Se trata de la conocida como “carretera irlandesa”, que conduce del centro de la ciudad de Bagdad al aeropuerto. Una de las arterias más peligrosas de la capital iraquí, donde los miembros de las empresas extranjeras y de los altos mandos de las fuerzas de ocupación recibieron miles ataques.
En 2004, esta empresa recibió 201 millones de euros para coordinar el trabajo de todas las empresas de seguridad y proteger la zona verde de Bagdad. Apenas un año más tarde, la oficina del Inspector General para la Reconstrucción de Irak sacó a la luz el resultado de una auditoria que afirma que Aegis no ha entrenado a sus empleados para utilizar las armas que usan, y que no ha seguido algunas de las reglas de la Oficina Regional de Coordinación. Esta auditoria también critica al Pentágono por no supervisar las labores de Aegis. Y concluye que no hay certeza de que la compañía británica esté “brindando la mejor seguridad posible a los miembros del gobierno, a los contratistas extranjeros y a sus instalaciones”.
De lo que sí no queda duda es de que los muchachos de Aegis pasan un magnífico rato en Irak disparando a todo vehículo que se les acerca, según muestra el vídeo que ellos mismo filmaron. Como ya comenté en post anteriores, al referirme a los crímenes de Blackwater y Unity, estas empresas, destinadas a proteger a políticos y a intereses occidentales, se han convertido en la pesadilla de los iraquíes de a pie. Y más aún, por el hecho de que tienen licencia para matar, pues según lo establecido por Paul Bremer III en 2003, no pueden ser juzgadas por sus crímenes.
http://blogs.20minutos.es/enguerra/2007/11/08/mercenarios-historia-del-vaadeo-los-abusos-aegis-en/
http://www.aegisworld.com/
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