domingo, 6 de septiembre de 2015

Frederick Grant Banting

Frederick Grant BantingKBE (AllistonOntarioCanadá14 de noviembre de 1891 - Musgrave HarbourTerranova21 de febrero de 1941) fue un médico e investigador canadiense.
Frederick Grant Banting
Estudió en la universidad de Toronto y fue médico militar durante la Primera Guerra Mundial. Posteriormente fue ayudante de fisiología en la Universidad de Ontario Occidental y a partir de 1921 profesor en la Universidad de Toronto.
En 1921, descubrió con Charles Best la hormona de la insulina. Por este descubrimiento le fue otorgado en 1923 elPremio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con John James Richard Macleod.
Sus últimas investigaciones en el Instituto se refirieron al cáncer, la corteza suprarrenal y la silicosis.
Durante la II Guerra Mundial fue mayor del Cuerpo Médico y jefe de la sección médica del Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá. Murió en Terranova en un accidente de avión.
“Proyecto N”
Durante la II Guerra Mundial eran tres los grandes secretos: la investigación sobre la bomba atómica, la decodificación de la máquina de cifrado alemana y la creación de armas de guerra biológicas.
En 1943 en Grosse-Ile, una pequeña isla de Canadá, los científicos llegaron a producir en secreto para los aliados 70.000 millones de dosis letales de ántrax. Suficiente como para aniquilar 30 veces la población mundial de la época.
Frederick Banting, Premio Nobel de medicina por su participación en el descubrimiento de la insulina, se convertirá en una de las figuras más influyentes a la hora de establecer programas de armas biológicas para los aliados. Banting decía estar convencido de que la Alemania nazi se estaba preparando para iniciar una guerra biológica sin precedentes.
A partir de 1939, mantiene una serie de encuentros con oficiales británicos. Trata de convencerles de que deben dotarse de armamento biológico pero la primera operación de naturaleza ofensiva no se planea hasta 1942: “Operación Vegetariana”. Objetivo: usar ántrax para destruir el ganado del enemigo. El arma biológica que iba a usarse eran esporas de ántrax. En un principio, el objetivo es meter esas esporas en cápsulas grandes llamadas pasteles, que están destinadas al ganado, y la idea era dejarlas caer desde el cielo sobre los pastos del ganado.
Inglaterra produciría cinco millones de pasteles contaminados. Pero el proyecto no llegará muy lejos ya que el ejército dudó de su eficacia sobre el terreno. Los militares buscaban un arma que afectara más directamente a los humanos, para frenar al ejército alemán. En julio de 1942 se cierra el acuerdo secreto entre Estados Unidos y Canadá, en el castillo Frontenac, en la ciudad de Quebec.
Los estadounidenses asumen las tres cuartas partes de los gastos y colocan en el lugar a los mejores investigadores. Grosse Ile se convertirá, oficialmente, en el “Centro de Control de Enfermedades de Guerra”, una de las ubicaciones más secretas de la Segunda Guerra Mundial.
El llamado “Proyecto N” sobre ántrax sólo duraría dos años. Sin embargo, es una historia que todavía tiene puntos oscuros. Muchos de los archivos están incompletos, se han borrado, o aún peor: han desaparecido. El secretismo que rodeaba esos experimentos todavía suscita grandes interrogantes.

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