Yenoj Gershónovich Ieguda; Nizni Nóvgorod, 7 de noviembre de 1891-Moscú, 15 de marzo de 1938) fue el jefe de la Policía
secreta de la Unión
Soviética NKVD entre 1934 y 1936.
Yagoda
Yagoda nació en el seno de una familia judía,12 concretamente era hijo de un judío
joyero de Letonia y se unió a los bolcheviques en 1907. Farmacéutico de profesión,3 después de la Revolución
de Octubre de 1917, subió rápidamente en el escalafón
de la Checa,1 la policía
secreta bolchevique anterior a la NKVD, convirtiéndose en el lugarteniente de Féliks
Dzerzhinski en septiembre de 1923. Había pasado a este
desde la inspección del Ejército Rojo en 1919.1 Después de la muerte de Dzerzhinski en
julio de 1926, Yagoda estuvo bajo el mando de Viacheslav
Menzhinski. Sin embargo, debido a la mala salud de este
último, fue Yagoda quien tenía el control verdadero de la policía secreta al
final de la década de 1920.
La lealtad de Yagoda a Stalin era incuestionable y ya en 1931,
como subjefe bajo Menzhinski, ordenó el traslado de miles de presos políticos
para la construcción del Canal
Mar Blanco-Báltico en el norte de Rusia, cuidando que la
mayoría de ellos pereciera por culpa de los maltratos, el frío, y la pésima
alimentación, gracias a la insistencia de Yagoda en "economizar"
recursos al no emplear maquinaria pesada sino casi exclusivamente mano de obra en la obra
de construcción del Canal, de forma que la prestación de mano de obra para los
proyectos de Stalin cimentaba la influencia de Yagoda ante el dictador al dar
un uso económico a la enorme masa de presos del Gulag.
La personalidad de Yagoda era tachada como muy corrupta por
otros líderes comunistas que lo acusaban de ser un hombre lleno de vicios entre
los que se encontraban las mujeres y las apuestas.
La paranoia de Stalin durante la época de la Gran Purga también
alcanzó a Yagoda, sobre quien siempre mantuvo quejas debido a su renuencia en
acusar inocentes. Tras varios meses en que Stalin rechazó sus pedidos de
entrevistas personales, el 16 de septiembre de 1936 Nikolái Yezhov reemplazó
a Yagoda al mando de la policía secreta y en marzo de 19375 el propio Yagoda
fue arrestado. Se lo acusó de traición y de
conspirar contra el gobierno en
el último Juicio
de Moscú en marzo de 1938.
Aleksandr Solzhenitsyn estuvo presente en
el juicio de Yagoda y describió la impresionante confianza del acusado en que
Stalin finalmente lo perdonaría, llegando a describir cómo Yagoda se levantaba
de su banquillo y gritaba suplicando clemencia al segundo piso de la galería
como si el propio Stalin estuviera
allí: «¡A usted recurro! ¡Dos grandes canales he construido para usted!».6 Pese a estos
ruegos, Yagoda fue declarado culpable pocos días después de empezar el juicio,
y ejecutado el 15 de marzo de 1938 en el campo de fusilamiento de Communarka.
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