AVIÓN A REACCION
Los antecesores directos de los aviones de reacción fueron producidos en Alemania. En 1939, el avión experimental He 178 —el primero en emplear un turborreactor como medio de propulsión— realizó su primer vuelo. En 1942, en plena guerra, la empresa Messershmidt equipó su avión Me 262 con un motor de reacción, convirtiéndolo en el primer caza de este tipo en la historia de la aviación.
El primer caza de reacción, el Me 262 alemán en 1944
Hoy en día, de los cazas de última generación a los bombarderos estratégicos, los aviones de combate más modernos están dotados con potentes motores de reacción que les proporcionan una velocidad enorme y un alto grado de maniobrabilidad.
Los misiles de crucero
La creación de los misiles guiados iba en conjunto con el desarrollo de los sistemas de estabilización en el aire por medio de un giróscopo. Varios diseñadores en EEUU, la URSS, Alemania y otros países experimentaron con las aeronaves capaces de mantener su trayectoria de manera automática.
Los primeros prototipos de los futuros misiles de crucero fueron elaborados en Alemania en los años 30. Las obras se intensificaron en 1942, y en 1944 Londres sufrió el primer ataque de la historia perpetrado por “las bombas voladoras” V-1.
Los misiles balísticos
El famoso constructor alemán Wernher von Braun, antes de convertirse en el fundador de la industria espacial de EEUU, trabajó en varios proyectos de armamentos para la Alemania nazi.
Una de sus obras más destacadas ha sido el primer misil balístico del mundo, el V-2, probado en 1942 y lanzado ofensivamente por primera vez en 1944. El misil tenía un alcance de 320 kilómetros y volaba a una altura de 100 kilómetros. También, el V-2 fue el primer objeto en realizar un vuelo suborbital, alcanzando los 188 kilómetros de altura en 1944.
En total, durante la guerra, Alemania lanzó más de 3.200 misiles de este tipo, en su mayoría contra el territorio del Reino Unido.
Los lanzamisiles múltiples
El sistema BM-13 —la famosa Katiusha— desarrollada por la URSS en 1941 ha sido el primer ejemplo de un sistema de artillería de misiles autopropulsado.
El verdadero horror para la infantería alemana, los lanzamisiles múltiples BM-13 fueron buscados por la inteligencia nazi, por lo cual al verse ante la necesidad de retirarse, la tripulación del vehículo soviético solía hacer volar todo el equipo para guardar sus secretos.
Las armas nucleares
La cima de las armas de destrucción masiva, las bombas atómicas, culminaron la carrera armamentista de la Segunda Guerra mundial. Fueron proyectos que en cierto sentido acompañaron toda la guerra.
Desde 1939, los científicos más prominentes de las potencias avanzadas se fijaron en el uso del recién descubierto fenómeno de la fisión nuclear con fines de obtener energía. El estado de guerra total impulsó enormemente estos proyectos, incluyendo su aplicación bélica. EEUU, en respuesta al programa nuclear clandestino de la Alemania nazi, lanzó el Proyecto Manhattan con el objetivo de conseguir la mortífera arma antes que los nazi.
En mayo de 1945, tras la captura de Berlín por el Ejército Rojo, las fuerzas alemanas se rindieron ante los Aliados.
Sin embargo, EEUU decidió seguir con el desarrollo de sus bombas y “culminó” el proceso con los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los cuales cobraron la vida de entre 140 mil y 240 mil personas, según varias estimaciones.
El uso de las bombas atómicas finalizó la guerra, y al mismo tiempo e irónicamente, sirvió de garantía de un frágil paz en las décadas venideras, al darse cuenta las potencias avanzadas de la destrucción que llevaría inminentemente el siguiente conflicto armado a la escala mundial.
FUENTE: TARINGA
Los antecesores directos de los aviones de reacción fueron producidos en Alemania. En 1939, el avión experimental He 178 —el primero en emplear un turborreactor como medio de propulsión— realizó su primer vuelo. En 1942, en plena guerra, la empresa Messershmidt equipó su avión Me 262 con un motor de reacción, convirtiéndolo en el primer caza de este tipo en la historia de la aviación.
El primer caza de reacción, el Me 262 alemán en 1944
Hoy en día, de los cazas de última generación a los bombarderos estratégicos, los aviones de combate más modernos están dotados con potentes motores de reacción que les proporcionan una velocidad enorme y un alto grado de maniobrabilidad.
Los misiles de crucero
La creación de los misiles guiados iba en conjunto con el desarrollo de los sistemas de estabilización en el aire por medio de un giróscopo. Varios diseñadores en EEUU, la URSS, Alemania y otros países experimentaron con las aeronaves capaces de mantener su trayectoria de manera automática.
Los primeros prototipos de los futuros misiles de crucero fueron elaborados en Alemania en los años 30. Las obras se intensificaron en 1942, y en 1944 Londres sufrió el primer ataque de la historia perpetrado por “las bombas voladoras” V-1.
Los misiles balísticos
El famoso constructor alemán Wernher von Braun, antes de convertirse en el fundador de la industria espacial de EEUU, trabajó en varios proyectos de armamentos para la Alemania nazi.
Una de sus obras más destacadas ha sido el primer misil balístico del mundo, el V-2, probado en 1942 y lanzado ofensivamente por primera vez en 1944. El misil tenía un alcance de 320 kilómetros y volaba a una altura de 100 kilómetros. También, el V-2 fue el primer objeto en realizar un vuelo suborbital, alcanzando los 188 kilómetros de altura en 1944.
En total, durante la guerra, Alemania lanzó más de 3.200 misiles de este tipo, en su mayoría contra el territorio del Reino Unido.
Los lanzamisiles múltiples
El sistema BM-13 —la famosa Katiusha— desarrollada por la URSS en 1941 ha sido el primer ejemplo de un sistema de artillería de misiles autopropulsado.
El verdadero horror para la infantería alemana, los lanzamisiles múltiples BM-13 fueron buscados por la inteligencia nazi, por lo cual al verse ante la necesidad de retirarse, la tripulación del vehículo soviético solía hacer volar todo el equipo para guardar sus secretos.
Las armas nucleares
Bomba Atomica arrojada en Nagasaki |
La cima de las armas de destrucción masiva, las bombas atómicas, culminaron la carrera armamentista de la Segunda Guerra mundial. Fueron proyectos que en cierto sentido acompañaron toda la guerra.
Desde 1939, los científicos más prominentes de las potencias avanzadas se fijaron en el uso del recién descubierto fenómeno de la fisión nuclear con fines de obtener energía. El estado de guerra total impulsó enormemente estos proyectos, incluyendo su aplicación bélica. EEUU, en respuesta al programa nuclear clandestino de la Alemania nazi, lanzó el Proyecto Manhattan con el objetivo de conseguir la mortífera arma antes que los nazi.
En mayo de 1945, tras la captura de Berlín por el Ejército Rojo, las fuerzas alemanas se rindieron ante los Aliados.
Sin embargo, EEUU decidió seguir con el desarrollo de sus bombas y “culminó” el proceso con los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los cuales cobraron la vida de entre 140 mil y 240 mil personas, según varias estimaciones.
El uso de las bombas atómicas finalizó la guerra, y al mismo tiempo e irónicamente, sirvió de garantía de un frágil paz en las décadas venideras, al darse cuenta las potencias avanzadas de la destrucción que llevaría inminentemente el siguiente conflicto armado a la escala mundial.
FUENTE: TARINGA
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