La guerra en Yemen continúa con escasa información por parte de
los medios occidentales. Arabia Saudí bombardea indiscriminadamente el ya devastado
país asesinando esta vez a más de cincuenta personas en un bombardeo. Parece
ser que la mayoría eran niños.
Las guerras han cambiado sobre todo en lo que se refiere a
objetivos. Antes los objetivos eran mayoritariamente militares, en la
actualidad son civiles. Escuelas y hospitales son atacados sin ningún tipo de
remordimiento, ética o como queramos llamar a un hipotético código que hasta
los guerreros medievales presumían de tener, aunque luego la realidad fuera
otra.
Arabia Saudí, nuestro amiguete económico, ha atacado Al Hudeida uno
de los principales puertos del país bombardeando indiscriminadamente un mercado
de pescado y una zona cercana al hospital.
A la guerra propiamente dicha se suma el cólera para cuyo
tratamiento el hospital bombardeado es fundamental con lo que el ataque es
doblemente cruel.
Las guerras son difíciles de explicar pero parece que esta, que
a ninguna televisión le interesa explicar, tiene su razón de ser en el petróleo
que Yemen no posee en cantidad pero sí tiene una posición geoestratégica para
el tráfico mundial del precioso líquido y cuyo control hacia Europa desea
Arabia Saudí.
Nos quieren hacer creer que la religión está detrás pero, como
siempre, es el dinero, en forma de petróleo o de tráfico de armas lo que hacen
rentables las guerras.
El
Reino Unido facilita el apoyo logístico, Estados
Unidos debe compensar a Arabia por sus acuerdos con Irán, y según los
analistas también le conviene callar a Rusia y a la liga Arabe. Europa, por su
parte, no parece implicarse aunque dice exhortar a Riad para que cese la guerra. Y es que hay
que ser educados con nuestros clientes.
El
año pasado España les vendió munición por valor de 141 millones y hace
dos años armas por valor de 116 millones.
Y amigos, el dinero es el dinero.
Por cierto para que las ultimas noticias son algo esperanzadoras.
A ver si es verdad.
Por cierto para que las ultimas noticias son algo esperanzadoras.
A ver si es verdad.
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