El muro de concreto y púas que
separa desde hace cuatro años la pobreza del suburbio de Vista Hermosa y la
opulencia del barrio de Las Casuarinas, en Lima, es el espejo de la desigualdad
en el reparto de la riqueza que domina en Latinoamérica.
Mientras
Perú se ha convertido esta semana en la capital económica mundial al acoger la
asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM),
las colinas del sur de Lima muestran el lado oculto del desarrollo económico y
la lucha por la reducción de la pobreza.
La
región de América Latina y el Caribe es, según Oxfam, la más desigual en
ingresos en el mundo, ya que en 2014 el 1 por ciento más
rico poseía el 41 por ciento de la riqueza regional, mientras
que el 99 por ciento restante debía repartirse el 60 por ciento.
Fuente: La república |
La Lima adinerada que se abría
ante sus ojos, y les invitaba a soñar con un futuro mejor, dio la espalda a
unas 80 familias cuando construyó un muro de más de tres metros de alto.
"La vista desde acá era
bonita, se podía ver toda la ciudad, hasta que los de Las Casuarinas se enteraron
que llegamos y construyeron el muro; nos quitaron la vista para que no miremos
a su lado, para alejarnos de ellos porque no teníamos su nivel", narró uno
de sus habitantes, Amadeo Alarcón.
La amenaza de que se propagaran
las invasiones fue el principal argumento para levantar la barrera, además del
temor a los robos en Las Casuarinas, una de las urbanizaciones residenciales
más lujosas de Perú, ubicada en el distrito de Surco.
Los
caminos de barro de Vista Hermosa, las casas de madera iluminadas con velas y
los techos con huecos, contrastan con las viviendas valoradas entre 2,5 y tres
millones de dólares que se levantan a sólo unos kilómetros.
La
pobreza del cerro limeño se ha convertido así en un ejemplo de la desigualdad
en Latinoamérica, que vivió un auge económico entre 2001 y 2012 pero que no
llegó por igual a todos.
Amadeo
Alarcón, que llegó a Lima en busca de oportunidades desde Cajamarca, en la zona
andina del norte de Perú, aseguró que de esa prosperidad "no le llegó ni
un solo sol", en alusión a la moneda peruana.
La "dificultad para salir de
la pobreza" se traduce, según Alarcón, en el "egoísmo de un
gobierno" que en los últimos 10 años de bonanza "dio más a los del
otro lado del muro".
Otra
de las abismales diferencias entre Las Casuarinas y Villa Hermosa, según
constató Efe en una
visita organizada por Oxfam, es la deficiencia en el acceso a servicios
públicos básicos de agua, luz y saneamiento.
"El
agua es el más importante, nosotros no tenemos más que un
bidón con agua que hacemos que nos alcance para cocinar y lavarnos mientras
que, al otro lado, ellos tienen agua hasta para llenar sus piscinas",
comentó Alarcón.
Otra
vecina explicó a Efe que un
bidón grande de agua, que para una familia de cinco integrantes dura hasta una
semana, cuesta 20 soles (6,20 dólares; 4.200 pesos chilenos), una fortuna para
la pobreza que reina en el lugar.
En
Vista Hermosa hablar de riqueza y economía resulta lejano, pues la vida
transcurre en medio de criaderos de cerdos, carencias y silos que reemplazan a
las alcantarillas.
Al
otro lado del muro, la riqueza sigue creciendo, mientras los pobres de Villa
Hermosa y toda América Latina mantienen la esperanza de que el muro de la
desigualdad algún día desaparezca.
FUENTES: http://www.cooperativa.cl
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