sábado, 2 de julio de 2011

1877-78 GUERRA RUSO-TURCA


También conocida como la guerra de Oriente, tuvo sus orígenes en el objetivo del Imperio Ruso de conseguir acceso al mar Mediterráneo y liberar del dominio otomano a los pueblos eslavos de los Balcanes. Las naciones balcánicas liberadas indirectamente por la acción rusa tras casi 400 años de dominación turca aún consideran esta guerra como el segundo comienzo de su nacionalidad. De ahí los títulos alternativos agregados a ella en las historiografías nacionalistas del siglo XX, tales como la Guerra Rumana de Independencia, la Guerra Búlgara de Independencia, etc.
Mijaíl Dmitrievich Skobelev

https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_ruso-turca_(1877-1878)

El desarrollo del nacionalismo entre los pueblos de los Balcanes, impulsado por los intereses de los países vecinos y de las potencias europeas, fue la causa de la disgregación del Imperio Otomano.
El nacionalismo se arraigó con gran fuerza en este imperio y, en 1830, Grecia ya había conseguido independizarse. En 1860 hicieron lo mismo los principados rumanos de Valaquia y Moldavia, que se unieron formando un año después el Estado de Rumania, con Carlos I de Hohenzollern como primer monarca.
La agitación terminó con la guerra ruso-turca de 1877 y el Tratado de San Estéfano, que estipulaba la independencia de Serbia y Rumania, la creación de Bulgaria y la autonomía de Bosnia Herzegovina. Sin embargo, potencias como Inglaterra y Austria no aceptaron este tratado, por lo que Otto von Bismarck ofició de árbitro y forzó a Rusia a someter las cláusulas del tratado a la ratificación del Congreso de Berlín. Este pacto arregló la cuestión de oriente de la siguiente manera:
1. Montenegro, Serbia y Rumania quedaron independientes.
2. Macedonia fue colocada de nuevo bajo la autoridad del sultán; Rumelia, constituida en provincia autónoma, y Bulgaria, en principado.
3. Rusia recibió Besarabia y algunos territorios del Asia. Austria obtuvo el derecho a ocupar Bosnia Herzegovina.

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