viernes, 25 de enero de 2013

JASENOVAC-3-LA IGLESIA-

Los nombres de Josef Tiso, Krunoslav Draganovic y del obispo austriaco Alois Hudal constituyen la más notable evidencia del estrecho vínculo de una parte del clero católico y del estado Vaticano con los dirigentes fascistas y su responsabilidad en la evasión de numerosos perseguidos tras la contienda
La Guarida del Lobo-Javier Juárez


Aloysius Stepinac


 
Stepinac


(croata: Alojzije Viktor Stepinac, 8 de mayo de 1898 - 10 de febrero de 1960) fue un cardenal católico de Croacia que fue arzobispo de Zagreb desde 1937 hasta 1960. Presidió la Iglesia católica croata durante la Segunda Guerra Mundial, período en el que colaboró con la ocupación del Eje, en particular con la Usthasa que dirigía el Estado Independiente de Croacia (NDH), un Estado títere nazi establecido en la Yugoslavia ocupada.
 En 1946, las autoridades yugoslavas lo declararon culpable de colaboración con el movimiento fascista Ustasha y de complicidad al permitir la conversión forzosa de los serbios ortodoxos al catolicismo. Fue condenado a 16 años de prisión, pero después de cinco años fue puesto en libertad y se le ofreció la opción de la emigración o el confinamiento en su parroquia natal de Krašić, eligiendo Stepinac esta última. En 1952 fue nombrado cardenal por el Papa Pío XII, y en 1998, Juan Pablo II lo declaró beato mártir, levantando una gran controversia.  La valoración de su actuación durante la guerra mundial es muy disputada.
El 7 de diciembre de 1937 falleció el arzobispo Anton Bauer, y aunque aún tenía menos de 40 años, Stepinac le sucedió como arzobispo de Zagreb. Durante la Cuaresma de 1938 Stepinac dijo, dirigiéndose a un grupo de estudiantes de la Universidad de Zagreb: «El amor hacia la propia nación no puede convertir a un hombre en un animal salvaje, que lo destruye todo y se convierte en vengativo, sino que debe ennoblecerle, para que su propia nación asegure el respeto y el amor por las demás naciones.»
Stepinac fue arzobispo de Zagreb durante la Segunda Guerra Mundial en el Estado Independiente de Croacia (NDH), un Estado títere formado por las Potencias del Eje en parte del territorio de Yugoslavia después de la invasión de abril de 1941. Un movimiento fascista de extremistas croatas, la Ustaša, regía el Estado. En los primeros días de este régimen Stepinac, al igual que otros líderes influyentes de Croacia apoyaron el nuevo Estado y acogieron con satisfacción la desaparición del Reino de Yugoslavia. El 10 de abril de cada año, durante la guerra se celebró una misa para celebrar la proclamación del estado. Aunque la mayoría de los Estados, incluido el Vaticano, nunca reconocieron al NDH como una nación soberana, Stepinac exhortó públicamente a su jerarquía a orar por la nueva entidad, y le pidió a Dios por el líder Ustaša Ante Pavelić y por el bien de la nación.

En sus informes al Vaticano, Stepinac siempre habló favorablemente sobre el régimen, además de declarar su animadversión hacia los serbios, cuya religión (la ortodoxa), según él, constituía "la maldición más grande de Europa". Este período coincidió con el inicio del exterminio sistemático de serbios a cargo de las milicias ustashi.
Durante el período de mayor actividad genocida de los ustashi, el 14 de mayo de 1941 Stepinac envió una carta de protesta a Pavelić, solicitando que «en todo el territorio del Estado Independiente de Croacia, que ni un solo serbio sea asesinado sin haberse probado la culpabilidad que le ha hecho merecedor de la muerte». El 24 de mayo de 1942, irritó a los funcionarios Ustasha, cuando utilizó el púlpito para condenar el genocidio, aunque sin hablar explícitamente de los serbios. También se dirigió a Pavelić para expresarle su preocupación por las atrocidades que se estaban cometiendo en el Campo de concentración de Jasenovac, considerado el campo de exterminio más cruel de todos los tiempos. 

Stepinac colaborótambién en la conversión de serbios ortodoxos al catolicismo, lo que en muchos casos significaba que conservaran la vida. Es en esta época cuando surgen las mayores controversias sobre la actitud de Stepinac: muchos lo consideran un colaborador directo del régimen genocida de Pavelić, mientras que otros sostienen que salvó de la muerte a miles de judíos a los que dio protección y ayudó a escapar.

