lunes, 18 de abril de 2016

Operación Gomorra

Operación Gomorra (ingl. Operation Gomorrah) es el nombre en clave de una serie de bombardeos sobre la ciudad alemana de Hamburgo llevados a cabo a partir de finales de julio de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, por la Royal Air Force ("RAF") británica y las USAAF estadounidenses. En su momento fue la mayor campaña de bombardeos de la historia de la guerra aérea. Los ataques se realizaron por orden del mariscal de la RAF sir Arthur Harris, comandante en jefe de la división de bombarderos de la aviación británica (RAF Bomber Command).
Tomó su nombre del Antiguo Testamento, donde según el libro religioso Gomorra y Sodoma son dos ciudades habitadas por pecadores y delincuentes que Dios aniquila con una lluvia de fuego y azufre de la que solo se salvan Lot (sobrino de Abraham) y sus hijas.

Hamburgo tras el bombardeo de 1943.
Los ataques aéreos fueron precedidos por un acuerdo entre las fuerzas aliadas y Stalin. Stalin había insistido en abrir la guerra a un segundo frente, al oeste de Alemania. Por su parte, las potencias occidentales no querían todavía iniciar dicho ataque con tropas de tierra; a cambio, se comprometieron a bombardear ciudades alemanas. Finalmente, ese segundo frente no se abriría hasta el 6 de junio de 1944, con la Operación Overlord.
El inicio de la operación quedó marcado por el uso pionero de contramedidas anti-radar, llamadas en su momento por los británicos "window" (ventana) y en la actualidad más conocidas como "chaff". Consistían en arrojar desde los aviones una gran cantidad de tiras de papel metalizado (es decir, objetos con una "sección radar" (σ) elevada); cada una de ellas provocaba un falso eco y el radar quedaba inutilizado.

Técnicas empleadas

Durante los bombardeos se emplearon tanto bombas explosivas como incendiarias. Las primeras destrozaban los tejados de los edificios, de modo que el fósforo de las segundas cayera directamente en el interior de las viviendas y en los huecos de las escaleras. Estos, casi en su totalidad de madera, propagaban el fuego hacia el interior de las plantas subterráneas, de modo que las casas ardían completamente hasta los cimientos.
Cada ataque se centraba siempre en un determinado sector de la ciudad. El punto de referencia principal era la torre de 147,3 m de la St.-Nikolai-Kirche, cuyas ruínas no han sido reconstruidas y sirven hoy en día de monumento y recordatorio de la Operación Gomorra.
Los búnkers construidos para la protección de la población solo podían ofrecer en esta fase final de la guerra una protección limitada; a lo largo de la misma, las bombas se iban haciendo cada vez más grandes, de modo que los búnkers apenas podían ya resistirlas. La falta de oxígeno provocada por los incendios provocó también la muerte por asfixia de muchas personas encerradas en ellos.

Consecuencias y número de víctimas

La cantidad de víctimas de la Operación Gomorra aún no ha podido ser determinada con exactitud. Hasta el 30 de noviembre de 1943 se recuperaron 31.647 cadáveres, de los cuales 15.802 pudieron ser identificados. Los responsables de la defensa antiaérea de la ciudad cifraron entonces el número de fallecidos en 35.000. Historiadores modernos cuantifican el número de víctimas de la operación en 34.000 muertos y 125.000 heridos. Una exposición detallada de estas cifras se puede encontrar en el libro de Hans Brunswig; en él se rebaten mediante datos extraídos de los documentos existentes las estimaciones de víctimas que suelen encontrarse con frecuencia, más elevadas.4
Los distintos búnkers demostraron ser insuficientes. Por ello se emprendió la evacuación en aquellos barrios en los que aún se estaba a tiempo, por ejemplo, Barmbek. Todos aquellos habitantes que no fueran necesarios en la producción de suministros tenían que abandonar la ciudad. Los niños fueron en su mayoría desplazados a zonas rurales (Kinderlandverschickung) para ponerlos a salvo. Tras los ataques, cerca de 900.000 hamburgueses tuvieron que irse de su ciudad siendo realojados, entre otras zonas, en Alemania Oriental, Baviera y la actual Polonia.

Para la Hamburgo de la postguerra la Operación Gomorra no es importante solo desde el punto de vista arquitectónico. La tormenta de fuego de 1943 ha quedado grabada en la memoria colectiva. Hasta hoy, durante los aniversarios del ataque, se hacen ofrendas florales, se celebran ceremonias y exposiciones en museos y se inauguran monumentos conmemorativos. Un viandante que camine por las zonas afectadas de la ciudad (Barmbek, Dulsberg, Eilbek, Rothenburgsort, Wandsbek, Altona, Eimsbütte) encontrará innumerables edificios de posguerra con inscripciones con el escudo de la ciudad y la leyenda “Destruido 1943-19XX reconstruido”. Estas placas están subvencionadas por las autoridades urbanísticas de la ciudad.
Delante de un centro comercial en la calle ‘’Hamburger Straße’’ hay un monumento en recuerdo de 370 víctimas que el 30 de julio de 1943 se refugiaron en un comercio cercano y murieron por envenenamiento por monóxido de carbono. El monumento fue inaugurado el 8 de mayo de 1985 y se encuentra en mitad de una isleta en un cruce. Aunque ahora está atravesado por una calle de 7 carriles, antes eran dos calles de unos 15 metros de ancho. Las últimas ruinas en lo que ahora es la mediana fueron demolidas en los años 60.
En el cementerio de Ohlsdorf se encuentra la tumba colectiva de las víctimas del bombardeo con un monumento de Gerhard Marcks inaugurado el 16 de agosto de 1952. Allí es donde se depositan anualmente coronas de flores.

https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Gomorra


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