Hola Ian Morris permíteme que te tutee.
Hace poco, un primo mío, al que aprecio sobremanera, sabedor de que el tema de la guerra me
interesa y preocupa bastante, me regaló tu libro : “Guerra ¿Para qué sirve?.
Yo ya tenía bastante claro que la guerra solo servía para
destruir y hacer inmensamente ricos a los fabricantes de armas y a unos cuantos
oportunistas comparables a los cuervos y demás carroñeros que se aprovechan de
la muerte.
Sin embargo me apresté a leer tu libro que ya en la introducción me aseguraba que la guerra servía para el bien común, nada más y nada menos. Es más dices que, a largo plazo, la guerra ha servido para que la humanidad sea más rica y viva con más seguridad.
Dices también que si uno es lo bastante afortunado para
nacer en un país industrializado en el siglo XX, las probabilidades de morir
violentamente eran una media de diez veces menores que las de alguien nacido en
una sociedad de la edad de piedra.
Menos mal que luego (pág. 21) dices que la facción perdedora
suele vivir en la pobreza durante generaciones pero que con el paso del tiempo,
décadas, quizás siglos, aclaras, nace una sociedad más grande y mejora la vida
de todos los habitantes de dicha población. Menos mal que específicas que eso
sucede a largo plazo.
Yo no sé si tus fuentes mí querido Ian tendrán razón. No sé
de donde habrá sacado el aluvión de pruebas Lawrence Keeley para decir que las sociedades
de la edad de piedra eran brutalmente violentas. Seguramente tendrá razón pero
de ahí a decir que gracias a las guerras nos hemos vuelto pacíficos va un
abismo.
Bueno, voy a evitar enrollarme. Simplemente recordarte unos
cuantos datos.
Pitirim Sorokin hizo dos estimaciones,
en 1937 y 1962,
sacando como resultados que: entre 400 a. C. y 500 dC.
los romanos perdieron 885 000 hombres en los campos de batalla y las polis griegas entre 500 a. C. y 146 a. C. 305 000 combatientes.22
· Primera guerra púnica (264 a. C.-241 a. C.): 400 000 muertos, mayoría romanos.2223
· Segunda guerra púnica (218 a. C.-202 a. C.): 300 000 muertos, un tercio en
Italia y otro en Hispania, el resto se reparte en los demás frentes de batalla.22
· Tercera guerra púnica (149 a. C.-146 a. C.): De los 500 000 habitantes de Cartago solo 55 000 sobreviven a la guerra, los
sobrevivientes son esclavizados (445 000 muertos).22
· Guerra cimbria (113 a. C.-101 a. C.): 275 000 a 310 000 muertos.22
· Guerra social (91 a. C.-88 a. C.): 300 000 muertos.22
· Vísperas asiáticas (88 a. C.): 80 000
a 100 000 ciudadanos romanos muertos.
· Tercera guerra mitridática (74 a. C.-65 a. C.): 300 000 pónticos y 100 000
armenios muertos.22
· Primera
guerra civil de la república romana: entre 50.000 y 70.000 romanos muertos
· Guerra
de Sertorio (82 a.C.-72 a. C.)
· Guerras serviles: 1 000 000 de
esclavos muertos.2224
· Guerra de las Galias (58 a. C.-51 a. C.): 400 000 a 1 000 000
muertos y 1 000 000 de esclavizados.22
· Rebelión de Boudica (60-61 dC.):
70 000 romanos y aliados y 80 000 britanos rebeldes muertos
según Tácito.22
· Guerras judeo-romanas (historiadores
modernos tienden a considerar demasiado exageradas el número de muertos para la
provincia de Judea , que estaba poco poblada se suelen estimar en
400 000 muertos en total).22
· Primera guerra judeo-romana (66-73 dC.):
600 000 muertos según Tácito y 1 100 000 muertos y 97 000
esclavizados según Flavio Josefo.22
· Guerra de Kitos (115-117):
240 000 muertos en Chipre y 200 000 en Cirene.22
· Rebelión de Bar Kojba (132-135)
580 000 muertos.22
· Persecución a los cristianos (30-313):
100 000 cristianos martirizados.22
· Guerra de Marco Aurelio contra Partia (161-166):
400 000 persas muertos y 100 000 esclavizados.22
· Invasiones bárbaras (siglos
III-V): producto de las invasiones, guerras civiles, hambrunas, pestes, ruina
económica y baja en la tasa de natalidad el imperio pudo perder
unos siete millones.22
Fuente: Wikipedia
No te voy a relatar los genocidios, masacres, fenómenos exterminatorios
como las cruzadas, la inquisición, el comercio de esclavos, etc, etc.
