martes, 23 de junio de 2015

Solución final


La solución final, también conocida en la terminología nazi como «solución final de la cuestión judía» (en alemán, Endlösung der Judenfrage),1 es el nombre del plan de los nazis para llevar a cabo el genocidio sistemático de la población judía europea durante la Segunda Guerra Mundial.2 Solo después de la guerra se empezó a conocer a la «solución final» como el Holocausto o Shoah, es decir, al proceso que involucró la deportación sistemática y exterminio de toda persona clasificada como judía por los nazis independientemente de la religión que profesara.3 La expresión «solución final» fue empleada por Adolf Eichmann, funcionario nazi a cargo de la primera instancia del asesinato en masa, a la que él denominó «reinstalación».4
El 31 de julio de 1941, Reinhard Heydrich, comandante de las Oficina Central de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt o RSHA), recibió una orden de Hermann Göring para preparar la «solución final de la cuestión judía».7 En la carta, que según Adolf Eichmann fue redactada por el mismo Heydrich y presentada solo para su firma, Göring, después de encargar una «solución global» (Gesamtlösung) de la cuestión judía en el área de influencia alemana, repite la orden de que «me presente sin demora un plan global de las medidas organizativas, prácticas y financieras necesarias para la ejecución de la solución final [Endlösung] que se pretende dar al problema judío».19

Si bien los asesinatos en masa de judíos ya habían comenzado con la invasión de la Unión Soviética, probablemente no se incluían todavía en el marco de un plan premeditado conducente al exterminio total de los judíos europeos. La carta, en realidad, tenía la intención más limitada de asegurar para las SS la competencia exclusiva en todo lo referente a la cuestión judía, dejando al margen sobre todo a Alfred Rosenberg,20 que había sido nombrado el 16 de julio ministro del Reich para los Territorios Ocupados del Este.21 Las órdenes eran vagas también porque en ese momento Hitler todavía se oponía a las deportaciones masivas, lo que confirmó a Joseph Goebbels en una reunión celebrada el 18 de agosto en la que, aunque autorizó que se marcara a los judíos del Reich con una «señal grande y claramente visible» y mencionó su profecía sobre el ominoso destino que les esperaba, le dio prioridad a la finalización de la campaña militar en el este para la asignación de los medios de transporte.22
En el otoño de 1941, Heinrich Himmler, quien concibió el plan que conduciría a exterminar gran parte de la judeidad europea, dio la orden al general de las SS Odilo Globocnik (jefe de las SS para el distrito de Lublin) de aplicar un plan para matar sistemáticamente a los judíos residentes en el Gobierno General.6 Aktion Reinhard fue el nombre en clave dado a la operación por Heydrich, quien había sido el encargado de preparar la «solución final» y sería asesinado por partisanos checos en mayo de 1942.6
Tres campos de exterminio se crearon para tal propósito en Polonia como parte de la Aktion Reinhard: Belzec, Sobibor y Treblinka. En septiembre de 1941 se llevaron a cabo las primeras acciones de exterminio en masa por medio del gas Zyklon B.7
En enero de 1942, las SS iniciaron las deportaciones hacia los campos de exterminio. La «evacuación» (Aussiedlung, palabra código nazi para exterminio) comenzó en el Warthegau y continuó en el Gobierno General a mediados de marzo del mismo año. 23 Al llegar a los campos, las familias judías eran enviadas directamente a las cámaras de gas. El asistente de Globocnik, comandante SS Hermann Höfle, estaba encargado de organizar las deportaciones a los campos de concentración y exterminio.6 Hasta septiembre de 1942, 310 000 personas serían deportadas de Varsovia. Los únicos que permanecían, provisionalmente, eran los trabajadores de las fábricas de la industria bélica.23
En la Conferencia de Wannsee, liderada por Reinhard Heydrich y que tuvo lugar en Gross Wannsee (Berlín) el 20 de enero de 1942, un grupo de funcionarios del gobierno nazi alemán y jerarcas de las SS fijaron la coordinación de las diversas autoridades para el "la solución final de la cuestión judía", es decir, el exterminio en masa de la judeidad europea.5 Se preveía literalmente investigar a fondo toda Europa, partiendo desde el oeste hacia el este y desde el norte hacia el sur, para deportar a todas las personas de ascendencia judía a campos de concentración y exterminio.7
La reunión se destaca como la primera discusión de la «solución final», y también porque los protocolos de la reunión fueron encontrados intactos por los Aliados al final de la Segunda Guerra Mundial y se utilizaron durante los Juicios de Núremberg. Más tarde, Hitler dio instrucciones a Himmler para que divulgara la verdad sobre la suerte de los judíos a las altas esferas nazis. El primero de estos discursos, donde se reconoce la verdad real acerca del Holocausto, se le denomina Discurso de Posen. Hoy en día se suele referir a la resultante de la «solución final» como el Holocausto, de hecho se trata no de un sacrificio ritual sino de un crimen contra la humanidad.
En Auschwitz-Birkenau, el campo más grande, las SS empezaron en enero de 1942 a gasear gente en una granja reformada. A partir del 26 de marzo de 1942 llegaban a Auschwitz numerosos transportes de judíos, organizados por Eichmann, de manera que fue necesario reformar una segunda granja para los mismos fines. En julio de 1942 Himmler ordenó ampliar el campo de Birkenau para poder internar a 200 000 presos, además de construir cuatro cámaras de gas con sus respectivos crematorios.7
Conforme a los planes de la empresa Hoch-und Tiefbau AG Kattowitz, las cuatro cámaras de gas y los crematorios empezaron a funcionar entre el 22 de marzo y el 25 de junio de 1943; las instalaciones de gaseamiento y los hornos crematorios fueron fabricados por la empresa J. A. Topf & Söhne de Erfurt.
En octubre de 1942, Himmler ordenó que todos los judíos debían ser trasladados a Auschwitz o Majdanek. Ejecuciones masivas tuvieron lugar entre el 8 de mayo y el 29 de julio de 1944. Rudolf Höss, por orden de Himmler, debía gasear a más de 400 000 judíos húngaros en Auschwitz. En determinados días fueron asesinadas cerca de 24 000 personas, muchas de las cuales fueron quemadas en hogueras al aire libre dada la escasa capacidad de los crematorios.7
Höss cuenta en sus memorias que en el verano de 1941 fue recibido personalmente por Himmler y este le dijo:
El Führer ha dado la orden de proceder a la solución final del problema judío. Nosotros, los SS, somos los encargados de llevar a cabo esta orden. A usted le incumbe esta tarea dura y penosa.
Al finalizar la cita, le exigió guardar silencio, incluso ante sus superiores.8
Los nazis utilizaron otros campos de exterminio para gasear a los judíos en Polonia, entre ellos cabe mencionar Majdanek y Chelmno. En Majdanek, grupos de judíos considerados «incapaces de trabajar» fueron gaseados. En Chelmno, se emplearon camiones para gasearlos. Sistemáticamente fueron asesinados por los nazis más de tres millones de judíos en los campos de exterminio.6
Durante su proceso llevado a cabo en Jerusalén en 1961, Eichmann confesó públicamente que durante la Conferencia de Wannsee «se estudiaron con rigor los [más efectivos] métodos para exterminar a todo el pueblo judío que vivía en Europa».8
En su totalidad, la solución final involucraba el exterminio de la judeidad europea por gaseamiento, fusilamiento y otras numerosas medidas de asesinato en masa. Unos seis millones de judíos murieron, es decir, dos tercios de la judeidad europea que existía en 1939.6 https://es.wikipedia.org/wiki/Soluci%C3%B3n_final

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