Stepinac fue arrestado el 18 de septiembre de 1946. Las autoridades yugoslavas le acusaron de colaboración con las fuerzas de ocupación, relaciones con el régimen genocida ustashi, colaboración como agitador religioso, conversiones forzosas de serbios ortodoxos al catolicismo a punta de pistola y alta traición contra el Gobierno yugoslavo. Su juicio, junto con otros colaboradores y funcionarios del Gobierno de Pavelić, que había huido a Argentina, se inició el 30 de septiembre. Durante el proceso, Stepinac defendió su actuación durante la guerra, dijo que las conversiones religiosas se realizaron de forma voluntaria y que nunca fue un Ustaša. La fiscalía desmontó todas sus alegaciones, y el 11 de octubre de 1946 fue declarado culpable de alta traición y crímenes de guerra, y condenado a 16 años de cárcel. 

Fue ingresado en la prisión de Lepoglava, mientras en el mundo se producía una división sobre su juicio. Allí fue visitado por el presidente de la República Socialista de Croacia, Vladimir Bakarić, que se ofreció para enviar a Tito una petición de amnistía para Stepinac. Después de cinco años de prisión, donde recibió tratamiento preferente en reconocimiento de su condición clerical, Aloysius Stepinac fue puesto en libertad en un gesto de conciliación por parte de Tito, con la condición de que, o bien se retiraba a Roma o se limitaría a desempeñarse en su parroquia natal de Krašić. Se negó a salir de Yugoslavia, y optó por vivir en Krašić, adonde fue trasladado el 5 de diciembre de 1951.
 

El arzobispo Aloysius Stepinac es retratado en el  libro "MagnumCrimen" escrito por  Viktor Novak  como un ferviente católico y cruzado que públicamente apoyó la creación del Estado Independiente de Croacia, considerando a la Ustasha como patriotas, y defendiéndola ante el Papa. Stepinac es considerado responsable de la presunta actitud racista y el comportamiento de su clero. 
  http://es.wikipedia.org/wiki/Aloysius_Stepinac 





Alois Hudal




Alois Hudal (también conocido como Luigi Hudal, 31 de mayo de 1885en Graz, Imperio austrohúngaro - 13 de mayo de 1963en Roma, Italia) fue un Obispoaustríaco en Roma. Fue durante 30 años rector del seminario alemán de Santa Maria dell'Anima en Roma y, hasta 1937, un influyente representante de la Iglesia austríaca. En su libro de 1937 Los fundamentos del nacional-socialismo, Hudal elogió a Adolf Hitler y algunas de sus políticas e indirectamente atacó las políticas del Vaticano.
Sus invectivas contra los judíos, a los que acusó de tratar de dominar el mundo, fueron cada vez más frecuentes. También se mostró partidario de la creación de un ejército cristiano para invadir Rusia y eliminar la amenaza bolchevique de Roma. En 1937, publicó "Los fundamentos del nacional-socialismo" (Die Grundlagen des Nationalsozialismus, Leipzig - Viena, 1937), en el que trata de encontrar un compromiso entre el catolicismo y la visión "cristiana" y "conservadora" del nazismo. Este libro está en directa oposición con la política exterior del Papa Pío XI, que publicó el mismo año la encíclica Mit brennender Sorge (Con viva preocupación), condenando el nazismo, lo que le lleva a dejar de lado el Vaticano, aislándose en su colegio. Algunos historiadores lo acusan de ser un oficial de inteligencia nazi durante la Segunda Guerra Mundial, a través del SS Walter Rauff.
Después de la Segunda Guerra Mundial, un Hudal impenitente se hizo famoso por ayudar a establecer las Ratlines o Líneas de Fuga, que permitieron a importantes nazis alemanes y otros ex oficiales y líderes políticos del Eje, entre ellos criminales de guerra, escapar de los juicios y la desnazificación.