Cientos de miles de muertos y barbaridades sin cuento sin
contar la situación actual africana resultado directo del secuestro y posterior
transporte a Asia y a América de sus hombres y mujeres en edad productiva. Sin
contar el robo de sus materias primas por los países “civilizados” de Europa.
Por cierto que en África llevan en guerras civiles y de las otras toda la vida. Según tu teoría tendrían que ser los más prósperos y pacíficos del mundo.
Vaya, que si querías demostrar que “ el fin de una sociedad
próspera y pacífica justifica los medios que quedan líneas atrás” te ha salido
el tiro por la culata.
Un saludo y que sigas disfrutando junto a tu familia y tus
perros en las montañas de California pero no vayas a pensar que es gracias a
las masacres, batallas y guerras que entre 1850 y 1880 y que se conocen como
las guerras indias de California. Claro me dirás que ahora los indios en
California están genial, que, ya en el
siglo XX fueron compensados con dinero y
que ahora viven en paz en Los Ángeles muchas comunidades indígenas.
Algunos antropólogos insisten en que la resistencia indígena
a menudo se utiliza para camuflar el genocidio en la historia colonial. Por ejemplo, la
etapa final de la guerra Modoc se desencadenó cuando los hombres modoc
liderados por Kintpuash (alias el Capitán Jack) asesinaron al general Edward
Canby en la tienda de la paz en 1873. Sin embargo, no es muy conocido que entre
1851 y 1872 la población modoc disminuyó entre el 75 y el 88 % como
resultado de siete campañas anti-modoc iniciadas por los blancos.24 Hay evidencia de que la primera masacre de los modocs por
los hombres blancos posiblemente ocurrió ya en 1840. Según la historia contada
por un jefe de la tribu Achumawi (vecina a los modocs), un grupo de tramperos
del norte se detuvo junto al lago Tule alrededor del año 1840 e invitó a los
modocs a una fiesta. Cuando se sentaron a comer, el cañón fue disparado y
muchos indios fueron asesinados. El padre del capitán Jack estaba entre los
sobrevivientes de ese ataque. Desde entonces, los modocs resistieron a los intrusos
notoriamente.25
Fuente: Wikipedia
Bueno Ian , Lo siento no me has
podido vender la moto de las bondades y
beneficios de la guerra y si estás tan seguro de lo que dices te invito a vivir
en Palestina, Siria, Yemen, Sudán, Etiopía, Etc, etc , Ah, perdona, que me has
dicho que los beneficios se notan en unos cuantas decenas o ¿son cientos? De años.
Por cierto no tienes más que entrar en la wikipedia para echar un vistazo a las consecuencias de las guerras mundiales y otros conflictos para que no te emociones con los aspectos positivos que no te discuto que los tiene sobre todo para los fabricantes de armas. Ahí te van unos enlaces para que disfrutes:
Consecuencias de la primera guerra mundial
Un saludo
Un lector escéptico
Por si no tuvieses suficiente con mi analisis ahi te va uno más inteligente:
Crítica al libro de Ian Morris, "La guerra, ¿para qué sirve?: El
conflicto y el progreso de la civilización, desde los primates hasta los
robots", gira en torno a su provocadora tesis: que la guerra, lejos de
ser un mal absoluto, ha sido un motor crucial del progreso humano. Morris
sostiene que los conflictos a gran escala, al permitir la creación de
sociedades más grandes y organizadas, han logrado una reducción neta de la
violencia y un aumento de la prosperidad a largo plazo.
