Carlos Remigio Cardoen Cornejo (Santa Cruz, 1 de mayo de 1942) es un empresario chileno que ha desarrollado inversiones en los rubros metalúrgico, químico, agroindustrial y turístico.
Fue acusado de venta de armas al régimen iraquí de Saddam Hussein, construidas con circonio importado ilegalmente desde Estados Unidos, por lo que tiene una orden de captura internacional pendiente.
Carlos Cardoen nació en la ciudad de Santa Cruz, el 1 de mayo de 1942, hijo de Carlos Cardoen Decoene y Ema Cornejo Loyola.1
Estudió en el Instituto Regional Federico Errázuriz (IRFE) de Santa Cruz, en el Internado Nacional Barros Arana y posteriormente ingresó a la carrera de ingeniería civil en minas. Además tiene un doctorado en Metalurgia. Fue piloto de la Fuerza Aérea de Chile y tiene el rango de Subteniente de la Reserva Aérea.
Desde 1992 está casado en terceras nupcias con la diseñadora y modelo chilena Pilar Jorquera, con quien tuvo el octavo de sus hijos, Álvaro.2
Su carrera como empresario comenzó con la compra de un avión de carga. Sin embargo, en la década de 1980aprovecharía la coyuntura internacional para hacerse millonario con el lucrativo negocio armamentístico. Junto con otras empresas chilenas, como las Fábricas y Maestranzas del Ejército de Chile, Industrias Cardoen fue una de las mayores fabricantes de armas chilenas en la época. Las empresas de Cardoen produjeron bombas de racimo, a las que se implementó un método más sencillo y barato de explosión. Además, intentó convertir un helicóptero civil en uno militar, aparato que pasó a ser conocido como «Helicóptero Cardoen».
La orden de captura internacional que impuso la Interpol en noviembre de 1994 aún se encuentra vigente, imposibilitándolo de salir del país. También se confiscaron sus propiedades en Florida por un valor de US$ 30 millones. Luego del surgimiento de este caso, Industrias Cardoen cambió su nombre a Metalnor.El 27 de mayo de 1993, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos acusó a Industrias Cardoen de haber vendido bombas de racimo, por un valor de US$ 150 millones, al régimen de Saddam Hussein y en guerra con Irán. Según la denuncia estadounidense, las bombas de racimo habrían sido fabricadas en Chile con circonio obtenido ilegalmente en los Estados Unidos. Carlos Cardoen argumentó que la venta de las bombas había sido concretada con pleno conocimiento y aval de los Estados Unidos, que en ese tiempo (antes de la Guerra del Golfo) no consideraba a Hussein como un enemigo, sino más bien como una defensa contra los integristas islámicos de Irán.
Desde la década de 1990, y con mayor fuerza desde la del 2000, Cardoen diversificó su capital en diversos rubros, participando en empresas productoras de jugos de frutas, fósforos (específicamente en la Compañía Chilena de Fósforos), vino (mediante la Viña Santa Cruz), turismo, energía eléctrica (mediante EnorChile), entre otros. Sin embargo, el fuerte de sus inversiones se concentra en su ciudad natal, Santa Cruz, en el Valle de Colchagua, donde construyó un hotel y el Casino Colchagua, el Museo de Colchagua y ha invertido en viñas de la zona, como una forma de potenciarla económica y turísticamente.
La labor que ha realizado a favor de la cultura, con proyectos como el Tren del Vino de Colchagua o el Museo Histórico de Vichuquén le hicieron merecedor de la "Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral", otorgado por el Ministerio de Educaciónen el año 2005. En el año 2006 ganó el "Premio a lo Chileno", otorgado por Iansa.
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