miércoles, 27 de febrero de 2013

Alan Turing y la gratitud humana

estatua de Alan Turing
Alan Turing fue un gran matematico y un gran patriota. Colaboró con los aliados en la segunda guerra mundial y gracias a su trabajo se lograron descifrar los códigos nazis encrptados por la máquina enigma.
Pero, ¡ay! resulta que a los ojos del gobierno ingés de aquel tiempo no era perfecto. Era homosexual.
Le dieron a escoger entre la castración quimica o la carcel. Escogió la castración.
Terminó suicidandose con una manzana envenenada con cianuro.
El gobierno britanico nunca perdonó al genio aunque pidió disculpas por haberle maltratado.
Así agradecen los gobiernos el trabajo de los héroes. Y es que además de ser un genio tienes que ser como ellos quieren que seas.
Por supuesto, en ese afan de perfeccionismo rara vez se incluyen ellos mismos.
http://es.wikipedia.org/wiki/Alan_Turing

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