Pedro Franqueza, retratado c. 1603 |
Venal, codicioso y buen conocedor de los entresijos de una administración donde la corrupción era la norma, Franqueza utilizó su situación privilegiada para su enriquecimiento personal, en complicidad con el secretario Ramírez de Prado y con la colaboración de su mujer e hijos: compró a precio reducido, habitualmente por mediación de terceros, numerosas propiedades procedentes de embargos, señalando a los funcionarios comisionados para su venta el precio al que deberían rematarse; fue de esta manera que a lo largo de los años adquirió los señoríos de Corpa, Tielmes, Romancos, Villamarchante, Villalonga, Benimeli, Navajas, Villafranqueza y Berninches, y varias casas en Toledo, Sevilla, Segovia, Granada, Córdoba, Ávila, Guadalajara, Alcalá de Henares y Lisboa, entre ellas la del fallecido embajador toscano Pedro de Médici, que adquirida por la cuarta parte de su valor utilizó como su domicilio en Madrid.Nota 2
«Es hombre de baja calidad, pero de buena cabeza, tan extremadamente codicioso, que no es menester buscar otro camino para poder negociar con él.»5 |
La junta de desempeño general resultó un completo fracaso: al final del trienio la deuda, lejos de minorarse, se había disparado. Franqueza, pasando por encima del consejo de Hacienda, falseó las cuentas y las presentó ante el rey como un éxito.
https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Franqueza
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