miércoles, 25 de enero de 2017

DEMOCIDIO EN LOS LIBROS SAGRADOS

 En todas las religiones la violencia está presente de una forma u otra. La religiones politeistas tienen su dios de la guerra. Ares, Marte, Odín,  valkiryas, Sejmet y muchas más eran dioses especializados en el "arte" de la guerra.
En la mitología hindú, el Mahabharata es el gran poema que narra el conflicto entre dos grupos, los Pandavas y los Kauravas nacido al calor de las guerras acaecidas en el norte de India hacia el 1000 a. deC.
En las religiones monoteistas, cristianismo, Islam y judaismo el dios único se encarga personalmente de enviar los castigos necesarios o dar las ordenes pertinentes a sus profetas y angeles para que se encarguen de ejecutar sus violentas órdenes.

La Biblia, el libro del que se supone que vamos a extraer toda la sabiduría de Dios está plagado de citas muy dificiles de explicar si, como explica el catecismo, es un dios justo y sobre todo sabio y miseriordioso.
No voy a poner aquí los cientos de citas referentes a democidios que se pueden leer en los libros sagrados, ya que no solo la biblia cristiana contiene estos polémicos textos, tambien el Corán, por supuesto, contiene textos que incitan claramente a la violencia, pero sí me detendré en un pasaje que siempre me llamó la atención desde el principio y es el pasaje de la ultima plaga dedicada al malvado pueblo egipcio que no dejaba marchar al pueblo favorito de dios. Se trata del asesinato de todos los primogénitos de los egipcios incluyendo los animales.
No se lo que los animalistas tendrían que decir al respecto pero las asociaciones de derechos humanos seguramente que a este hecho no tndrían ningun problema en tacharlo cuando menos de crimen de lesa humanidad.
Claro que los eruditos y exegetas cristianos tratan de buscar y dar explicaciones a estos innumerables pasajes. En concreto, este pasaje del exodo no hay por donde cogerlo.



«Así ha dicho el Señor: “A la medianoche pasaré a través de todo Egipto, y todos los primogénitos egipcios morirán, desde el primogénito del faraón, que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que trabaja en el molino, y también todas las primeras crías de los animales. Habrá en todo Egipto un gran clamor, como no lo hubo antes, ni jamás lo habrá. Pero entre los hijos de Israel, ni un perro moverá su lengua contra ellos, ni contra sus animales, para que sepan que el Señor hace diferencia entre los egipcios y los israelitas.Y todos estos siervos tuyos se humillarán ante mí, y con el rostro inclinado delante de mí dirán: ‘Vete de aquí, tú y todo el pueblo que te sigue’. Después de esto, yo saldré.”»  Exodo 11:5

 En la Biblia hay muchos pasajes que tiene la violencia de Dios como protagonista pero este es el que más me impactó por la naturaleza de las víctimas, en absoluto culpables de nada.
Lease, por ejemplo los pasajes:
Números 31, 1-24
Exodo 17,4
Deuteronomio 25, 17-9
Samuel I,15-3 y Samuel I, 22,19
El dios de Moab, Astar-Camos ordena a su pueblo que mate a los hebreos segun reza en la estela de Mesa, (rey de Moab) (siglo IX)

Un mal comienzo, a mi juicio, para un libro que prentendía ser, y lo consigue, el eje del mayor grupo religioso del mundo, unos 2200 millones de personas según algunos estudios.


En el Corán, según los musulmanes. las cosas son más amables... o no.
 Al igual que en la Biblia, en el Corán las contradicciones son numerosas mezclando la misericordia de unas citas con la intransigencia y violencia de otras.
Solo nos detendremos en la que inciten a la violencia.
En la sura V verso 39 dice: ¡Oh creyentes!, temed a Alá; esforzaos por tener acceso cerca de él. combatid por su religión y sereis felices.
Y en la misma sura el verso 42 dice: En cuanto al ladrón y la ladrona, les cortareis las manos como retribución a la obra de sus manoss; como castigo proveniente de Alá; Alá es poderoso y prudente.
En la sura VIII  verso 52 dice: ¡ Que espectáculo cuando los ángeles les quitan la vida a los infieles! Les golpan las caras y los riñones, y les gritan : Id a probar la pena del fuego;
Sura VIII verso 66: ¡ Oh profeta!, excita a los creyentes al combate. Veinte hombres firmes de éstos aplastaran a doscientos infieles. Cien harán huir a mil, porque los infieles no comprenden nada.
Sura IX, verso 124: ¡Oh creyentes!, combatid a los infieles que os rodean; que hallen siempre en vosotros una acogida ruda. Ala está con los que le temen.

Y así podríamos seguir religión por religión, verso por verso para encontrar justificación a las cruzadas, a la inquisición y a la yihad que en la edad media y en la actualidad siguen derramando la sangre de los hombres.







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