Es lo que hay
Debo estar haciéndome viejo. Lo creo porque me estoy haciendo un
cascarrabias. Protesto más y estoy más sensible con lo que yo considero
tonterías. Y es que igual no son tonterías pero, simplemente, a mí me lo
parecen.
Comenzaré por lo menos importante o lo más según a quien le
preguntes:
La moda. Y es que no entiendo porque la gente se tatúa toda la
espalda si no puede ver su tatuaje aunque sea una obra de arte y los demás solo
se lo pueden ver en verano. Además cuesta una pasta (mínimo 50 euros el más
sencillo) y duele un montón, sobre todo
en las manos y pies y seguro que con el tiempo te parecerá una tontería y te arrepentirás
de tener tatuado el nombre de tu exnovio, o ex novia con el, la que rompiste violentamente
hace tiempo y te lo tendrás que quitar y volver a pagar otra pasta (400 euros
mínimo).
Conclusión de un
intolerante: Si llevas un tatuaje grande que te llena un montón de tu piel, o eres de una mara centroamericana, o
eres de la yakuza o… eres gilipollas.
Seguimos con la moda. Si pagas más por unos pantalones rotos, si
te pinchas piercing hasta en la lengua y luego te quejas cuando la enfermera te
saca sangre, eres gilipollas.
Si llevas una, dos o tres mascotas de paseo a la siete de la mañana mientras te cae un aguacero sin tener verdadera necesidad de ellas.... eres gilipollas
Pasemos a los vicios.
Si andas apurado de pasta y te cuesta llegar a fin de mes y
fumas más de un paquete al día gastas en
veneno más de 135 euros al mes, unos 1700 euros al año. Suficiente para unas
vacaciones. Si haces esto… eres gilipollas.
Así podríamos seguir y
seguir con estas cosas pero, estas cosas, al fin y al cabo no son muy
importantes.
Peor es lo siguiente:
Estamos en el siglo XXI y hacienda rechaza la bajada del IVA a
productos de higiene femenina en cambio en los presupuestos generales del
estado ya se ha aumentado el gasto militar en un 5,75 % sobre el gasto
anterior, un total de 22.796 millones de euros.
Y es que el negocio de la guerra no quiebra, ni con la pandemia
ni con la crisis económica.
Ahora hay eufemismos para todas las barbaridades. Ya conocíamos el
de “efectos colaterales” para justificar la matanza de civiles. Ahora a la
guerra la podemos llamar “operación especial” según Putin.
Y es que hay que ser Gilipollas para, teniendo una sesera de científico, dedicarse a fabricar bombas atómicas, bombas de racimo o misiles para gente como Harry S Truman o Vladimir Putin por citar solo a dos.
Lo siento Robert Oppenheimer, Edwin Mattison
McMillan, Philip Coyle , Víktor Adamski, Yuri Babáyev, Yuri
Smirnov Yuri Trútnev, Andrey Sajarov, Igor Kuchatov pero fuisteis
Gilipollas a lo bestia aunque luego alguno se arrepintiese.
Y ahora llevamos más de 90 días de guerra en Ucrania. Que no
porque nos pille más cerca, es más mala que las guerras que hay en Yemen,
Palestina, Siria, Libia, Líbano, Angola, Somalia, Gambia, Congo, o la del narcotráfico en
México.
Nosotros, los de la sesera normal, no hemos fabricado ni
siquiera ayudado a fabricar esas armas de destrucción masiva pero si aplaudimos
la fabricación de armas porque el miedo nos justifica y aplaudimos la inversión
en armamento antes que en educación o sanidad es que…
Lo bueno es que todos sabemos de pandemias aunque no seamos epidemiólogos, todos sabemos de volcanes aunque no seamos vulcanólogos, todos sabemos de guerras aunque no hayamos estado ni siquiera en la nuestra del 36. Y es que todos somos "to lo sé"
Somos gilipollas
Es lo que hay.
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