domingo, 4 de agosto de 2013

Como cargarse un pais. VI . Los Reyes de España. Casa de Austria (2)


Carlos I. 1500-1558



Rey de España de 1516 a 1556 (abdica). Los reinos de sus cuatro abuelos,  lo convertirían en uno de los más importantes monarcas que han existido. La llegada de Carlos a Castilla supuso la llegada de un joven inexperto que desconocía las costumbres e idioma de su reino, dado lo cual depositó su confianza en sus colaboradores borgoñones que le habían acompañado desde los Países Bajos, a los que le procuró altas dignidades y acceso a rentas y riquezas. Esto molestó a los castellanos y así se lo hicieron saber en las Cortes de Valladolid de 1518, lo cual fue ignorado por el rey.
La guerra de las comunidades de Castilla y el conflicto de las Germanías ocuparon el comienzo de su reinado en España. Despues la guerra con los Navarros y más tarde contra los turcos Otomanos.
Sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona imperial, y al que Carlos exigía la devolución de Borgoña.
La reforma luterana estaba creando una escisión no sólo religiosa, sino también política en el seno del Sacro Imperio Romano Germánico. Los opositores al emperador Carlos V formaron la Liga de Esmalcalda y desafiaron la autoridad imperial. Carlos y su hermano el archiduque Fernando (futuro emperador) se unieron para combatir contra la Liga. Reconociendo que era necesaria una reforma y para intentar resolver el problema, el pontífice Pablo III convocó un Concilio ecuménico en la ciudad de Trento, cuyos trabajos comenzaron oficialmente el 5 de diciembre de 1545. Concilio del que ni el emperador ni el papa que lo había convocado vieron la conclusión.

Tras la negativa de los protestantes a reconocer el Concilio de Trento, el emperador comenzó la guerra en el mes de junio de 1546, con un ejército armado por el pontífice, al mando de Octavio Farnesio, otro austríaco mandado por Fernando de Austria y otro de los soldados de los Países Bajos al mando del Conde de Buren. También apoyaba al Emperador, Mauricio de Sajonia que había sido hábilmente apartado de la Liga de Esmalcalda. Carlos V consiguió una contundente victoria en la batalla de Mühlberg en 1547, poco después los príncipes alemanes se retiraron y se subordinaron al Emperador. A pesar de su victoria no logró el anhelado deseo de unificar política y socialmente el luteranismo con el catolicismo, por lo que tan sólo ocho años después, en 1555, se vio obligado a suscribir la «Paz de Augsburgo» por medio del cual se reconocía el inalienable derecho de los alemanes de adherirse a la confesión católica o al luteranismo. Dando fin, aunque sea de manera temporal (50 años), al largo conflicto surgido por la Reforma.
           1519. Jacobo Fugger
Financió la elección de Carlos I de España como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con medio millón de florines. Su sobrino Antón Fugger, se convirtió en el prestamista oficial del rey Carlos I de España, y después de su hijo Felipe II. Apoyó la elección imperial de Fernando I en 1530
         1494-1559. Guerras italianas.
Sostuvo cuatro guerras con Francisco I de Francia, que también aspiraba a la corona imperial, y al que Carlos exigía la devolución de Borgoña.
       1520-1522. Guerra de las comunidades de Castilla.
     1520-1522. Rebelión de las Germanías.
     1549-1521. Conquista de Mexico.
    1532-1533. Invasión del Perú.
      1528-1538. Conquista de Colombia.
      1498-1510. Conquista de Venezuela.
     1524-1528. Conquista de El Salvador.
       1521-1524. Guerra de Navarra.
     1516-1541. Guerra contra los turcos otomanos.
       1546-1547. Guerra de Esmalcalda
      1552-1555. Guerra de los príncipes
 
