El pogromo de Kishinev fue una sucesión de actos vandálicos y de violencia antijudía, incluyendo la masacre; tuvo lugar en la capital de Besarabia, entonces provincia del Imperio Ruso, entre el 6 y el 7 de abril de 1903 (Kishinev se conoce hoy como Chisináu y actualmente es la capital de Moldavia).
En la Rusia zarista, el maltrato a los judíos fue sistemático. Desde sus comienzos, el régimen de los zares encaró a los judíos con hostilidad implacable. Mientras otras autocracias, como la de Austria y la misma Roma siempre tuvieron una actitud ambivalente en relación a los judíos —a veces protegiéndolos y usándolos; otras veces persiguiéndolos—, los rusos trataron siempre a los judíos como extranjeros no aceptados.
A finales del siglo XIX e inicios del XX, en todo el territorio ruso el antisemitismo fue una política oficialmente dirigida por el Gobierno, algo que no sucedía en Europa central y Occidental y mucho menos en los Estados Unidos, México o Argentina.
En ese periodo, el antisemitismo ruso tomó innumerables formas, desde la organización de pogromos hasta la falsificación y la publicación de libelos tales como “Los protocolos de Sion”. La violencia era abiertamente instigada por el Gobierno, que pasó a manipular el sentimiento antijudío de las masas rusas con dos objetivos. El primero era intentar reducir a la población judía del modo más rápido y drástico posible. El segundo, canalizar la insatisfacción popular, especialmente entre los campesinos, alimentando su odio contra los judíos para así controlar una ola revolucionaria mucho mayor, que acabaría en 1917 destruyendo el régimen zarista. El término pogromo, utilizado prácticamente en todas las lenguas para definir los ataques a los judíos o a sus propiedades, es una palabra rusa que significa tempestad, destrucción, o devastación.
El pogromo se inició después de un incidente ocurrido el 6 de abril de 1903 cuando un joven cristiano de Rusia, Mikhail Rybachenko, fue encontrado muerto en la ciudad de Dubossary, a unos 40 kilómetros al norte de Chisináu. Aunque estaba claro que el joven había sido asesinado por un familiar (que más tarde fue encontrado), el periódico antisemita publicado en ruso Бессарабец (Bessarabetz, que significa "Besarabiano"), cuyo editor era Pavel Krushevan, insinuó que fue asesinado por los judíos. Otro periódico, Свет (Svet, "Luz"), utilizó los antiguos libelos de sangre contra los judíos, basado en que el joven había sido asesinado para usar su sangre en la preparación de matzá. El pogromo de Chisináu se extendió por tres días con disturbios y revueltas contra los judíos. Cuarenta y nueve judíos fueron asesinados, otros 592 resultaron heridos - de los cuales 92 de gran gravedad - y más de 700 casas fueron saqueadas y destruidas.
El periódico The Times dio a conocer un comunicado falso realizado por el Ministro del Interior, Viacheslav von Plehve, anunciándole al gobernador de Besarabia, que un pogromo era inminente, y dio orden de no usar la fuerza ni detener a los alborotadores,1 pero, en cualquier caso, no hubo intento por parte de las fuerzas policiales o militares de intervenir para detener los disturbios sino hasta el tercer día. Esta falta de intervención es un fuerte argumento en apoyo de la opinión de que el pogromo fue patrocinado o, al menos, tolerado por el Estado.
El The New York Times describió el primer pogromo de Chisináu:
Los disturbios antisemitas en Kishinev, Besarabia, son peores que lo que el censor permitirá publicar. Aquello fue un plan organizado a la espera de la masacre general de judíos al día siguiente de la Pascua Rusa. La multitud fue liderada por los sacerdotes y el grito general de «matar a los judíos» durante las marchas se escuchó por toda la ciudad. Los judíos fueron tomados totalmente desprevenidos y fueron masacrados como corderos. El número de muertos fue de 120 y los heridos unos 500. Las escenas de horror que asistieron a esta masacre son indescriptibles. Los bebés fueron literalmente destrozados en pedazos por la multitud, frenética y sanguinaria. La policía local no hizo ningún intento para reprimir el reinado del terror. Al atardecer, las calles estaban llenas de cadáveres amontonados y heridos. Los que pudieron escapar, huyeron aterrorizados, y la ciudad está ahora prácticamente desierta de judíos.
Un segundo pogromo tuvo lugar entre los días 19 y 20 de octubre de 1905. En esta ocasión los disturbios comenzaron como protestas políticas contra el zar, pero se transformaron en un ataque contra los judíos que se pudiesen encontrar. Al terminar los disturbios, 19 judíos fueron asesinados y otros 56 resultaron heridos. Grupos de autodefensa organizados por judíos después del primer pogromo contribuyeron para contener la violencia, pero su éxito fue relativo.
A pesar de una protesta mundial, sólo dos hombres fueron condenados a siete y cinco años de prisión y otros veintidós solo fueron sentenciados por uno o dos años. Este pogromo fue decisivo para convencer a decenas de miles de judíos de Rusia para marcharse a occidente y, eventualmente, a la Tierra de Israel. Como tal, se convirtió en un real asunto para los inicios sionistas, especialmente para lo que se convertiría en el Sionismo revisionista, inspirando con anticipación a la legítima defensa con alianzas de líderes como Vladimir Jabotinsky. Un gran número de artistas y escritores se refirieron al pogromo. Autores rusos como Vladimir Korolenko escribieron sobre el pogromo en La Casa 13 , mientras que Tolstoi y Gorki escribieron condenas culpando al gobierno de Rusia - a diferencia de los anteriores pogromos en la década de 1880, cuando la mayoría de los miembros de la intelectualidad rusa quedaron en silencio.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo_de_Kishinev
A los mártires del pogromo de Kishinev (Chisináu), |
En la Rusia zarista, el maltrato a los judíos fue sistemático. Desde sus comienzos, el régimen de los zares encaró a los judíos con hostilidad implacable. Mientras otras autocracias, como la de Austria y la misma Roma siempre tuvieron una actitud ambivalente en relación a los judíos —a veces protegiéndolos y usándolos; otras veces persiguiéndolos—, los rusos trataron siempre a los judíos como extranjeros no aceptados.
