martes, 12 de abril de 2016

Asesinato de la familia Romanov

El asesinato de la familia imperial rusa, los Romanov, tuvo lugar en Ekaterimburgo el 17 de julio de 1918.1 El zar Nicolás II, su esposa la zarina Alejandra y sus cinco hijos: Olga, Tatiana, María, Anastasia y Alekséi fueron fusilados junto a aquellos que decidieron acompañarlos en su exilio —entre los que destacaban Eugene Botkin, Anna Demidova, Alekséi Trupp e Iván Jaritonov—. El fusilamiento fue ejecutado por un grupo de bolcheviques dirigidos por Yákov Yurovski bajo las órdenes del Sóviet Regional de los Urales.
Algunos historiadores atribuyen la orden al Gobierno de Moscú, específicamente a Yákov Sverdlov y Vladímir Lenin, quienes deseaban prevenir el rescate de la familia real por la Legión Checoslovaca (que se aproximaba a la zona en su lucha frente a los bolcheviques en el seno del Ejército Blanco) en el transcurso de la guerra civil rusa.2 3 Tal afirmación se apoya en un pasaje del diario de León Trotski.4 Sin embargo, en unas investigaciones recientes efectuadas por Vladímir Solovyov se afirma que no existe documento alguno que señale a Lenin o Sverdlov como responsables.5 6 7 8

Fotografía por la Levitsky Company de la familia imperial rusa. De izquierda a derecha: Olga, María, Nicolás II, Alejandra, Anastasia, Alekséi y Tatiana.
El 22 de marzo de 1917, Nicolás II, desposeído ya como monarca (sus centinelas se dirigían a él como Nicolás Romanov), fue trasladado al Palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló donde las nuevas autoridades estaban reuniendo a la antigua familia imperial. El Gobierno provisional ruso lo confinó junto a su familia bajo arresto domiciliario. Rodeados por guardias y recluidos en sus habitaciones, los Romanov fueron inspeccionados en la primera noche con Nicolás de vuelta en las dependencias palaciegas.9
En agosto de 1917, el presidente del Gobierno provisional ruso, Aleksandr Kérenski, evacuó a los Romanov a Tobolsk, supuestamente para protegerlos de la creciente ola revolucionaria. Allí se establecieron en la antigua mansión del gobernador con considerables comodidades. Tras el ascenso al poder de los bolcheviques en octubre de 1917, se endurecieron las condiciones de su arresto y las discusiones sobre un hipotético juicio a Nicolás se volvieron cada vez más frecuentes. A Nicolás se le prohibió vestir charreteras y los centinelas garabateaban dibujos lascivos en la valla para ofender a sus hijas. El 1 de marzo de 1918, la familia fue sometida al mismo racionamiento que los soldados, por lo que hubieron de prescindir de diez sirvientes y renunciar a la mantequilla y al café.10
A medida que los bolcheviques incrementaban su poder, el Gobierno trasladó en abril a Nicolás, Alejandra y su hija María a Ekaterimburgo bajo la dirección de Vasili Yakovlev. Alekséi estaba demasiado enfermo para acompañar a sus padres y permaneció junto a sus hermanas Olga, Tatiana y Anastasia, sin dejar Tobolsk hasta mayo de 1918. La familia fue recluida con los sirvientes restantes en la casa Ipátiev de Ekaterimburgo, que recibía el nombre de Casa del Propósito Especial (en ruso: Дом Особого Назначения).
Los Romanov se encontraban bajo custodia del Ejército Rojo en Ekaterimburgo, puesto que los bolcheviques inicialmente tenían intenciones de juzgarlos. La guerra civil continuaba y el Ejército Blanco (una amplia alianza de fuerzas anticomunistas) amenazaba con tomar la ciudad, por lo que creció el miedo a que los Romanov cayeran en manos de los blancos. Tal posibilidad constituía algo inaceptable para los bolcheviques por dos motivos: en primer lugar, el zar o cualquier miembro de su familia podían convertirse en un símbolo de la lucha blanca y recabar más apoyos para la misma; en segundo lugar, las naciones europeas podían considerar legítimos dirigentes de Rusia al zar o a cualquier otro miembro de su familia si el zar moría. Esto se habría traducido en una mayor capacidad de negociación en favor de los blancos para obtener apoyo extranjero. Poco después de la ejecución de la familia imperial, la ciudad cayó en manos del Ejército Blanco.
A mediados de julio de 1918, las fuerzas de la Legión Checoslovaca se aproximaron a Ekaterimburgo para proteger el ferrocarril Transiberiano, del que tenían control. Según el historiador David Bullock, los bolcheviques creían erróneamente que los checoslovacos tenían la misión de recatar a los Romanov, por lo que cundió el pánico y los ejecutaron. La Legión llegó a la ciudad menos de una semana después y la capturó.11

