Leyendo y escuchando las noticias diarias de este año, no me cabe ninguna duda: El infierno está aquí.
Ucrania, Irak, Israel, Siria, Palestina, El ébola.
Podríamos seguir con más y más nombres que aseguran que el más allá escogido por nuestro justiciero bíblico para castigar a los malvados no está o , para los creyentes, no solo está, despues de la muerte sino que , además, nos ha construido aquí (recordemos que nada existe si El no lo quiere) un infierno no menos cruel y duro que el que nos contaban los curas en la escuela.
Etiopía, Liberia, Congo, Costa de Marfil, Africa completa. El infierno está en Africa y Asia y... mejor no seguimos, porque está claro que está aqui y ahora.
Lo que ya no tengo tan claro que clase de pecado han podido cometer tantos niños, mujeres y hombres inocentes para tener que sufrir ese castigo y tener como único sueño en la vida escaparse de él en una patera o esperar que al vecino terrorista de al lado que amparado por las naciones ricas que hacen la vista gorda no se les ocurra seguir lanzando misiles con la disculpa que mata a otros terroristas como él.
Parece que el virus del ébola solo nos asusta porque amenaza con salir del infierno y alcanzar nuestro pequeño paraiso europeo y americano para agrandar su espacio vital y hacerse un hueco entre nosotros, empeorando nuestros pequeños purgatorios privados: el paro, la corrupción, la insolidaridad, etc, etc,
Quizás cuando queramos espabilar ya sea demaseado tarde para ver que nuestro mayor y único pecado es la avaricia. La avaricia de nuestros antepasados que crearon el llamado tercer mundo y la avaricia de nuestros gobernantes del presente que solo piensan en forrarse a lo bestia no se sabe muy bien para qué.
Quizás será demasiado tarde cuando se den cuenta que a la enfermedad que hay que combatir no es el Evola ni la guerra, ni el hambre, ni la corrupción, ni la esclavitud sino otra que se está extendiendo por todo el planeta con una fuerza increible.
Sí. Lo adivinaron. Esta enfermedad epidémica planetaria es....
LA ESTUPIDEZ
Ucrania, Irak, Israel, Siria, Palestina, El ébola.
Podríamos seguir con más y más nombres que aseguran que el más allá escogido por nuestro justiciero bíblico para castigar a los malvados no está o , para los creyentes, no solo está, despues de la muerte sino que , además, nos ha construido aquí (recordemos que nada existe si El no lo quiere) un infierno no menos cruel y duro que el que nos contaban los curas en la escuela.
Etiopía, Liberia, Congo, Costa de Marfil, Africa completa. El infierno está en Africa y Asia y... mejor no seguimos, porque está claro que está aqui y ahora.
Lo que ya no tengo tan claro que clase de pecado han podido cometer tantos niños, mujeres y hombres inocentes para tener que sufrir ese castigo y tener como único sueño en la vida escaparse de él en una patera o esperar que al vecino terrorista de al lado que amparado por las naciones ricas que hacen la vista gorda no se les ocurra seguir lanzando misiles con la disculpa que mata a otros terroristas como él.
Parece que el virus del ébola solo nos asusta porque amenaza con salir del infierno y alcanzar nuestro pequeño paraiso europeo y americano para agrandar su espacio vital y hacerse un hueco entre nosotros, empeorando nuestros pequeños purgatorios privados: el paro, la corrupción, la insolidaridad, etc, etc,
Quizás cuando queramos espabilar ya sea demaseado tarde para ver que nuestro mayor y único pecado es la avaricia. La avaricia de nuestros antepasados que crearon el llamado tercer mundo y la avaricia de nuestros gobernantes del presente que solo piensan en forrarse a lo bestia no se sabe muy bien para qué.
Quizás será demasiado tarde cuando se den cuenta que a la enfermedad que hay que combatir no es el Evola ni la guerra, ni el hambre, ni la corrupción, ni la esclavitud sino otra que se está extendiendo por todo el planeta con una fuerza increible.
Sí. Lo adivinaron. Esta enfermedad epidémica planetaria es....
LA ESTUPIDEZ
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