Argumentos a favor
·
Visión a largo plazo: El principal
argumento del libro es que, si se mira la historia humana en una escala de
miles de años, la tasa de muertes violentas por persona ha disminuido
significativamente. . Morris atribuye este fenómeno a las guerras
"productivas", aquellas que consolidaron pequeños grupos en grandes
estados con leyes y gobiernos capaces de suprimir la violencia interna.
·
Creación de estados: El autor argumenta
que la guerra es el mecanismo principal por el cual se han formado los estados
centralizados. Estos estados, a su vez, han proporcionado la seguridad y la
estabilidad necesarias para el desarrollo de la agricultura, el comercio y la
tecnología, lo que ha llevado a una mejora en la calidad de vida de las
poblaciones.
·
Estilo de escritura: La mayoría de los
críticos elogian la erudición de Morris y su capacidad para presentar un
argumento complejo de manera accesible y atractiva. Utiliza una gran variedad
de fuentes, desde la arqueología hasta la biología, para respaldar su tesis.
Críticas y objeciones
·
Puntos de datos cuestionables: Los
críticos señalan que la evidencia para la violencia en las sociedades
prehistóricas a menudo es escasa y se basa en datos "impresionistas",
lo que hace que algunas de sus afirmaciones cuantitativas sean difíciles de
verificar.
·
Simplificación de la historia: A pesar de
la amplitud de la obra, algunos historiadores argumentan que Morris simplifica
en exceso la compleja interacción de factores que dan forma a la historia. La
guerra, la tecnología, la cultura y la geografía se influyen mutuamente, y
atribuir el progreso solo a la guerra es reduccionista.
·
Ignora el sufrimiento humano: La crítica
más fuerte es que, al enfocarse en los beneficios a largo plazo, el libro
minimiza el inmenso sufrimiento humano causado por la guerra, la destrucción,
la esclavitud y las atrocidades que son parte inherente de los conflictos. Se
le acusa de ofrecer una visión "fría" o "deshumanizada" de
la historia.
En resumen, el libro de Morris es una obra audaz y provocadora que desafía
la visión convencional de la guerra. Si bien su tesis ofrece un punto de vista
interesante sobre el papel de la guerra en la historia, muchos críticos
cuestionan la metodología, la simplificación y la falta de consideración por el
coste humano del conflicto.
El problema
con la tesis de Ian Morris no es si la guerra ha llevado a una menor violencia
a largo plazo, sino si este resultado justifica los medios utilizados. La
pregunta ética fundamental aquí es: ¿el fin justifica los medios? La
respuesta, desde una perspectiva filosófica y moral, es compleja y depende en
gran medida del marco ético que se utilice.
Utilitarismo: el fin justifica los medios
Desde una
perspectiva utilitarista, la respuesta podría ser "sí". El
utilitarismo, en su forma más simple, sostiene que la mejor acción es aquella
que maximiza la utilidad, entendida como el bienestar general o la felicidad
para el mayor número de personas. Si se puede demostrar que la muerte de un
millón de personas en una guerra lleva a la paz duradera y a la prosperidad de
mil millones, un utilitarista estricto podría argumentar que la guerra fue una
acción éticamente correcta. Ian Morris, al enfocarse en los beneficios a largo
plazo y en la reducción neta de la violencia, se inclina fuertemente hacia este
tipo de razonamiento.
Deontología: los medios son lo que importan
En
contraste, la deontología, propuesta por filósofos como Immanuel Kant, se
centra en la moralidad de las acciones en sí mismas, independientemente de sus
consecuencias. Desde esta perspectiva, la violencia, el asesinato y la
destrucción inherentes a la guerra son actos fundamentalmente inmorales. Un
deontólogo argumentaría que no se puede justificar el uso de medios inmorales,
como matar a personas inocentes, sin importar el resultado final. Para Kant,
las personas no deben ser tratadas como simples medios para un fin, sino como
fines en sí mismas.
La paradoja moral de la guerra
Aquí radica
la paradoja moral de la guerra:
- Los "fines" son
innegablemente positivos: la paz, la prosperidad, el cese de la
violencia.
- Los "medios" son
innegablemente horribles: la muerte, el sufrimiento, la destrucción, el
trauma.