 Felipe II, 1527-1598
 
            
 Rey de España de 1556 a 1598, Rey de Portugal de 1580 a 1598.
Su reinado se caracterizó por la exploración global y la expansión territorial a través del Océano Atlánticoy del Océano Pacífico, llevando a la Monarquía Hispánicaa ser la primera potencia de Europa y alcanzando el Imperio español su apogeo, convirtiéndolo en el primer imperio mundial ya que, por primera vez en la historia, un imperio tenía territorios en todos los continentes del planeta tierra.
La Rebelión de las Alpujarras fue un conflicto acontecido en España entre 1568 a 1571 durante el reinado de Felipe II. La abundante población morisca del reino de Granada se alzó en protesta contra la Pragmática Sanción de 1567, que limitaba las libertades religiosas y culturales de dicha población. Cuando el poder real consiguió vencer a los sublevados, se decidió dispersar a más de 80.000 moriscos procedentes del reino de Granada por varios puntos de la península Ibérica, para evitar que su concentración provocara nuevas rebeliones. Por la gravedad y la intensidad de sus combates también se la conoce como la Guerra de las Alpujarras.
Destinó gran cantidad de dinero para crear la mejor red de espionaje de la época.             

                 
                    Antonio Moro, 1557

Durante su reinado, la Hacienda Real se declaró en bancarrota tres veces (1557, 1575 y 1596), aunque, en realidad, eran suspensiones de pagos, técnicamente muy bien elaboradas según la economía moderna, pero completamente desconocidas por entonces.
Felipe II heredó una deuda de su padre de unos veinte millones de ducados, y dejó a su sucesor una cantidad que quintuplicaba esta deuda. En 1557, al poco de entrar al poder el rey, la Corona hubo de suspender los pagos de sus deudas declarando la primera bancarrota. Pero los ingresos de la Corona se doblaron al poco de llegar Felipe II al poder, y al final de su reinado eran cuatro veces mayor que cuando comenzó a reinar, pues la carga fiscal sobre Castilla se cuadruplicó y la riqueza procedente de América alcanzó valores históricos. Al igual que con su predecesor, la riqueza del Imperio recaía principalmente en Castilla, y dependía de los avances a gran interés de banqueros holandeses y genoveses. Por otra parte, también eran importantes los ingresos procedentes de América, los cuales suponían entre un 10% y un 20% anual de la riqueza de la Corona. Los mayores consumidores de ingresos fueron los problemas en los Países Bajos y la política en el Mediterráneo, juntos, unos seis millones de ducados al año.
El estado de las finanzas dependía totalmente de la situación económica castellana. Los Países Bajos eran los principales receptores de la lana castellana, y debido al ya abierto conflicto de los Países Bajos, la ruta lanera se interrumpió, lo que produjo una recesión en la economía castellana en 1575. Como consecuencia, en ese mismo año se produjo una segunda suspensión de pagos al declararse la segunda bancarrota. En 1577se llegó un acuerdo con banqueros genoveses