viernes, 13 de febrero de 2015

Guanahani

Guanahani es el nombre de la primera isla en la que desembarcó Cristóbal Colón el viernes 12 de octubre de 1492, cuando llegó por primera vez a un territorio de la llamada, posteriormente, América. La isla, que fue bautizada con el nombre de San Salvador, había sido descubierta la madrugada anterior. La isla estaba habitada por el pueblo lucayo o taíno. Guanahani es sin duda una de las islas del archipiélago de las Antillas, más precisamente en las Bahamas. Sin embargo la identificación exacta de la isla a la que llegó Colón es materia de debate.
La localización exacta de la isla de Guanahani es sumamente compleja debido al hecho de que el libro de bitácora de Colón se ha perdido y la única evidencia disponible se encuentra en el resumen realizado por Bartolomé de las Casas.

Islas Bahamas: marcadas con un círculo pueden verse las islas que han sido identificadas como Guanahani.

Candidatas más probables

  •  Cayo Samaná (Samana Cay). Cayo Samaná se encuentra en el centro este del grupo de las Bahamas. Fue propuesta como candidata por primera vez en 1882 por Gustavus V. Fox, capitán de la marina estadounidense.11 La teoría de Fox fue muy poco conocida hasta que en 1986 Luis Marden y su esposa la matemática Ethel Cox Marden de la Revista National Geographic realizaron detallados cálculos y repitieron el viaje de Colón desde las Islas Canarias, para concluir que Guanahani era Cayo Samaná.12 13 Actualmente esta hipótesis es sostenida por la National Geograhic Society y es considerada como una de las candidatas más probables.14
Lo que si parece ser cierto es que en Guanahani comenzó el genocidio español:
Los carniceros desolaron las islas. Guanahani fue la primera en esta historia de martirios. Los hijos de la arcilla vieron rota su sonrisa, golpeada su frágil estatura de venados, y aun en la muerte no entendían. Fueron amarrados y heridos, fueron quemados y abrasados, fueron mordidos y enterrados. Y cuando el tiempo dio su vuelta de vals bailando en las palmeras, el salón verde estaba vacío.
Sólo quedaban huesos rígidamente colocados en forma de cruz, para mayor gloria de Dios y de los hombres.

Canto III. Los Conquistadores - Vienen por las islas (1493), por Pablo Neruda


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