viernes, 21 de febrero de 2014

Alejo Julio Argentino Roca



(San Miguel de Tucumán, 17 de juliode 1843Buenos Aires, 19 de octubre de 1914) fue un político, militar y estadista argentino, artíficie de la Conquista del Desierto, dos veces Presidente de la Nación-entre 1880 y 1886 y entre 1898 y 1904- y máximo representante de la Generación del Ochenta que dirigió la política argentina durante más de treinta años a través del Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas fuerzas, lo que le valió el mote de "el Zorro"
Después de que Adolfo Alsina muriera en 1877, el general Julio Argentino Roca fue nombrado nuevo ministro de Guerra por el presidente Avellaneda. Pero, en contraste con su antecesor Alsina, Roca creía que la única solución contra la amenaza de los indígenas era subyugarlos, expulsarlos, o asimilarlos. La política de contención del indio en las fronteras no había dado resultados satisfactorios.
El general Roca presentó su proyecto de realizar una serie de incursiones militares llamadas en su conjunto «conquista del desierto» que se llevarían a cabo con una conjunción entre fuerzas militares nacionales más guerreros de las tribus aliadas. La finalidad era dar por término a los constantes ataques indios, y al mismo tiempo, incorporar a los esquemas productivos de la Argentina los territorios pampeanos y patagónicos donde las distintas tribus amerindias habitaban, afianzando definitivamente la soberanía nacional.

Tras la Conquista del Desierto, sucesivas campañas lanzadas contra los últimos grupos mapuchesindependientes, como las de 1881 y 1882, permitieron incorporar los actuales territorios de Neuquén y sur de Río Negro. Otras campañas permitieron ocupar el actual territorio de Chubut, hasta la rendición final del cacique Sayhueque, el primer día del año 1885
Roca, al mando de un ejército moderno y bien pertrechado, sometió la tenaz pero inútil resistencia que pudieron ofrecer los otrora indomables mapuches, causando una gran cantidad de víctimas y desplazando a las poblaciones restantes a regiones periféricas. En esos mismos años, la misma etnia de los mapuches fue también derrotada, en este caso por el estado chileno, durante la Ocupación de la Araucanía, denominada en los documentos oficiales chilenos como «pacificación de la Araucanía».
Se estima que la campaña argentina fue causa directa de la muerte de más de mil indígenas (hombres, mujeres y niños).
Las tribus que sobrevivieron fueron desplazadas a las zonas más periféricas y estériles de la Patagonia. Unos 10 000 nativos fueron tomados prisioneros, y unos 3000 enviados a Buenos Aires, donde los separaban por sexo, a fin de evitar que procrearan hijos: a las mujeres las repartieron por los diferentes barrios de la ciudad como sirvientas, mientras una parte de los hombres se envió a la isla Martín García, donde murieron, en su gran mayoría, a los pocos años de reclusión.


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