A finales del siglo XIX e inicios del XX, en todo el territorio ruso el antisemitismo fue una política oficialmente dirigida por el Gobierno, algo que no sucedía en Europa central y Occidental y mucho menos en los Estados Unidos, México o Argentina.
En ese periodo, el antisemitismo ruso tomó innumerables formas, desde la organización de pogromos hasta la falsificación y la publicación de libelos tales como “Los protocolos de Sion”. La violencia era abiertamente instigada por el Gobierno, que pasó a manipular el sentimiento antijudío de las masas rusas con dos objetivos. El primero era intentar reducir a la población judía del modo más rápido y drástico posible. El segundo, canalizar la insatisfacción popular, especialmente entre los campesinos, alimentando su odio contra los judíos para así controlar una ola revolucionaria mucho mayor, que acabaría en 1917 destruyendo el régimen zarista. El término pogromo, utilizado prácticamente en todas las lenguas para definir los ataques a los judíos o a sus propiedades, es una palabra rusa que significa tempestad, destrucción, o devastación.
El pogromo se inició después de un incidente ocurrido el 6 de abril de 1903 cuando un joven cristiano de Rusia, Mikhail Rybachenko, fue encontrado muerto en la ciudad de Dubossary, a unos 40 kilómetros al norte de Chisináu. Aunque estaba claro que el joven había sido asesinado por un familiar (que más tarde fue encontrado), el periódico antisemita publicado en ruso Бессарабец (Bessarabetz, que significa "Besarabiano"), cuyo editor era Pavel Krushevan, insinuó que fue asesinado por los judíos. Otro periódico, Свет (Svet, "Luz"), utilizó los antiguos libelos de sangre contra los judíos, basado en que el joven había sido asesinado para usar su sangre en la preparación de matzá. El pogromo de Chisináu se extendió por tres días con disturbios y revueltas contra los judíos. Cuarenta y nueve judíos fueron asesinados, otros 592 resultaron heridos - de los cuales 92 de gran gravedad - y más de 700 casas fueron saqueadas y destruidas.
El periódico The Times dio a conocer un comunicado falso realizado por el Ministro del Interior, Viacheslav von Plehve, anunciándole al gobernador de Besarabia, que un pogromo era inminente, y dio orden de no usar la fuerza ni detener a los alborotadores,1 pero, en cualquier caso, no hubo intento por parte de las fuerzas policiales o militares de intervenir para detener los disturbios sino hasta el tercer día. Esta falta de intervención es un fuerte argumento en apoyo de la opinión de que el pogromo fue patrocinado o, al menos, tolerado por el Estado.
El The New York Times describió el primer pogromo de Chisináu:
Los disturbios antisemitas en Kishinev, Besarabia, son peores que lo que el censor permitirá publicar. Aquello fue un plan organizado a la espera de la masacre general de judíos al día siguiente de la Pascua Rusa. La multitud fue liderada por los sacerdotes y el grito general de «matar a los judíos» durante las marchas se escuchó por toda la ciudad. Los judíos fueron tomados totalmente desprevenidos y fueron masacrados como corderos. El número de muertos fue de 120 y los heridos unos 500. Las escenas de horror que asistieron a esta masacre son indescriptibles. Los bebés fueron literalmente destrozados en pedazos por la multitud, frenética y sanguinaria. La policía local no hizo ningún intento para reprimir el reinado del terror. Al atardecer, las calles estaban llenas de cadáveres amontonados y heridos. Los que pudieron escapar, huyeron aterrorizados, y la ciudad está ahora prácticamente desierta de judíos.
Un segundo pogromo tuvo lugar entre los días 19 y 20 de octubre de 1905. En esta ocasión los disturbios comenzaron como protestas políticas contra el zar, pero se transformaron en un ataque contra los judíos que se pudiesen encontrar. Al terminar los disturbios, 19 judíos fueron asesinados y otros 56 resultaron heridos. Grupos de autodefensa organizados por judíos después del primer pogromo contribuyeron para contener la violencia, pero su éxito fue relativo.
A pesar de una protesta mundial, sólo dos hombres fueron condenados a siete y cinco años de prisión y otros veintidós solo fueron sentenciados por uno o dos años. Este pogromo fue decisivo para convencer a decenas de miles de judíos de Rusia para marcharse a occidente y, eventualmente, a la Tierra de Israel. Como tal, se convirtió en un real asunto para los inicios sionistas, especialmente para lo que se convertiría en el Sionismo revisionista, inspirando con anticipación a la legítima defensa con alianzas de líderes como Vladimir Jabotinsky. Un gran número de artistas y escritores se refirieron al pogromo. Autores rusos como Vladimir Korolenko escribieron sobre el pogromo en La Casa 13 , mientras que Tolstoi y Gorki escribieron condenas culpando al gobierno de Rusia - a diferencia de los anteriores pogromos en la década de 1880, cuando la mayoría de los miembros de la intelectualidad rusa quedaron en silencio.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pogromo_de_Kishinev
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