Aunque se
pueda argumentar que la guerra ha tenido consecuencias positivas a largo plazo,
eso no la convierte en un "bien". La crítica a Morris no es solo que
ignora el sufrimiento humano, sino que, al adoptar una visión puramente
utilitarista, minimiza la importancia de la dignidad humana y de los
derechos individuales que son violados en cada conflicto. La pregunta persiste:
¿es aceptable construir una sociedad "mejor" sobre un mar de sangre y
lágrimas?
La mayoría
de las personas, fuera de un estricto marco utilitarista, dirían que no. La
historia no es un laboratorio donde se pueda sacrificar a una generación para
mejorar la siguiente. Cada vida perdida en la guerra es un fin en sí misma, con
un valor intrínseco que no puede ser justificado por la promesa de un futuro
mejor.
La relación entre la guerra y el negocio es uno de los aspectos más oscuros
y cínicos de los conflictos humanos. Mientras la gran mayoría de la población
sufre las consecuencias de la guerra, existe una minoría que obtiene inmensos
beneficios económicos.
El Complejo Militar-Industrial
El término más conocido para describir esta relación es el "complejo
militar-industrial". Este concepto se refiere a la alianza entre la
industria de defensa (empresas que fabrican armas, equipamiento militar y
tecnología bélica), los militares y los gobiernos. Juntos, forman un círculo
vicioso:
·
La industria armamentista necesita
conflictos para vender sus productos. Las guerras y las tensiones geopolíticas
son su principal motor de negocio.
·
Los gobiernos son sus principales
clientes. Destinan enormes presupuestos a la "defensa nacional", lo
que a menudo significa la compra de armas y la financiación de la investigación
militar.
·
Los militares tienen un interés en la
modernización de sus arsenales y en la justificación de su existencia, lo que a
menudo implica la promoción de una amenaza, real o percibida.
¿Quiénes se benefician?
Los beneficiados no son solo las grandes corporaciones como Lockheed Martin,
Raytheon Technologies, Boeing o Northrop Grumman, que figuran entre las mayores
empresas de armamento del mundo. El negocio de la guerra se extiende a:
·
Bancos y entidades financieras: Que
financian la producción y el comercio de armas.
·
Contratistas privados: Empresas que
ofrecen servicios de seguridad, logística y apoyo en zonas de conflicto, a
menudo a un alto coste.
·
Países productores de armas: Como Estados
Unidos, Rusia, China, Francia, Alemania y otros, que utilizan la exportación de
armas como una herramienta de política exterior y una fuente de ingresos.
·
Ciertos políticos y funcionarios: A
través de conexiones con la industria de defensa, pueden recibir beneficios o
incentivos para aprobar contratos lucrativos.
El ciclo de la rentabilidad
La guerra es un negocio lucrativo por varias razones:
1. Ensayo
y error: Los conflictos armados son el banco de pruebas perfecto para las
nuevas armas. Los fabricantes pueden demostrar la "eficacia" de sus
productos en situaciones reales, lo que aumenta su valor de mercado.
2. Destrucción
y reconstrucción: La guerra no solo genera ganancias por la venta de armas,
sino también por la posterior "reconstrucción". Las empresas de
ingeniería, construcción y servicios se benefician de los contratos para
reconstruir lo que fue destruido, a menudo con préstamos que endeudan aún más a
los países afectados.
3. Aumento
del gasto militar: El miedo y la inseguridad que generan los conflictos
llevan a los gobiernos a aumentar su gasto militar, lo que a su vez se traduce
en mayores beneficios para la industria de defensa. Es un ciclo que se
retroalimenta.
La existencia de un negocio tan lucrativo alrededor de la guerra es una de
las críticas más fuertes a la tesis de Ian Morris. Mientras él argumenta que la
guerra, en abstracto, ha tenido un efecto "positivo" a largo plazo,
esta visión omite el hecho de que la guerra no es un evento natural, sino que a
menudo es provocada o prolongada por intereses económicos que tienen poco que
ver con la paz o el progreso de la civilización, y mucho que ver con la
obtención de beneficios a expensas del sufrimiento humano.
Fuente IA

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