para seguir adelantando dinero a la Corona, pero a un precio muy alto para Castilla, que agravó su recesión. Esto se conoce como El Remedio General de 1577, que consistió en una consolidación de la deuda a largo plazo, pudiendo llegar a 70 u 80 años. Se entregaron así juros (bonos) a los acreedores como compromiso de la Corona de la devolución del dinero con un interés del 7%. Dicho dinero se iría devolviendo a medida que se volviera a tener de nuevo liquidez y con el aval de los metales americanos. Paralelamente, entre 1576 y 1588, Felipe usó la intermediación financiera de Simón Ruiz, que le facilitaba pagos, cobros y préstamos a través de letras de cambio.
Anteriormente a Felipe II ya existían diversos impuestos: La alcabala, impuesto de aduanas; la cruzada impuesto eclesiástico; el subsidio, impuesto sobre rentas y tierras; y las tercias reales, impuestos a órdenes militares. Felipe II además de subir estos durante su reinado, implantó otros, entre ellos el excusado en 1567, impuestos sobre parroquias. De la Iglesia Felipe II consiguió recaudar hasta el 20% de la riqueza de la Corona, lo que supuso la crítica de algunos eclesiásticos.
En 1590se aprueban en las Cortes los millones, consistentes en ocho millones de ducados al año para los seis siguientes años, los cuales se dedicaron en la construcción de una nueva Armada y para la sangrante política militar. Esto terminó por arruinar a las ciudades castellanas y fulminar con los ya débiles intentos de industrialización que quedaban. En 1597se produjo una nueva suspensión de pagos al declararse la tercera bancarrota, recurriéndose a un nuevo Remedio General. Esto provocó ya un endeudamiento de la Corona gigantesco y desproporcionado, pero permitió la continuación de la política exterior.
Tras la ya malparada situación económica en Castilla que recibió de Carlos I, Felipe II dejó España al borde de la crisis. La vida de los españoles del tiempo era dura; la población soportaba una inflación brutal, por ejemplo, el precio del grano subió un 50% en los últimos cuatro años del siglo; la carga fiscal, tanto en productores como en consumidores, era excesiva. Debido a la inflación y la carga fiscal, cada vez existían menos negocios, mercaderes y empresarios dejaban sus negocios en cuanto podían adquirir un título nobiliario, con su baja carga fiscal. En las últimas Cortes, los diputados protestaron efusivamente ante otra demanda de más dinero por parte del rey, urgiendo por una retirada de los ejércitos de Flandes, buscar la paz con Francia e Inglaterra y concentrar su formidable poder militar y marítimo en la defensa de España y su imperio.
           1568-1571. Rebelión de las Alpujarras
          1590-1591. Alteraciones de Aragón
          1568-1648. Guerra de los 80 años o de Flandes
          1585-1604. Guerra anglo-española
         1560-1571. Guerra contra el imperio otomano.
          1565-1569. Conquista de Filipinas
          1565. Conquista de Florida
         1500-1600. Anexión de Portugal con sus posesiones en el norte de áfrica.

