domingo, 12 de agosto de 2018

MASACRE EN YEMEN



La guerra en Yemen continúa con escasa información por parte de los medios occidentales. Arabia Saudí bombardea indiscriminadamente el ya devastado país asesinando esta vez a más de cincuenta personas en un bombardeo. Parece ser que la mayoría eran niños.

Las guerras han cambiado sobre todo en lo que se refiere a objetivos. Antes los objetivos eran mayoritariamente militares, en la actualidad son civiles. Escuelas y hospitales son atacados sin ningún tipo de remordimiento, ética o como queramos llamar a un hipotético código que hasta los guerreros medievales presumían de tener, aunque luego la realidad fuera otra.

Arabia Saudí, nuestro amiguete económico, ha atacado Al Hudeida uno de los principales puertos del país bombardeando indiscriminadamente un mercado de pescado y una zona cercana al hospital.

A la guerra propiamente dicha se suma el cólera para cuyo tratamiento el hospital bombardeado es fundamental con lo que el ataque es doblemente cruel.
Las guerras son difíciles de explicar pero parece que esta, que a ninguna televisión le interesa explicar, tiene su razón de ser en el petróleo que Yemen no posee en cantidad pero sí tiene una posición geoestratégica para el tráfico mundial del precioso líquido y cuyo control hacia Europa desea Arabia Saudí.

Nos quieren hacer creer que la religión está detrás pero, como siempre, es el dinero, en forma de petróleo o de tráfico de armas lo que hacen rentables las guerras.

El Reino Unido facilita el apoyo logístico, Estados Unidos debe compensar a Arabia por sus acuerdos con Irán, y según los analistas también le conviene callar a Rusia y a la liga Arabe. Europa, por su parte, no parece implicarse aunque dice exhortar  a Riad para que cese la guerra. Y es que hay que ser educados con nuestros clientes. 

Y amigos, el dinero es el dinero.

Por cierto para que las ultimas noticias son algo esperanzadoras.
A ver si es verdad.

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