lunes, 27 de octubre de 2014

Martín García Óñez de Loyola

Martín García Óñez de Loyola (* Azpeitia, 1549 - † Curalaba, 24 de diciembre de 1598), fue un conquistador y funcionario colonial español, que participó en importantes acciones militares y ejerció altos cargos políticos en el Virreinato del Perú, entre ellos el de Gobernador del Reino de Chile.

Martín García Óñez de Loyola
Nació en Azpeitia (Guipúzcoa) en el seno de la rica familia de Loyola. Sus padres fueron los vizcaínos Martín García de Loyola y Araoz, y María Nicolasa de Oyanguren. Al crear su abuelo el mayorazgo de Oñaz y Loyola, dejó toda la fortuna al primogénito, Beltrán de Oñaz, tío de Martín. Martín era sobrino-nieto de San Ignacio de Loyola.
Óñez de Loyola partió muy joven al Perú, en 1568, al lado del nuevo virrey Francisco Álvarez de Toledo en calidad de capitán de su guardia. En 1572, en la expedición militar contra Túpac Amaru, el último descendiente de los incas que mantenía resistencia a la dominación extranjera, Óñez de Loyola tuvo una destacada actuación. Dirigiendo él la columna de vanguardia, sorprendió el campamento del último inca y lo capturó.
Por su actuación, obtuvo sucesivamente el cargo de corregidor de Potosí, Huamanga y Huancavelica, además de la posesión de bienes y una encomienda. Contaba también como recompensa, su esposa, perteneciente a la familia real de los incas, sobrina de Túpac Amaru, y bautizada con el nombre cristiano de Beatriz Clara Coya.
Con estas recomendaciones, Felipe II lo nombró gobernador de Paraguay en 1592. Sin embargo, poco antes de asumir el cargo, el rey lo designó Gobernador de Chile, pues lo consideró el capitán más apto para dar fin a la Guerra de Arauco.

Se encontraba el gobernador en La Imperial cuando le llegó la noticia de que en Angol los mapuches habían reanudado sus ataques, por lo que partió el 21 de diciembre de 1598 con 50 jinetes españoles y unos 300 yanaconas auxiliares al lugar. Al segundo día de marcha encontraron un sitio llamado Curalaba (piedra partida), a orillas del río Lumaco, encajonado en este lugar por altas barrancas, donde descansaron sin tomar ninguna medida de precaución para evitar un ataque. En la noche del 23 al 24 los indígenas se acercaron al campamento, y al trueno de sus gritos y cuernos se lanzaron al ataque de los españoles.
Óñez de Loyola y dos de sus soldados que estaban a su lado, se defendieron con valor, pero sucumbieron traspasados por las picas de los guerreros mapuches. En el combate murieron casi todos los españoles, con excepción del clérigo Bartolomé Pérez, hecho prisionero, y Bernardo de Pereda, soldado que quedó tirado en el campo de batalla con 23 heridas en el cuerpo, pero aún vivo.
Los mapuches iniciaron entonces un levantamiento general que terminó con la destrucción de las siete ciudades entre el sur del río Bio Bio y el canal de Chacao. Guardaron la cabeza de Óñez de Loyola y entregaron el cráneo años más tarde al gobernador Alonso García de Ramón.

http://es.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_Garc%C3%ADa_%C3%93%C3%B1ez_de_Loyola

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