Felipe III. 1578-1600

 Rey de España y de Portugal de 1598 a 1621. El período en que el duque de Lerma ejerció el gobierno de España en nombre de Felipe III fue uno de los más notoriamente corruptos. La corrupción y el enriquecimiento del duque de Lerma, y sus adherentes como el conde de Lemosy el marqués de Siete Iglesias, llegó a ser escandalosa. Económicamente existieron varios problemas. La adopción de la moneda de vellón(una aleación de plata y cobre) a gran escala para las transacciones en el interior del país se enfrentó al problema de que desde 1599 se llevaron a cabo manipulaciones que consistían en quitar plata de la moneda de vellón, e incluso quitarle peso a la moneda, para especular luego con ese metal.2La moneda de vellón no dejaría de devaluarse frente al real de plata. Este mal duraría hasta los años 80 del siglo XVII. De otro lado, la avalancha de metales preciosos venidos de América era tal, que se produjo una inflación que poco preocupaba a los españoles ricos, pero que en la primera mitad del siglo XVII llegaría al 107%. Por otra parte, Felipe III se había encontrado unas arcas casi vacías por el enorme costo de las guerras y porque la enorme cantidad de metales preciosos traídos a Sevillahabía generado demanda de objetos de lujo que eran producidos fuera de la Península. Finalmente, los nobles tenían unos impuestos mucho más bajos que la burguesía, por lo que todos intentaban conseguir una hidalguía. Pese a que se sugirió que se prohibiese la venta de títulos nobiliarios, el Estado no lo hizo, ya que ingresaba dinero de la propia venta. Por esta y otras causas, en 1607 se produciría una suspensión de pagos por parte de la Hacienda Real al no ser capaz de hacer frente a la devolución de la deuda.3
Otro problema económico fue la especulación inmobiliaria. El Duque de Lerma se dedicó a comprar un gran número de casas, palacios y solares en Valladolid a precios muy baratos. El traslado de la Corte a Valladolid trajo consigo el desplazamiento de un gran número de funcionarios, nobles, artistas y otras personas vinculadas a la Corte a esa ciudad, y en consecuencia un aumento de precios de los inmuebles a partir de 1601. Entonces el Duque vendió sus inmuebles obteniendo pingües beneficios. Tras esto los precios en Madrid fueron en caída y el Duque se dedicó a comprar casas en la Villa de Madrid para, cinco años después, trasladar la Corte de nuevo a Madrid y, una vez los precios al alza, volver a obtener beneficios con la venta
El 9 de abrilde 1609, Felipe III de España decretó la expulsión de los moriscos, descendientes de la población de religión musulmana convertida al cristianismo por la Pragmática de conversión forzosa de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502.
Se decidió empezar por Valencia, donde la población morisca era mayor y los preparativos fueron llevados en el más estricto secreto. Desde comienzos de septiembre, tercios llegados de Italiatomaron posiciones en el norte y sur del reino de Valencia y el 22 de ese mes el virrey ordenó la publicación del decreto. La aristocracia valenciana se reunió con representantes del gobierno para protestar por la expulsión, pues ésta supondría una disminución de sus ingresos, pero la oposición al decreto fue disminuida ante la oferta de quedarse con parte de la propiedad territorial de los moriscos. A la población morisca se le permitió llevarse todo aquello que pudiesen, pero sus casas y terrenos pasarían a manos de sus señores, con pena de muerte en caso de quema o destrucción antes de la transferencia.
A partir del 30 de septiembre fueron llevados a los puertos, donde como ofensa última fueron obligados a pagar el pasaje. Los primeros moriscos fueron transportados al norte de África, donde en ocasiones fueron atacados por la población de los países receptores. Esto causó temores en la población morisca restante en Valencia, y el 20 de octubre se produjo una rebelión morisca contra la expulsión. Los rebeldes fueron reducidos en noviembre y se terminó con la expulsión de los últimos moriscos valencianos. A principios de 1610se realizó la expulsión de los moriscos aragoneses y en septiembre la de los moriscos catalanes.
La expulsión de los moriscos de Castilla era una tarea más ardua, puesto que estaban mucho más dispersos tras haber sido repartidos en 1571 por el reino después de la rebelión de las Alpujarras. Debido a esto, a la población morisca se le dio una primera opción de salida voluntaria del país, donde podían llevarse sus posesiones más valiosas y todo aquello que pudieran vender. Así, en Castilla la expulsión duró tres años (de 1611 a 1614) e incluso algunos consiguieron evadir la expulsión y permanecieron en España.
La deportación de los moriscos granadinos se realizó en columnas de 1.500 a 2.000 personas, escindidas en escuadras de 500 individuos. Cada columna seguía un itinerario particular con el fin de asegurar un mejor avituallamiento. Como media, la expedición recorría un poco más de 4 leguas al día, y para evitar que los más fuertes escapasen, se les ataba con esposas.
La expulsión de un 4% de la población puede parecer de poca importancia, pero hay que considerar que la población morisca era una parte importante de la masa trabajadora, pues no constituían nobles, hidalgos, ni soldados. Por tanto, esto supuso una merma en la recaudación de impuestos, y para las zonas más afectadas (Valencia y Aragón) tuvo unos efectos despobladores que duraron décadas y causaron un vacío importante en el artesanado, producción de telas, comercio y trabajadores del campo. Muchos campesinos cristianos además veían cómo las tierras dejadas por la población morisca pasaban a manos de la nobleza, la cual pretendía que el campesinado las explotase a cambio de unos alquileres y condiciones abusivas para recuperar sus “pérdidas” a corto plazo. Por otra parte, la expulsión convirtió a los campesinos moriscos en aliados de los piratas berberiscos que asaltaron las costas mediterráneas españolas durante cerca de un siglo.

