martes, 7 de febrero de 2017

TERROR BLANCO

Con el nombre de Terror Blanco se conoce a la violencia de masas y a las atrocidades perpetradas contra la población, durante la Revolución rusa y la Guerra Civil Rusa, por el Ejército Blanco, algunos ejércitos extranjeros y los oponentes al gobierno soviético. El terror afectó principalmente a los partidarios y simpatizantes de la revolución, a los grupos guerrilleros y a quienes servían en los órganos del gobierno soviético.
El Terror Blanco comenzó desde el momento mismo en que los sóviets asumieron el control del gobierno en noviembre de 1917 y continuó hasta la derrota final de los ejércitos blancos y la intervención extranjera en 1921. Diversos historiadores hacen hincapié en que el Terror Blanco fue premeditado y sistemático, ya que las órdenes venían de los altos funcionarios del Movimiento Blanco, así como por medio de acciones legislativas de los distintos regímenes blancos.
Algunos historiadores remontan el comienzo del terror blanco al 28 de octubre de 1917 (del calendario antiguo), cuando en Moscú, un grupo de cadetes contrarrevolucionarios tomaron el control del Kremlin de Moscú capturando al destacamento del 56° Regimiento de Reserva. Los soldados recibieron la orden de alinearse, con el pretexto de marchar delante del monumento de Alejandro II, una vez desarmados los rebeldes se pusieron a disparar a los prisioneros, matando a unas 300 personas.
Otros historiadores, en cambio, remontan el terror blanco a la represión del régimen zarista contra los revolucionarios, comenzando en 1866 tras el fallido intento de asesinato del zar Alejandro II.
Un personaje fundamental para la llevada a cabo del Terror Blanco fue Lavr Kornílov, quien durante la campaña de invierno en el sur de Rusia, dijo: «Os doy una orden muy cruel: no toméis prisioneros! Acepto la responsabilidad por este orden ante Dios y el pueblo ruso.» Sentenciando que: «cuanto mayor sea el terror, mayor será nuestra victoria.» Juró que los objetivos de sus fuerzas debían cumplirse incluso si para ello era necesario «prender fuego a la mitad del país y derramar la sangre de las tres cuartas partes de todos los rusos.»3
Si bien es casi imposible determinar la dimensión que tuvo el Terror Blanco, abundan los testimonios sobre las atrocidades cometidas. Por ejemplo, a comienzos de 1918 bandas de oficiales de Kornilov dejaron 500 muertos en una aldea del Don.4 Durante el alzamiento armado de Kiev los hombres de Symon Petlyura utilizaron el terror, al mismo tiempo que combatían al Ejército Rojo para subyugar a la población y a las fuerzas pro-soviéticas. Después de irrumpir en el Arsenal de la ciudad el 4 de febrero de 1918, más de 300 trabajadores fueron masacrados. En total, alrededor de 1500 trabajadores y guardias rojos fueron asesinados durante dicho levantamiento.
Según el oficial blanco N. Bogdanov, después de ser interrogados los oficiales bolcheviques prisioneros solían ser ejecutados. En la zona de Krukkovsky esta práctica fue particularmente cruel. De acuerdo a su testimonio, en muchos casos a causa del odio a los bolcheviques muchos oficiales blancos se divertían disparándo a los soldados soviéticos capturados.
Después del asesinato de Kornilov, en abril de 1918, la dirección del denominado Ejército de Voluntarios pasó a manos de Antón Denikin, quien incremento la violencia hacia la población judía.

El Movimiento Blanco, cuyo brazo militar es conocido como Ejército Blanco o Guardia Blanca , estaba formado por fuerzas nacionalistas contrarrevolucionarias rusas, en muchos casos pro-zaristas, que tras la Revolución de Octubre lucharon contra el Ejército Rojo (al igual que el nacionalista Ejército Verde) durante la Guerra Civil Rusa desde 1918 hasta 1921. Fueron apoyados por los gobiernos occidentales ante la amenaza de una revolución comunista mundial.
El extendido antisemitismo del Imperio ruso se extendió entre los oficiales, transformándose a comienzos del siglo XX de religioso a racial. Los judíos no podían ascender a oficiales, aunque sí servir en el Ejército. Considerados malos soldados y alborotadores que propagaban ideas subversivas, los militares rara vez intervenían en los desmanes contra la población judía.
Los oficiales «blancos» convirtieron su obsesión por el «agitador judío», heraldo de las nuevas ideas que «contaminaban» la pureza rusa,  en pieza esencial de su ideología. Con un odio patológico, los militares acusaban a los judíos de cualquier revés, asociando a los judíos en conjunto con el régimen bolchevique. El uso de los judíos como cabezas de turco de lo que consideraban males de Rusia evitaba además tener que hacer un análisis de las exigencias y problemas reales del país.
A pesar del rechazo formal de los pogromos, que supusieron la muerte de unas 100.000 personas en Ucrania, los generales blancos no los impidieron.

El origen histórico de la palabra progromo se remonta a 1881, cuando el zar Alejandro II fue asesinado en la ciudad de San Petersburgo por Ignacy Hryniewiecki, lo cual produjo en la Rusia meridional una oleada de violencia que se prolongó hasta 1884. Se calcula que, como consecuencia del pogromo, cerca de dos millones de judíos rusos emigraron hacia los Estados Unidos y Argentina en el periodo comprendido entre 1880 y 1920. Ése no fue el único brote antisemita ocurrido en Rusia. Son numerosos los pogromos documentados durante la Revolución rusa de 1917 y la posterior Guerra Civil Rusa (1918-1921); así, durante la Revolución Bolchevique, los judíos acaudalados fueron, como el resto de las clases acomodadas, duramente perseguidos. Y, por su lado, la participación de colectivos judíos menos favorecidos, en favor de la revolución, motivó su posterior represión por parte del Ejército Blanco.

FUENTES:




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