francisco supo evitar el cuerpo a cuerpo e incluso encarceló, por su insistencia, al embajador español en París, e intermediario en el desafío, Nicolás Perrenot Granvela.
En el conflicto entre los dos gobernantes intervinieron, con gran habilidad, la reina madre francesa, Luisa de Saboya, y Margarita de Austria que ya había concertado la tregua con Inglaterra.  Las dos mujeres, reunidas en Cambrai el 5 de Julio, consiguieron que se firmara la paz, como remate del Tratado de Madrid. Carlos renunciaba a la Borgoña y Francisco a sus aspiraciones en Italia y en Flandes. Además, entregaría 300.000 ducados a Enrique VIII, como satisfacción una deuda de Carlos con el inglés, y  dos millones de escudos por la liberación de sus dos hijos, rehenes en España. Con la boda, todavía pendiente, con Leonor y su disposición a cooperar con el Emperador en la guerra contra el turco, se completaba el acuerdo. La negociación entre las dos damas llevo el tratado a la historia  como "La Paz de las Damas".
(Ofrecemos dos versiones diferentes del acontecimiento que podéis ampliar pinchando en cada uno de los enlaces sobre este párrafo).
El poder imperial se consolidaba en Italia, y el 5 de noviembre de 1929, firmada la paz con el Papa, Carlos hace su entrada triunfal en Bolonia, cortejado por tres mil soldados de los tercios españoles. Clemente VII, con su colegio cardenalicio, le recibe en la plaza de San Petronio. El Emperador le saluda en español y la coronación queda fijada para el 24 de febrero siguiente, aniversario de su nacimiento, siguiendo la tradición vigente, desde tiempos de Carlomagno, de proceder a una segunda coronación en Roma tras la celebrada en Aquisgrán. Durante los cuatro meses que restaban, Carlos recorrió algunos de los estados italianos reforzando su posición y relaciones con sus gobernantes.
En 1531, ante las presiones de su hermano Fernando, decide que éste sea coronado Rey de Romanosen Aquisgrán. A la muerte de su tía Margarita, Gobernadora de los Países Bajos, nombró para este cargo a su hermana María, viuda de Luís II de Hungría; cargo que aceptó María con la condición de no volver a casarse. María gobernó con eficacia 23 años. Estas dos mujeres fueron las de mayor talla política y calidad humana del siglo XVI.
En Alemania el problema religioso se acentuaba. Ocho príncipes protestantes y once ciudades formaron la Liga de Schmalkalda. Clemente VII y Francisco I volvieron a unirse tras concertar el matrimonio de la sobrina del Papa, María de Médicis, y el hijo del rey francés, Enrique. En agosto de 1532, los turcos penetraron en Austria, pero las tropas imperiales, bajo el mando de Fernando I de Austria, obligaron a Solimán a levantar el sitio de Viena. En septiembre, los turcos fueron vencidos en Gratz y se retiraron a sus fronteras. Carlos regresó a España.
En 1535, la armada imperial, bajo el mando de Andrea Doria, tomó la Goleta, plaza fortificada al norte de Túnez. Carlos participó en la deseada cruzada contra el infiel a bordo de la galera Bastarda, atacó Túnez y forzó a Barbarroja, pirata a las órdenes de Solimán, a adentrarse en el desierto. A todo esto Francisco I se había apoderado de la Saboya. La tregua de Niza, auspiciada por el papa Paulo III, sucesor de Clemente VII, y por María de Hungría se firmó el 13 de julio de 1537.
En 1539, año en el que había muerto Isabel de Portugal, Carlos tuvo que enfrentarse a la rebelión de Gante, su ciudad natal. Los de Gante, que cometieron todo tipo de salvajadas en calles e iglesias, se habían rebelado por los excesivos impuestos que tenían que pagar para mantener las guerras con Francia y pidieron ayuda a Francisco I. Ayuda que éste les negó, debido a la reciente paz con España. Además, permitió el paso de las tropas españolas por Francia e incluso recibió en París al Emperador y le agasajó con grandes festejos.
El 14 de Febrero de 1940 entra en Gante con 5000 mercenarios alemanes. Tres días después comenzó la actuación de los tribunales de justicia y el terror se extendió por la ciudad, rodaron numerosas cabezas que se exhibieron clavadas en picas. Se suprimieron los privilegios y libertades y se obligó a gran parte de los ciudadanos a desfilar vestidos de negro y con la cabeza descubierta ante el Emperador, y a los cabecillas a pedir perdón de rodillas. Después se arrasó parte de la ciudad y en esa zona se construyó un castillo, como amenaza permanente. Carlos, con la intención de encontrar una solución duradera para los Países Bajos, propuso la boda de su hija bastarda, María, con el segundo hijo de Francisco I, el Duque de Orleáns, pero, con sorpresa del Emperador, el rey francés no aceptó el trato. Así, Francisco, tenía las manos libres para seguir incordiando en el futuro, como de hecho ocurrió. (Los enlaces de este párrafo corresponden a algunas viñetas de  las historietas que los flamencos distribuyeron entre los niños muchos años más tarde).

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