España tenía varios frentes abiertos: los turcos otomanos, la República de Venecia y el Ducado de Saboya. En Norteamérica, se profundizó en las conquistas españolas al Norte de Florida.

            El valido.
Felipe III crea la figura del "valido", que era completamente nueva. Si bien el Rey conservaba su potestad de Monarca Absoluto, el valido podía ejercer el patronato sobre la Corte con el beneplácito del Rey y actuar en nombre del monarca. El primero de dichos validos fue el Duque de Lerma.
           Corrupción en las instituciones de la monarquía.
Se intentan poner medidas sin resultado alguno. Los problemas financieros, que se arrastraban desde el reinado anterior, hicieron al rey dependiente de las Cortes, a las que hubo de reunir con más frecuencia que sus antecesores para que le otorgaran los recursos imprescindibles destinados a mantener la acción exterior de la Monarquía (servicios de millones). Especulacion inmobiliaria protagonizada por el Duque de Lerma Al final fue destituido en 1618.
         1599-1604. Continuacion de la guerra contra Inglaterra
           1609-1610. Expulsión de los moriscos
          1618-1648. Guerra de los 30 años"1" ( la verdadera I guerra mundial).
La Guerra de los Treinta Años fue una guerra librada en la Europa Central (principalmente Alemania) entre los años 1618 y 1648, en la que intervino la mayoría de las grandes potenciaseuropeas de la época. Esta guerra marcará el futuro del conjunto de Europa en los siglos posteriores. En esta guerra España apoya al Emperador Fernando II de Austria en contra de Federico V, el cual tiene el apoyo de Francia e Inglaterra. Esto ocurría en medio del enfrentamiento entre católicos y protestantes en Bohemia y Alemania. Este conflicto sería de una gran intensidad. Algunos han bautizado este evento como la verdadera I Guerra Mundial.
           1598-1621. Pax Hispanica.
 Pese a que muchos historiadores han querido ver en la famosa Pax Hispánica un gesto hastío por la guerra y dificultad para reorganizar ataques por parte de la Monarquía, también se podría opinar que ésta formaba parte de una gran estrategia que permitiría a España recuperar su fuerza militar y económica y apartar a sus adversarios de sus empresas militares. De hecho, tanto Felipe III como sus consejeros pretendían que la tregua durase sólo hasta que España pudiese reanudar sus luchas y derrotar así a sus enemigos.


       Pedro Franqueza y Esteve (Igualada, 1547 - León, 1614).
 Conde de Villalonga, fue un burócrata español que con el favor del duque de Lerma ascendió en la administración de Felipe III hasta acumular lassecretarías de los consejos de Aragón, de Castilla, de Inquisición y de Estado y de las juntas de Hacienda de España y Portugal. La utilización que hizo de sus cargos para su enriquecimiento personal motivó que fuera inhabilitado y condenado a prisión perpetua por fraude, cohecho y falsificación.
       Rodrigo Calderón
Fue ministro del rey Felipe III de España yvalido o favorito del duque de Lerma. En 1598 se encuentra al servicio del Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, siendo su secretario. La llegada de Felipe III al trono español ese mismo año hizo que el Duque de Lerma, quien tuvo gran influencia sobre el rey, fuese nombrado grande de España. Calderón, que era un hombre activo, ambicioso y sin escrúpulos, se convirtió en el hombre de confianza del Duque de Lerma. Por su personalidad insolente, fue especialmente odiado por los enemigos del Duque de Lerma. Dos religiosos, Juan de Santa María, fraile franciscano, y Mariana de San José, priora de La Encarnación, trabajaron con la reina Margarita, bajo cuya influencia Calderón fue relegado de su puesto de secretario en 1612. Sin embargo, conservó el favor del Duque de Lerma, un hombre indolente para quien el trabajo de Calderón era indispensable.
Cuando la reina Margarita murió durante un parto en octubre de 1611, Calderón fue acusado de haber utilizado brujería contra ella. En 1612 fue enviado a una misión especial en Flandes, y a su regreso se le nombró "Marqués de las Siete Iglesias" en el año 1614. Más tarde se supo que ordenó el asesinato de un soldado llamado Francisco de Juaras.
Cuando el Duque de Lerma fue conducido hasta la Corte en 1618 por las acusaciones de su propio hijo, el Duque de Uceda, y del confesor del rey, el dominico Aliaga, Calderón fue utilizado como chivo expiatorio para calmar las voces del pueblo. Fue arrestado y el 7 de enero de 1621 fue salvajemente torturado para conseguir que confesase los cargos que contra él pesaban de asesinato y brujería. Confesó el asesinato de Juaras, pero rechazó firmemente el resto de los cargos que le acusaban de asesinato y brujería.
Murió degollado en la plaza Mayor de Madrid el 21 de octubre de 1621.

