martes, 14 de febrero de 2017

DESKULAKIZACION Y GENOCIDIO UCRANIANO




La deskulakización fue la campaña soviética de represión política contra los campesinos más ricos o kuláksy sus familias, la cual, entre sus arrestos, deportaciones y ejecuciones, terminó afectando muy gravemente a millones de personas en el período 1929-1932.
Los campesinos más ricos ya habían sido marcados como “enemigos de clase” por el gobierno de Iósif Stalin. Más de 1,8 millones de ellos serían deportados entre 1930 y 1931.
Tras la abolición de la servidumbre por Alejandro II a finales del siglo XIX se liberó a veintidós millones y medio de siervos, creándose el campesinado como clase social.
 
Gulag


En 1906 Piotr Stolypin crea una nueva reforma con la intención de crear un grupo de campesinos prósperos que apoyaran el gobierno del Zar. En 1912, el 16% de los granjeros rusos tenía al menos 32.000 m² por cada varón de la familia (un umbral usado para delimitar la clase media con los campesinos adinerados). El campesinado se dividió en tres clases: bednyáks : los más pobres; serednyáks: la clase media; y kuláks : los granjeros ricos. Además, estaban los batráks, que eran los agricultores sin tierra.

Tras la Guerra Civil Rusa, los bolcheviques expropiaron la tierra a la nobleza y a los terratenientes (kuláks) estatalizándola, produciendo un reparto de tierras entre los agricultores o la continuidad de la propiedad. Con el tiempo algunos campesinos consiguieron prosperar. Estos pequeños propietarios de tierras vivían medianamente acomodados, siendo del 5% al 7% de la población soviética.

Iosif Stalin
Los nuevos campesinos propietarios de tierras que prosperaban mediante medios capitalistas, fueron considerados por los bolcheviques como una burguesía agraria, iniciándose la colectivización total en 1929. La clase agricultora en general se mostró contraria a la colectivización provocando movimientos anti-soviéticos que, unidos al creciente sentimiento nacionalista de Ucrania, se convirtieron en un peligro para el estado soviético.
Se inició un enfrentamiento entre las fuerzas del Estado y los campesinos insurgentes que fueron denominados kuláks de forma genérica. Especialmente esto se dirigió contra el próspero campesinado de Ucrania.
En enero de 1930, el comité central del partido comunista decide la supresión de las propiedades de 25 millones de familias campesinas y la creación de 250.000 cooperativas y granjas estatales a las cuales deben ser trasferidas las tierras, el ganado y el material agrícola sustraídos a los campesinos. 

El partido envía a las zonas rurales comisiones de militantes que tiene como objetivo desenmascarar a los kulaks y acusarlos de sabotear la construcción del socialismo. Apoyados por la policía, tienen carta blanca para matar a los kulaks y a sus familias o deportarlos a Siberia o al archipiélago Gulag, un gran astillero que une el Báltico con el mar Blanco donde mueren de hambre, frío o de agotamiento.

Los Kulaks eran granjeros ricos, pero no tanto como los ricos propietarios ya asesinados durante la guerra civil. Podían tener algún obrero empleado y debido a su competencia como agricultores tenían un poco más de dinero que los demás y eran más productivos que sus vecinos que, envidiosos, muchas veces les acusaron de Kulaks. Los criterios para definir quién es kulak y quien no, son vagos, lo que permite a las comisiones, brigadas y GPU (Gosudárstvennoye Politícheskoye Upravlénie) antigua Cheka, liquidarlos o exterminarlos como clase social, robándoles hasta las casas y la ropa.
El 2 de marzo de 1930 Stalin acusa a las comisiones de actuar con demasiado “celo” y dice que la colectivización debe ser voluntaria, “autorizando “a todos los campesinos a abandonar las granjas colectivas provocando la huida de la mitad de los campesinos pobres y de clase media. En 1937 la colectivización es total.

El balance es terrorífico. Stalin reconoció ante Churchill en agosto de 1942  la cifra de 10.000.000 de campesinos matados o deportados. Idéntica cifra que los sovietólogos que estimaban de 10 a11 millones las personas deportadas de las que una tercera parte había sido asesinada en su mismo terreno, otra tercera parte en el trayecto y el resto enviada a campos de concentración y muerta en el exilio.
En Kazajstan donde la población era nómada, fueron obligados al sedentarismo forzoso, habría habido en 1930 un millón de muertos  de los 4 millones que tenía la población.
Una política solo puede ser considerada como genocida si está dirigida contra un grupo específico con la intención de destruirlo como tal. Es lo que ocurre en la destrucción de los kulaks. Los métodos genocidas empleados contra ellos sirvieron para obligar a los otros campesinos a la colectivización. En el caso de la hambruna organizada en Ucrania en 1932-1933 está claro. Podemos decir que hubo genocidio.

Existen dos puntos de vista fundamentales y opuestos sobre los responsables políticos de la tragedia, y muchos puntos de vista intermedios entre estos. Según el primer punto de vista, el Holodomor habría sido un acto intencional de exterminio desatado por el poder central soviético encabezado por Iósif Stalin, y en particular, contra la nacionalidad ucraniana.
 Según el otro punto de vista, la tragedia habría sido consecuencia de una mala cosecha unido a la política de requisas del grano impuestas por el poder soviético a los campesinos con pequeñas propiedades, como medida punitiva para forzar la colectivización obligada, que dio como consecuencia la hambruna, no sólo en Ucrania, sino también en otras zonas agrícolas de la Unión Soviética. El poder soviético de la época culpaba de la escasez de grano que impedía alcanzar las cuotas fijadas de alimentos al sabotaje -y a la guerra a la colectivización- emprendidos por los campesinos ricos, llamados kuláks, que habrían acaparado y destruido las cosechas y ganados, como método de oponerse al proceso de colectivización, justificando así las requisas efectuadas.

La naturaleza genocida del crimen ha sido probada ya que las victimas pertenecen al grupo nacional ucraniano, aun cuando el estado soviético haya disimulado, tras el concepto de clase, la identidad nacional y religiosa de esas víctimas; y tras la colectivización forzada , las prácticas de tamizaje étnico.
Desde la primavera de 1932, momento en que comienza el hambre, hasta 1933, momento en que Stalin ordena interrumpir las requisas, sobre un total de 20 a 25 millones de campesinos ucranianos, hasta cinco millones (según cifra probadas por los historiadores que se basan en el agujero demográfico) mueren de hambre por ser campesinos ucranianos.
Hacia noviembre de 2011, la propia Ucrania y 22 gobiernos de otros países han denominado a las acciones del gobierno soviético como un acto de genocidio. La declaración conjunta de las Naciones Unidas de 2003 ha definido la hambruna como el resultado de políticas y acciones "crueles" del régimen totalitario que causaron la muerte de millones de personas de etnias como la ucraniana, rusa, kazaja y otras. El 23 de octubre de 2008, el Parlamento Europeo adoptó una resolución en la que se reconocía el Holodomor como un crimen contra la humanidad.

PERPETRADORES

Yefim Yevdokímov
  



FUENTES

"El estado criminal" de Ives Ternon
Wikipedia
Wikipedia2


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