Olimpia (375 a. C. – 315 a. C.) fue la esposa principal del rey Filipo II de Macedonia y madre de Alejandro Magno. Era hija de Neoptólemo I de Epiro, rey de Molosia, en la región de Epiro al noroeste de la actual Grecia.
No se conservan muchos escritos sobre la vida de Olimpia. Los historiadores han tenido que entresacar de los pocos fragmentos que han llegado a sus manos. Pero sí hay una leyenda difundida por sus enemigos, sobre todo por el mayor de todos, que fue Casandro. Se dice que era una mujer violenta, neurótica y supersticiosa. Bajo su mandato fueron asesinados varios personajes de su época. Olimpia hizo lo que otros reyes de su momento, es decir, llevar una política de eliminación de posibles rivales.
Es una de las principales sospechosas de la muerte de Filipo II, debido al repudio del que fue objeto y debido además a que el nuevo casamiento de Filipo II y, por ende, un nuevo hijo de éste podía hacer peligrar el futuro reinado de Alejandro. A partir de ese momento su vida se convierte en intrigas políticas y asesinatos. En primer lugar mandó asesinar a la última esposa legítima de Filipo, hecho que fue muy reprochado por Alejandro, su hijo. A pesar de estas turbulencias parece ser que fue la época mejor de su vida, pues se sentía importante como regente de Macedonia, sin que nada la estorbase. Pero tenía un enemigo sempiterno: Casandro, que consiguió destruirla.
Cuando Olimpia mandó asesinar a Eurídice I (hija de Amintas) y a Filipo Arrideo (rey de Macedonia tras la muerte de Alejandro Magno), Casandro, el eterno rival, sublevó a parte del pueblo contra ella y finalmente la hizo ejecutar.
Casandro no contaba con la oposición de los soldados macedonios. Ordenó a éstos la ejecución de Olimpia, pero se negaron alegando que ellos no matarían nunca a la madre de su mítico jefe Alejandro. Después de este fracaso pretendió ganar terreno con la difamación y la calumnia hacia Alejandro. Pero los macedonios no están de acuerdo con este comportamiento y comienzan a retirarle su apoyo. El recuerdo del gran Alejandro pesaba todavía mucho.
Fue entonces cuando Casandro urdió toda una trama: acudió a los parientes de Eurídice (esposa de Filipo Arrideo, que había sido asesinada por orden de Olimpia), que estaban todos en contra de ésta. Y así con la ayuda de unos parientes despechados y enemistados, Casandro consiguió la muerte de Olimpia en el año 315 a. C.
http://es.wikipedia.org/wiki/Olimpia_de_Epiro
No se conservan muchos escritos sobre la vida de Olimpia. Los historiadores han tenido que entresacar de los pocos fragmentos que han llegado a sus manos. Pero sí hay una leyenda difundida por sus enemigos, sobre todo por el mayor de todos, que fue Casandro. Se dice que era una mujer violenta, neurótica y supersticiosa. Bajo su mandato fueron asesinados varios personajes de su época. Olimpia hizo lo que otros reyes de su momento, es decir, llevar una política de eliminación de posibles rivales.
Medallón romano con la imagen de Olimpia |
Cuando Olimpia mandó asesinar a Eurídice I (hija de Amintas) y a Filipo Arrideo (rey de Macedonia tras la muerte de Alejandro Magno), Casandro, el eterno rival, sublevó a parte del pueblo contra ella y finalmente la hizo ejecutar.
Casandro no contaba con la oposición de los soldados macedonios. Ordenó a éstos la ejecución de Olimpia, pero se negaron alegando que ellos no matarían nunca a la madre de su mítico jefe Alejandro. Después de este fracaso pretendió ganar terreno con la difamación y la calumnia hacia Alejandro. Pero los macedonios no están de acuerdo con este comportamiento y comienzan a retirarle su apoyo. El recuerdo del gran Alejandro pesaba todavía mucho.
Fue entonces cuando Casandro urdió toda una trama: acudió a los parientes de Eurídice (esposa de Filipo Arrideo, que había sido asesinada por orden de Olimpia), que estaban todos en contra de ésta. Y así con la ayuda de unos parientes despechados y enemistados, Casandro consiguió la muerte de Olimpia en el año 315 a. C.
http://es.wikipedia.org/wiki/Olimpia_de_Epiro
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