viernes, 8 de agosto de 2014

Juan XII

Juan XII (* Roma, (¿937?) – † 14 de mayo de 964) Papa nº 130 de la Iglesia católica (de 955 a 964) a los 18 años de edad.

Juan XII
También conocido como "El Papa Fornicario", hijo ilegítimo de Alberico II y, por tanto nieto de Marozia (amante de Sergio III) y bisnieto de Teodora (esposa del senador romano Teofilacto I) que fueron muy influyentes durante el periodo conocido como la pornocracia. Fue impuesto por su padre antes de su muerte en 954, y elegido papa tras la muerte de Agapito II.
De nombre Octaviano, tenía en el momento de su elección menos de dieciocho años y una nula formación, tanto mundana como religiosa. Informes de su tiempo concuerdan con su desinterés por lo espiritual, su afición a placeres groseros y su vida disoluta sin inhibiciones.1 Al acceder al pontificado tomó el nombre de Juan XII.
Durante su pontificado, considerado como uno de los más nefastos de la historia de la Iglesia por la catadura moral del pontífice, el rey de Italia Berengario II de Italia intentó extender su soberanía sobre territorios de la Iglesia lo que impulsó a Juan XII, en 960 a solicitar la ayuda del rey alemán Otón I, ofreciéndole como recompensa la corona imperial.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_XII



En el año 955 el nieto de la prostituta -después de varios encuentros sangrientos- pudo tomar el trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. Llegó a estar tan corrompido que los  cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra él. Este rehusó presentarse para contestar a las acusaciones y  en vez de esto ¡los amenazó con excomulgarlos a todos! Aún así le hallaron culpable de varios crímenes  y pecados, incluyendo los siguientes: hizo  prender fuego a varios edificios, bebió un brindis dedicado  al demonio, jugó a los dados e invocó la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y  fue enormemente inmoral. Tan viles fueron sus acciones, que incluso el noble obispo católico de Cremorne, Luitprand, dijo de él: “Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público, porque el papa Juan no tenía respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que él faltaba al respeto a las tumbas de los santos apóstoles Pedro y Pablo”. Levantó la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en “una casa de prostitución pública”(Patrologine Latinae Vol. 136, pag. 900) y fue descrito por el Liber Latinaes (Vol.2 p.246) con las siguientes palabras: “Pasó toda su vida en adulterio”. Finalmente, su vida terminó mientras cometía  adulterio: el furioso esposo de 1a mujer lo mató (Italia Medieval p.331-336) 
 

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