domingo, 19 de junio de 2011

1270- 1272 . OCTAVA y NOVENA CRUZADA


Abortada por la aniquilación del grueso de las tropas, por manos los turcos otomanos.
La perdida de Jaffa y de Antioquía (1268) Hacia proveer un inmediato fin de los establecimientos cristianos en Oriente. Ello Movió a Luis IX a tomar nuevamente la cruz. Probablemente cediendo a los deseos de su hermano Carlos de Anjou, rey de Nápoles y de Sicilia, deseoso de liberarse de los piratas que asolaban las cosas de los estados, el monarca Francés decidió atacar al Islam por la retaguardia. Desde Aigües-Mortes, donde embarco el 1 de agosto de 1270, puso rumbo a Túnez. 

Luis IX fue el último monarca europeo que emprendiera el camino de las Cruzadas contra los musulmanes.
La octava Cruzada, en 1270, llevó a Luis frente a Túnez, ciudad a la que puso sitio. Si bien al rey lo impulsaban móviles religiosos, no era el caso de su hermano, el bastante más terrenal Carlos de Anjou,  rey de Nápoles, cuyos intereses en Italia, que lo vincularon estrechamente al papado, lo pusieron en situación de acabar con la competencia de los mercaderes tunecinos del Mediterráneo.
La expedición fue un desastre. Buena parte del ejército fue atacado por la disentería o, según el historiador Fernand Destaing, por la fiebre tifoidea, al igual que el propio Luis IX, que murió durante el sitio sin haber conseguido su objetivo, el 25 de agosto de 1270.

 La expedición quedo al mando de Carlos de Anjou, quien obtuvo del sultán tunecino un ventajoso tratado (1270). En 1274 el papa alentó una nueva expedición, a la que prometio su ayuda el emperador Rodolfo de Habsburgo; pero no paso de ser un proyecto
Aun en el s. XIV la cristiandad organizo varias campañas contra los infieles, que no pueden ser calificados de cruzada.
Luis IX de Francia (el Greco)
Consecuencias De Las Cruzadas  
La expulsión de los latinos de Tierra Santa no puso fin a los esfuerzos de los cruzados, pero la respuesta de los reyes europeos y de la nobleza a nuevas convocatorias de Cruzadas fue débil, y las posteriores expediciones se llevaron a cabo sin ningún éxito. 
Dos siglos de Cruzadas habían dejado poca huella en Siria y Palestina, salvo numerosas iglesias, fortificaciones y una serie de impresionantes castillos, como los de Marqab, en la costa de Siria, Montreal, en la Transjordania, el krak de los Caballeros, cerca de Trípoli y Monfort, cerca de Haifa (Israel).
 Los efectos de las Cruzadas se dejaron sentir principalmente en Europa, no en el Próximo Oriente. Los cruzados habían apuntalado el comercio de las ciudades italianas, habían generado un interés por la exploración del Oriente y habían establecido mercados comerciales de duradera importancia. Los experimentos del Papado y de los monarcas europeos para obtener los recursos monetarios para financiar las Cruzadas condujeron al desarrollo de sistemas de impuestos directos de tipo general, que tuvieron consecuencias a largo plazo para la estructura fiscal de los estados europeos. Aunque los estados latinos en el Oriente tuvieron una corta vida, la experiencia de los cruzados estableció unos mecanismos que generaciones posteriores de europeos usarían y mejorarían, al colonizar los territorios descubiertos por los exploradores de los siglos XV y XVI.

 https://es.wikipedia.org/wiki/Octava_Cruzada

La Novena Cruzada es muchas veces considerada como parte de la Octava Cruzada. El príncipe Eduardo de Inglaterra, después Eduardo I, se unió a la Cruzada de Luis IX de Francia contra Túnez, pero llegó al campamento francés tras la muerte del rey. Tras pasar el invierno en Sicilia, decidió continuar con la Cruzada y comandó sus seguidores, entre 1000 y 2000, hasta Acre, adonde llegó 9 de mayo de 1271. También le acompañaban un pequeño destacamento de Bretones y otro de flamencos, liderados por el Obispo de Lieja, que abandonaría la campaña en invierno ante la noticia de su elección como nuevo Papa, Gregorio X.
En 1268 Baybars, el sultán mameluco de Egipto, había conquistado el Principado de Antioquía, y ya había reducido el Reino de Jerusalén, a una pequeña franja de tierra entre Sidón y Acre. Las fuerzas de Eduardo eran insuficientes para forzar una guerra abierta con los mamelucos, con lo cual la campaña se redujo a una serie de escaramuzas al no poder concretar Eduardo una acción conjunta con los mongoles del Ilkanato, pues a pesar de que Abaqa envió a saquear la Siria del norte una fuerza de varios miles de jinetes, éstos se retiraron ante el avance del ejército mameluco.
Finalmente, tras un año de conflicto, el príncipe Eduardo comprendió que con tan exiguas fuerzas estaba perdiendo el tiempo. La Cruzada acabó con la firma de una tregua por 10 años el 22 de mayo de 1272 en Cesarea. No obstante, era conocida por todos la intención de Eduardo de volver en el futuro al frente de una Cruzada mayor y más organizada, por lo que Baybars intentó asesinarlo mediante los Hashshashin, uno de los cuales apuñaló al príncipe con una daga envenada el 16 de junio de 1272. La herida no fue mortal pero Eduardo estuvo enfermo varios meses, hasta que su salud le permitió partir de vuelta a Inglaterra el 22 de septiembre de 1272.

https://es.wikipedia.org/wiki/Novena_Cruzada

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