LA RED DE LOS CONVENTOS
Después de la Segunda Guerra Mundial la Iglesia negó todo conocimiento sobre las redes que habían ayudado a huir a miles de criminales de guerra nazis. Ante cualquier insinuación de lo contrario, el Vaticano recurría a "historiadores de renombre" que negaban tal punto, como el jesuita Robert Graham. Con el paso de los años, y gracias a denuncias como la de Simón Wiesenthal y la revista americana Reform Judaism, pero sobre todo gracias a las memorias de varios de estos nazis fugitivos se llegó a comprobar la existencia de la llamada "red de los conventos" integrada en la organización ODESSA y dirigida por miembros de la Iglesia, entre los que sobresale el obispo austriaco Alois Hudal. Hudal, rector del Colegio Pontificio de Santa Maria dell´Anima y representante de la Conferencia Episcopal Alemana ante el Papa, se hizo famoso ya antes de la guerra por su antisemitismo (afirmaba entre otras cosas que el estado liberal era el responsable de haber derribado los muros del gueto) que le llevó a dar su visto bueno a las leyes de Nuremberg, y por intentar conciliar el nazismo con la fé católica. Hudal, ferviente nacionalista alemán, veía el nacionalsocialismo como una continuación del Sacro Imperio Romano Germánico que podía hacer frente al peligro del marxismo y el judaísmo (los consideraba lo mismo).
No estaba conforme sin embargo con las radicales reformas sociales que proponían los nazis, pensaba que, llevado a su extremo, el nazismo podía sustituir a la religión, en vez de unir a los pueblos alemanes bajo la fé que debía venir de Roma. Por todo ello, al final sus ideas fueron rechazadas en mayor o menor medida tanto por Roma como por los nazis. Después de la guerra Hudal pasó de convencido nacionalista a luchador contra el comunismo, y fue uno de los que extendieron la idea de que había muchos prisioneros nazis que, no sólo eran inocentes de los crímenes de guerra de los que se les acusaba, sino que eran grandes luchadores anticomunistas que podían ser muy útiles en el futuro y que en aquellos momentos necesitaban de toda la "ayuda humanitaria" que la Iglesia pudiera prestarles. La participación en estas mismas ideas por parte del Papa Pio XII y de su consejero Giovanni Montini (el futuro Pablo VI) ha sido muy discutida por el Vaticano (Graham), que afirma que el Papa no solo no conocía las andanzas de Hudal, sino que ni siquiera le recibía por su relación con el nazismo. Sin embargo otros autores dicen que Hudal no solo era el representante de los obispos alemanes ante el Papa, sino que también era secretario de Montini, además de amigo íntimo de ambos, con lo cual es difícil que no estuvieran enterados de sus actividades. La cuestión es que tras la guerra se creó una red que permitió la huída de unos 30.000 jerarcas nazis a América mediante fondos que venían de organizaciones como Cáritas, Cruz Roja y otras más oscuras relacionadas con el OSS americano y el MI6 británico. Durante años fue célebre el monasterio de la vía Sicilia, en Roma, por el que pasaron criminales tan tristemente famosos como Franz Stangl, comandante de Treblinka; Gustav Wagner, comandante de Sobibor; Walter Rauff, inventor de las cámaras de gas móviles o el mismísimo Adolf Eichmann. Todos ellos obtuvieron documentación falsa de Hudal, y luego acabaron refugiados en la Argentina de Perón, donde muchos escribieron memorias que daban luz a la trama. Pese a ello, la Iglesia siguió negando su relación con el asunto. Antes de su muerte en 1963, Hudal reconoció en sus "Diarios Romanos" (en los que rechazaba el nazismo) su implicación en la red ODESSA, considerada como un acto de caridad.

Monseñor Jozef Tiso
(en húngaro Tisza József; 13 de octubre de 1887 – 18 de abril de 1947) fue un sacerdote católico que fue diputado del Parlamento checoslovaco, miembro del gobierno checoslovaco y finalmente, entre 1939-1945, presidente de la República Eslovaca Independiente, aliada de la Alemania nazi.
El partido bajo dirección de Tiso se alineó con la políticas antisemitas nazis, aplicándolas en Eslovaquia, lo cual no supuso grandes sacrificios, dada la política de Hlinka de una “Eslovaquia para los Eslovacos”, una línea vehemente asumida por Jozef Tiso. El acto principal respectivo era el código judío supuesto. Por efecto de la aprobación del "Código Judío", éstos en Eslovaquia no podrían poseer ninguna propiedad inmobiliaria o mercancía de lujo, quedaban excluidos de los trabajos públicos y de las profesiones liberales, no podían participar en el deporte o acontecimientos culturales, y les estaban vedadas las escuelas secundarias y universidades. Estaban obligados además a usar la Estrella de David en público.
El propio Tiso -como mucha gente en Europa central en aquel momento- tenía visiones antisemíticas definidas. Las opiniones difieren generalmente sobre su papel en las deportaciones judías de Eslovaquia, pero se sabe que se adhirió a la línea nazi en gran medida. Algunas fuentes sostienen la idea de que Tiso apoyó las deportaciones de forma tácita; otras fuentes precisan que las primeras deportaciones se realizaron de forma encubierta a causa de su oposición personal. Sin embargo, documentos referentes al holocausto en Eslovaquia (tal como E.Niznansky y otros. (eds.), na Slovensku, vols de Holokaust. 1-5. Bratislava: NMS/ZNO, 2001-2004) prueban que éste consintió las deportaciones y cooperó con los alemanes. De hecho, Hitler elogió la política referente a los judíos de Eslovaquia en una reunión con Tiso en el castillo de Klassheim en Salzburgo (Austria) el 22 de abril de 1942.
 Después de la Segunda Guerra Mundial, Tiso fue ejecutado por las autoridades checoslovacas.