Ejecución

Hacia medianoche, Yákov Yurovski, el comandante de la Casa del Propósito Especial, ordenó al médico de los Romanov, el doctor Eugene Botkin, que los despertara y les ordenara vestirse con el pretexto de que se los iba a trasladar a un lugar más seguro ante el inminente caos que reinaría en Ekaterimburgo.12 Los Romanov fueron llevados a un semisótano de 6m x 5m. Nicolás preguntó si Yurovski podía traer tres sillas para que Alekséi y los zares se sentaran.
Los centinelas dijeron a la familia real que debían esperar hasta la llegada del camión que los trasladaría. Unos minutos después llegó un escuadrón de ejecución de la policía secreta y Yurovski leyó en voz alta la orden que recibía del Comité Ejecutivo de los Urales:
Nikolái Aleksándrovich, en vista del hecho de que tus parientes continúan con su ataque a la Rusia Soviética, el Comité Ejecutivo de los Urales ha decidido ejecutarte.13
Nicolás, de cara a su familia, se giró y dijo: «¿Qué? ¿Qué?».14 Yurovski rápidamente repitió la orden y se alzaron las armas. Olga, según el testimonio de uno de los guardias, intentó persignarse, pero no lo consiguió al iniciarse el fusilamiento. Según los relatos, Yurovski apuntó su arma hacia el torso de Nicolás y disparó; Nicolás cayó muerto. Yurovski a continuación disparó a Alekséi. El resto de ejecutores comenzaron entonces a disparar caóticamente hasta que todas las víctimas planeadas cayeron al suelo. Dispararon varias veces más y abrieron las puertas para disipar el humo.14 Hubo varios supervivientes, por lo que Peter Ermakov los remató con su bayoneta, ya que los disparos podían oírse desde fuera.14 Las últimas en morir fueron Tatiana, Anastasia y María, que portaban en torno a 1,3 kg de diamantes cosidos en su ropa, lo que hasta cierto punto las protegió.15 Sin embargo, las remataron con la bayoneta igualmente. Olga sufrió un tiro en la cabeza; María y Anastasia parece ser que se agacharon contra la pared cubriéndose la cabeza hasta que fueron alcanzadas. El propio Yurovski mató a Tatiana y Alekséi, Tatiana murió de un solo disparo en la parte posterior de la cabeza.16 Alekséi recibió dos impactos de bala en la cabeza, justo detrás de la oreja, pues los ejecutores se percataron de que no había muerto por el primer tiro.17 Anna Demidova, la criada de Alejandra, sobrevivió al fusilamiento inicial pero fue rápidamente ejecutada mientras trataba de defenderse con una pequeña almohada que había llevado y que estaba rellena de gemas preciosas y joyas.18
La prensa nacional publicó un anuncio oficial dos días más tarde. El zar había sido ajusticiado siguiendo órdenes del Uralispolkom bajo la presión de la aproximación de la Legión Checoslovaca.19 Aunque las fuentes oficiales soviéticas señalaban al Uralispolkom como responsable, León Trotski involucraba en su diario a Lenin. Trotski escribió:
Mi siguiente visita a Moscú tuvo lugar después de la caída de Ekaterimburgo. Hablando con Sverdlov, le pregunté: "Ah, sí, ¿y dónde está el zar?" "Se acabó", respondió. "Ha sido fusilado". "¿Y dónde está su familia?" "Su familia [fue fusilada] con él". "¿Todos ellos?" pregunté, con una aparente sorpresa. "Todos ellos", respondió Yákov Sverdlov. "¿Qué te parece?" me dijo, esperando mi reacción. No di respuesta. "¿Y quién tomó la decisión?" pregunté. "Lo decidimos aquí. Ilich [Lenin] creía que no debíamos dejar a los blancos un símbolo vivo por el que reunir apoyos, especialmente bajo las difíciles circunstancias actuales".4
Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de que Lenin o Sverdlov dieran la orden.5 V. N. Solovyov, jefe de una investigación realizada por el Comité Investigador de Rusia en 1993 sobre el fusilamiento,6 concluyó que no había documentos fiables que señalaran a Lenin o Sverdlov como responsables.7 8 Declaró:
Según la presunción de inocencia, nadie puede ser declarado culpable sin pruebas. En el caso criminal, los expertos de las autoridades realizaron una búsqueda sin precedentes de fuentes de archivos empleando todos los materiales disponibles. Entre esos expertos se encontraba Serguéi Mironenko, director del archivo más grande del país, el Archivo del Estado de la Federación Rusa. El estudio involucró a los principales expertos en la materia (historiadores, archivistas). Puedo decir, con seguridad, que hoy no existe un documento fiable que pruebe la iniciativa de Lenin y Sverdlov.
V.N. Solovyov7
En 1993 se publicó el relato de 1922 de Yákov Yurovski. Según el mismo, las unidades de la Legión Checoslovaca se aproximaban a Ekaterimburgo. El 17 de julio de 1918, Yurovski y otros carceleros bolcheviques, temiendo que la Legión liberara a Nicolás tras conquistar la ciudad, lo ejecutó junto a su familia. El día siguiente, Yurovski salió rumbo a Moscú con un informe para Sverdlov. Tan pronto como los checoslovacos tomaron Ekaterimburgo, su apartamento fue saqueado.20

Ejecutores

Iván Plotnikov, profesor de historia en la Universidad Estatal de los Urales, considera que los ejecutores fueron: Yákov Yurovski, G. P. Nikulin, M. A. Medvédev (Kudrin), Peter Ermakov, S. P. Vaganov, A. G. Kabanov, P. S. Medvédev, V. N. Netrebin y Y. M. Zelms. Filipp Goloshchyokin, cercano a Yákov Sverdlov —a quien había conocido a comienzos de julio de 1918 en Moscú—, fue el portador de las órdenes para efectuar la ejecución. Tres letones renunciaron en el último momento a participar en el ajusticiacmiento, alegando que no matarían a mujeres y niños.21


https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_la_familia_Romanov 

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