   Felipe IV 1605-1665

 Rey de España de 1621 a 1665, Rey de Portugal de 1621 a 1640.
Los exitosos primeros años de su reinado auguraron la restauración de la preeminencia universal de los Habsburgo, pero la guerra constante de la Europa protestante y la católica Francia contra España condujeron al declive y ruina de la Monarquía Hispánica, que hubo de ceder la hegemonía en Europa a la pujante Francia de Luis XIV, así como reconocer la independencia de Portugal y las Provincias Unidas.
Se recurrió a la introducción de nuevos impuestos a la Corona, repartidos de manera más equitativa. Los reinos periféricos pusieron resistencia a estos nuevos impuestos, muchas veces con motines. La nobleza no aceptó un impuesto sobre las elevadas rentas del reino ni la tasa sobre productos de lujo, y bloqueó continuamente estas medidas.
Esta reforma fracasó en un momento en que los gastos aumentaron. Por ello el Conde-duque tuvo que buscar dinero en: la emisión de juros, préstamos a banqueros judíos portugueses, nuevas contribuciones votadas en Cortes y la declaración de bancarrota (en realidad, suspensión de pagos) en momentos de extrema necesidad.
El Conde-duque intentó crear un banco nacional con el fin de facilitar el comercio y contribuir a los gastos de la Monarquía. Para formar un capital solicitó una contribución especial sobre los patrimonios superiores a 2000 ducados de renta, pero la nobleza volvió a oponerse, lo cual causó su fracaso.
La monarquía española de Felipe IV se vio envuelta en una recesión económica que afectó toda Europa, y que en España se notó más por la necesidad de mantener una costosa política exterior. Esto llevó a la subida de los impuestos, al secuestro de remesas de metales preciosos procedentes de las Indias, a la venta de juros y cargos públicos, a la manipulación monetaria, etc. Todo con tal de generar nuevos recursos que pudiesen paliar la crisis económica.
          Guerra contra Holanda (1621), Inglaterra (1625) ,  Francia ( 1635), Portugal ( 1640-Guerra de restauracion portuguesa)
En 1640, Castilla, el único reino que había colaborado con los gastos de las empresas de la Monarquía, mostraba señales de agotamiento. Por ello, el valido exigió a los demás reinos una contribución equivalente y se dispuso a paliar las trabas institucionales que pudieran existir. Durante esta última etapa se producen las diferencias con Cataluña, Portugal y Andalucía.
         La Conspiracion independentista de Andalucía. 1641
Se sitúa el contexto de la denominada crisis de 1640, la coyuntura política más crítica del reinado de Felipe IV de España, simultánea a la revuelta de los catalanes y la independencia de Portugal, con la que está muy vinculada. Fue protagonizada por el IX duque de Medina Sidonia y el VI marqués de Ayamonte.
         Levantamiento de Nápoles
En Nápoles, en 1647, se produjo un levantamiento debido a la falta de alimentos, que se extendió por Sicilia, pero los amotinados fueron controlados por las autoridades locales.
En Cataluña, la guerra se prolongó hasta que en 1652, tras 15 meses de asedio, Felipe IV logró tomar Barcelona.
Ese mismo año por las ciudades andaluzas se produjeron pequeños levantamientos debido a la falta de pan, el descontento por la alteración de la moneda - moneda de vellón -, la presión fiscal y las levas.
La guerra constante de la Europa protestante y la católica Francia contra España condujeron al declive y ruina de la Monarquía Hispánica, que hubo de ceder la hegemonía en Europa a la pujante Francia de Luis XIV, así como reconocer la independencia de Portugal y las Provincias Unidas (Estado formado por las siete provincias del norte de los Países Bajos (Frisia, Groninga, Güeldres, Holanda, Overijssel, Utrecht y Zelanda), agrupadas desde de la Unión de Utrecht (1579) hasta la ocupación francesa en 1795.)
         1618-1648. Guerra de los 30 años "2"( la verdadera I guerra mundial)
         1655-1660. Guerra anglo-española.
Conflicto bélico librado entre la Commonwealth de Inglaterra bajo El Protectorado de Oliver Cromwell y España bajo el reinado de Felipe IV, motivado por la rivalidad comercial entre ambos países en las Indias Occidentales