Tomislav Filipović - Majstorović

(1915-1946) fue un Herzegovinacroata nacionalista nacido y sacerdote católico (más tarde conocido como Tomislav Filipović y Tomislav Filipović Majstorovic-), quien fue declarado culpable de crímenes de guerra tanto por un tribunal militar alemán y un civil tribunal yugoslavo y ahorcado en Belgrado.
El Fraile Franciscano Miroslav Filipovic fue miembro del régimen Ustasha de Croacia y capellán del ejercito, después del establecimiento del Estado Independiente Croata y con la bendición del Vaticano participó en conversiones forzosas y masacres contra los serbios, judíos y gitanos. El mismo cuenta como participo en las masacres de  Drakulic, cerca de Banjaluka.
 De acuerdo a su propio testimonio su primera victima fue un niño que mató con sus propias manos mientras les decía a los Ustashas presentes:
“Ustasha, Yo re-bautizo a estos degenerados en el nombre de Dios y ustedes deben seguir mi ejemplo.”
Eso ocurrió en Drakulic, lugar donde 1,500 Serbios fueron asesinados en un día. La orgía de muerte continuó en Motika y Sargovac, cerca de Banja Luka. Debido a su dedicación las autoridades Ustasha lo elevaron al grado de Comandante de Jasenovac en junio de 1942 y sirvió en ese puesto hasta octubre del mismo año. Su desempeño en este cargo le ganó al Fraile el sobrenombre de “Hermano Muerte” en un campo de concentración solamente comparable con el horror de Auschwitz.
Durante sus cuatro meses en  Jasenovac más de 30,000 personas fueron asesinadas. Filipovic-Majstorovic, fue enjuiciado como criminal de guerra después de la guerra y en su juicio admitió haber supervisado el exterminio de mas de 30,000 prisioneros.
 El Fraile cuenta:
“Durante mi estancía en el cargo, de 20,000 a 30,000 prisioneros fueron liquidados en  Jasenovac desacuerdo a mis papeles… en su mayoría gitanos, judíos y serbios de las montañas Kozara … Algunas veces participé en las liquidaciones … admito haber matado a 100 prisioneros personalmente en el campo de  Jasenovac y en Stara Gradiska.”
Un sobreviviente de Jasenovac de nombre Egon Berger recuerda como Filipovic-Majstorovic tomó a los hijos de tres mujeres quienes le rogaban misericordia y se ofrecían a sí mismas en el lugar de ellos. De acuerdo a Berger:
Ellos tiraron a dos niños al suelo y al tercero al aire como una pelota. El Padre Filipovic Majstorovic, mientras lo tiraba al aire sostenía un palo con punta hacia arriba, pinchándolo así tres veces, la cuarta vez entre lamentos y risas el pequeño quedo clavado en el palo. Las madres  fueron tiradas al piso y les arrancaron el pelo y cuando empezaron a gritar desaforadamente, la Compañía 14 de los Ustasha se las llevaron para liquidarlas.
Después de haber sido Comandante de Jasenovac, el Sacerdote fue al campo de concentración de Stara Gradiska, donde desempeño el cargo de comandante hasta el 20 de marzo de 1943.
La Enciclopedia del Holocausto nombra al Hermano Filipovic como uno de los más crueles asesinos del campo de concentración por “haber matado con sus propias manos a miles“.
Como los Nazis, los Ustashas quemaban a sus victimas en viejos hornos de ladrillo pertenecientes a una antigua fabrica, pero a diferencia de los Nazis que mataban con gas a sus victimas antes de quemarlas, los Ustasha los quemaban vivos. El Profesor Dr. Edmond Paris en su libro Genocide in Satellite Croatia.(Genocidio en el satélite Croata) cuenta como multitudes de niños fueron metidos vivos en los hornos.
Aquellos quienes no eran quemados debido a situaciones de tiempo o lugar, eran apuñalados, baleados, hachados o abandonados para morir de inanición. Miles fueron tirados de montañas mientras otros eran ametrallados, molidos a golpes o degollados. Pueblos enteros fueron quemados, innumerable número de mujeres violadas y miles murieron durante las marchas de invierno.
Como Comandante del Campo Filipovic administraba el establecimiento con la asistencia deVjekoslav Maks Luburic, Ljubo Milos, Ivica Matkovic, Zvonimir Brekalo, Ivica Brkljacic, Saban Mujica, Brekalo, Zvonko Lipovac, Franciscano Culina y otros
  http://en.wikipedia.org/wiki/Miroslav_Filipovi%C4%87
 

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