          1640. Crisis de los 40.
 Castilla, el único reino que había colaborado con los gastos de las empresas de la Monarquía, mostraba señales de agotamiento. Por ello, el valido exigió a los demás reinos una contribución equivalente y se dispuso a paliar las trabas institucionales que pudieran existir. Durante esta última etapa se producen las diferencias con Cataluña, Aragón, Portugal y Andalucía1640-1652.

          Sublevación de Cataluña.
La sublevación comienza con el Corpus de Sangre del 7 de junio de 1640, explosión de violencia en Barcelona —cuyo hecho más trascendente es el asesinato del conde de Santa Coloma, noble catalán y virrey de Cataluña— protagonizada por campesinos y segadors ('segadores') que se han sublevado debido a los abusos cometidos por el ejército real —compuesto por mercenarios de varias "naciones", incluidos los castellanos— desplegado en el Principado a causa de la guerra con la Monarquía de Francia, enmarcada dentro de la Guerra de los Treinta Años (16181648).


 
        Conspiración del duque de Híjar o Conspiración de Aragón.
El agotamiento a causa de la guerra, la creciente debilidad política del reino, así como la prolongada presión fiscal y servicio de hombres, en un Aragón implicado directamente en la Guerra de Cataluña (1640-1652), pudieron crear en Aragón un clima de cierta predisposición hacia la rebelión, pero la realidad fue que la actitud del reino, al descubrirse el intento de don Rodrigo Sarmiento de Silva, duque consorte de Híjar, y los demás cómplices (Carlos de Padilla, su hermano Juan, Pedro de Silva y Domingo Cabral), fue de repulsa hacia la misma y de fidelidad al rey. Pedro de Silva y Carlos Padilla, fueron ejecutados en la Plaza Mayor de Madrid el 5 de diciembre de 1648, cuando Cabral había ya muerto en prisión. Al duque de Híjar, que nunca confesó su participación en la conspiración, le fueron confiscados todos sus bienes y fue condenado a prisión perpetua, muriendo después de quince años en la cárcel de León.

         1640-1668. La Guerra de la Restauración.
 El período de 1640 a 1668 se caracterizó por enfrentamientos periódicos entre Portugal y España, tanto pequeñas contiendas como graves conflictos armados, de los cuales muchos de ellos fueron ocasionados por conflictos de España y Portugal con potencias no ibéricas. España participó en la guerra de los Treinta Años hasta 1648 y en la guerra franco-española hasta 1659, mientras que Portugal participó en la guerra luso-neerlandesa hasta 1663. La guerra estableció la Casa de Braganza como nueva dinastía reinante de Portugal, en sustitución de la Casa de Habsburgo. Esto puso fin a la llamada Unión Ibérica.

      1641-Conspiración independentista en Andalucía.
Fue protagonizada por el IX duque de Medina Sidonia y el VI marqués de Ayamonte. Se le han atribuido muy diversas motivaciones, entre las que está la posibilidad de entenderla como una simple conjura nobiliaria de carácter estamental o particularista, o como un intento secesionista o independentista, siguiendo el ejemplo catalán o el portugués, por el que se pretendía sublevar Andalucía contra el rey para instaurar en ella una monarquía en la persona del citado duque. Los planes de ambos nobles quedaron al descubierto.

  Politica interior y exterior.
Continuaron las sublevaciones de Cataluña y Portugal, a las que se sumó Aragón.
En Nápoles, en 1647, se produjo un levantamiento debido a la falta de alimentos, que se extendió por Sicilia, pero los amotinados fueron controlados por las autoridades locales.
1652. Guerra de Cataluña. En Cataluña, la guerra se prolongó hasta que en 1652, tras 15 meses de asedio, Felipe IV logró tomar Barcelona.

    Carlos II "el hechizado" 1661-1700

Rey de España de 1665 a 1700. Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia.
Carlos II fue proclamado rey en 1665, a los cuatro años. Era una persona educado por teólogos y sin conocimientos políticos. Mantuvo correspondencia con Sor Úrsula Micaela Morata, mística alicantina, para pedirle consejo. Su mala salud hacía sospechar que moriría joven, por lo que nuevamente se descuidó su educación; nadie se preocupó de prepararle adecuadamente para las tareas de gobierno.
El Rey, plenamente consciente de su incapacidad para asumir las funciones de gobierno, dejó el mismo en manos del duque de Medinaceli (1680-1685) como su valido, y posteriormente en el conde de Oropesa (1685-1691). El último intentó poner orden en la economía y hacienda real, creando para ello la Superintendencia General de la Real Hacienda, presidida por el marqués de Vélez, que, aunque no funcionó como era de esperar, marcó el comienzo de las futuras reformas borbónicas. Al enfrentamiento con la tradicional aristocracia y la Iglesia, y su falta de sintonía con la nueva reina, Mariana de Neoburgo, segunda esposa del Rey, se unieron los desastres de la guerra contra Francia —pérdida de Luxemburgo por la Tregua de Ratisbona en 1684, invasión francesa de Cataluña en 1691— que precipitaron su caída en junio de 1691.
Uno de los hechos más importantes que cambiaría más tarde la monarquía hispánica fue la Paz de Ryswick, firmada con Francia en 1697 después de la ocupación francesa en el Palatinado. La consecuencia más importante de esta paz fue la posibilidad de Francia de acceder al trono de la Corona española.
        Juan José de Austria,
Con el apoyo popular, se convirtió en el nuevo valido. Su gobierno quedó ensombrecido por la lucha política contra sus adversarios y la dramática situación de la monarquía hispánica, obligada a ceder el Franco Condado a Francia mediante la Paz de Nimega en 1679
El Rey, plenamente consciente de su incapacidad para asumir las funciones de gobierno, dejó el mismo en manos del duque de Medinaceli (1680-1685) como su valido, y posteriormente en el conde de Oropesa (1685-1691). El último intentó poner orden en la economía y hacienda real, creando para ello la Superintendencia General de la Real Hacienda, presidida por el marqués de Vélez, que no funcionó como era de esperar.
El enfrentamiento con la tradicional aristocracia y la Iglesia, la falta de sintonía con la nueva reina, Mariana de Neoburgo, segunda esposa del Rey, los desastres de la guerra contra Francia —pérdida de Luxemburgo por la Tregua de Ratisbona en 1684, invasión francesa de Cataluña en 1691— precipitaron la caída del duque en junio de 1691.
La Paz de Ryswick, firmada con Francia en 1697después de la ocupación francesa del condado palatino del Rhinposibilitó a Francia acceder al trono de la Corona española.

Fuente: Wikipedia
 

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